Leanne Hundleby está de muy buen humor. Es la mitad del dúo que fundó la marca de accesorios de cuero Strathberry y está sentada, sonriente, en un rincón de Edimburgo donde el sol se hizo un lugar. Detrás suyo, un papel tapiz cubierto de flores y estampados llamativos enmarca la escena. Lo miro y se ríe: "Qué gracioso", dice. "Guy", su marido y cofundador de la marca, "lo odia".
Es un desacuerdo simpático y algo inusual dentro de una sociedad que empujó a la marca con fuerza desde que empezó, hace ya 12 años.
Hundleby tiene motivos de sobra para mostrarse optimista. Strathberry proyecta superar los 100 millones de libras (US$ 133,7 millones) en ingresos dentro de los próximos tres años. Es una meta ambiciosa, sobre todo en un contexto económico complicado, con ganancias en baja. Pero no todas las marcas siguen esa tendencia. Strathberry es una de las excepciones.
Entre 2022 y 2025, las cifras de crecimiento anual compuesto muestran una suba del 54%. El ritmo es aún más fuerte en regiones como Medio Oriente. En abril de 2025, la marca facturó 36,4 millones de libras esterlinas (US$ 48,9 millones). Según datos oficiales, mantiene una evolución firme este año.
Las ventas online explican el 70% del negocio, mientras que el comercio minorista y mayorista se reparten el 30% restante. El mercado está encabezado por Norteamérica, que representa el 50% de las ventas. El Reino Unido concentra el 30% y el resto del mundo completa el 20%, con envíos a más de 100 países.
La expansión internacional de Strathberry avanza con una estrategia clara, impulsada por sus canales directos al consumidor y una red selecta de 146 tiendas distribuidas por todo el mundo, incluyendo las ventas online. A estos puntos de venta se suman socios mayoristas de peso como Neiman Marcus, Saks Fifth Avenue, Nordstrom y Bloomingdale's, además de nombres más lejanos como Galeries Lafayette Dubai.
En el Reino Unido, la marca tiene locales en Burlington Arcade —abierto en 2018—, Covent Garden —desde 2024—, Multrees Walk en Edimburgo —desde 2020— y en Victoria Street, que abrió a comienzos de este año. También instaló una tienda temporal de verano en Selfridges, donde dos bolsos gigantes —un Mosaic y un Tote, hechos en el Reino Unido con el mismo cuero que usan para los productos comerciales— refuerzan la propuesta de la marca: accesorios minimalistas de alta calidad.
Esa apuesta atrajo a varias celebridades. Entre sus fans figuran nombres como Lady Gaga, Margot Robbie, Pamela Anderson y Anna Kendrick. También Su Alteza Real, la Princesa de Gales.
El corazón del negocio es la pareja misma, una rareza dentro del mundo de la moda: un dúo que de verdad se interesa por lo que hace y por quienes compran sus productos. Incluso hoy, Leanne Hundleby disfruta como pocas cosas el hecho de charlar con los clientes en la tienda —de incógnito, claro— y ver cómo reaccionan frente a los accesorios.
"Nunca digo quién soy. Solo digo que vengo de la oficina central, y me encanta hacerlo", cuenta entre risas. "Creo que en cuanto te retirás y te encerrás en una burbuja, siento que lo perdiste todo. Ese compromiso, esa conexión con el cliente, es fundamental para cualquier fundador de marca", agrega.
Strathberry construyó su reconocimiento internacional sin despegarse de sus raíces escocesas. Esa identidad, lejos de ser un detalle decorativo, fue clave para el crecimiento de la marca. Los fundadores están involucrados en todos los frentes: opinan sobre el diseño, las siluetas, las nuevas colecciones, manejan las finanzas y participan en la planificación. Leanne está al frente de las campañas, la estética y la gestión general, además de liderar el área de ventas minoristas. Guy, por su parte, se encarga de la producción, los vínculos con los mayoristas y la supervisión del producto final.
Esa presencia activa de ambos se refleja en el resultado. Cada bolso se fabrica en talleres ubicados en Andalucía, donde trabajan artesanos especializados en cuero de lujo. Son los mismos talleres que, según se dice, también abastecen a casas como Loewe. Las pieles provienen exclusivamente de España e Italia, y cada pieza puede llevar hasta 85 moldes y un promedio de 2000 puntadas.
Esa obsesión por los detalles también se ve en el taller que inauguraron en marzo dentro de una casa adosada en Edimburgo. Allí acortan los tiempos de desarrollo, prueban nuevas ideas con más rapidez y ofrecen un servicio de reparación para quienes ya tienen productos de la marca.
Tanner Leatherstein, una figura conocida en redes por sus populares "desmontajes de cuero", analizó varios modelos de Strathberry para evaluar su calidad real y su valor. En todos los casos, los bolsos superaron ampliamente sus pruebas. En una reseña del Nano Tote, incluso destacó que era la primera vez que veía ese nivel de calidad a ese precio. "Cumplía con todos los requisitos que se esperan de un bolso de lujo de alta gama, pero sin el precio astronómico", escribió en una carta.
El precio, justamente, es parte clave del atractivo de Strathberry. El tote cuesta entre 375 (US$ 502,83) y 695 libras (US$ 923), mientras que otros modelos como el Crescent rondan las 455 libras (US$ 604,24.), y el Mosaic, las 485 libras (US$ 644,08).
"Creo que Strathberry ofrece una de las combinaciones más equilibradas de diseño de alta gama y artesanía, todo a precios muy accesibles. Están ampliando el acceso al lujo del cuero, y esa propuesta de valor única ha calado hondo en el mercado", afirmó.
Strathberry también viene ganando terreno en la región Asia-Pacífico. En China, celebró su primera tienda temporal en Reel Shanghai en 2019. Desde entonces, se mantuvo activa con la presencia de celebridades como Teresa Cheung, Yang Mi y Michelle Wai, además de haber sellado colaboraciones tempranas con Mr. Bags, el influencer y experto en bolsos más influyente del país.
La marca también reforzó su presencia en Japón, donde el modelo Mosaic se convirtió en uno de los más vendidos. Desde su desembarco en 2015, el crecimiento de las ventas fue sostenido y hoy tiene presencia en más de 30 puntos de venta.
Los planes para 2025 apuntan a un aumento fuerte de las tiendas físicas. En enero se lanzó una colaboración con United Arrows y en julio con Tomorrowland. Para octubre están previstas acciones en dos grandes almacenes —Ginza Mitsukoshi y Hankyu Umeda—, además de actividades con influencers, todo alrededor de la visita de los cofundadores con sus ya conocidos bolsos gigantes.
Hundleby está entusiasmada con lo que viene: "El comprador japonés quiere ver y sentir los productos, así que creo que tener una mayor presencia allí será positivo para dar a conocer mejor la marca", afirma.
La expansión global no hizo que Strathberry perdiera de vista sus raíces. En Edimburgo, la marca abrió en marzo una nueva tienda sobre Victoria Street y, en junio, lanzó junto al hotel Kimpton un programa llamado Borrow a Bag, pensado especialmente para turistas: se trata de una iniciativa que permite alquilar un bolso durante la estadía.
La comunidad siempre fue parte central del espíritu de Strathberry. Se nota en su vínculo con la universidad local, en el impulso que le dan a los artesanos de la zona, en su red de influencers fieles a la marca y, también, en ese lazo que cruza generaciones. No es raro ver a madres e hijas eligiendo juntas. "Lo veo en mi propia familia también, con mi hija y su abuela. Diferentes estilos, por supuesto", dice Leanne. Pero cree que el secreto está en otro lado: en que los bolsos están hechos para durar toda la vida.
"Usamos la frase 'apreciado por las generaciones venideras'", dice Hundleby. "Desde las generaciones de artesanos que hacen los bolsos hasta, con suerte, las generaciones de una misma familia, donde un bolso puede pasarse de mano en mano", agrega.
Sabe que los gustos cambian y que el mercado es cíclico. Incluso con consumidores más cautelosos a la hora de comprar, Strathberry mostró que puede adaptarse. En el último tiempo, dejó de lado algunas de sus siluetas más estructuradas y rígidas para incorporar modelos más relajados, como el Charlotte y el Kite. Aun así, el Tote —el primero que diseñaron— sigue firme entre los tres más vendidos.
También cambiaron los colores. Los tonos neutros, como taupe, tostado, avena o champiñón, ganaron terreno. Según la marca, tienen un "atractivo más duradero" y se adaptan mejor a los guardarropas actuales. Estos ajustes responden a una escucha activa del cliente.
Cuando la charla se acerca al final, pregunto por lo que viene. La hoja de ruta para alcanzar los 100 millones de libras (US$ 132.800.000) está trazada. "Estados Unidos sigue siendo un mercado en crecimiento para nosotros. También lo es Medio Oriente, donde nos va de maravilla. Y el Reino Unido también es un mercado en crecimiento para nosotros. Nos encontramos en una posición privilegiada en estos momentos", cierra.
Nota publicada por Forbes US