Cómo darle feedback a un jefe sin lastimar la relación
Una buena comunicación podrá traer grandes resultados y cambios laborales.

Dar una respuesta franca y convincente a tu jefe sobre tu visión no es un arte fácil de dominar, pero si se hace de forma reflexiva, tu visión podría no solamente ayudar a tu jefe, sino mejorar la relación entre ambos.

El liderazgo se basa en gran medida en la percepción de los otros. Si los líderes no saben qué visión tiene el equipo sobre ellos, lo más probable es que su desempeño empeore. Por otra parte, cuanto más alto sea el peldaño que ocupa en la jerarquía, más difícil será recibir un feedback honesto.

La confianza en la cadena de mando impide que los líderes escuchen la verdad. Tu opinión podría ayudar a tu jefe a verse a sí mismo como lo ven los demás dentro de la empresa, y colaborar para hacer ajustes críticos en su comportamiento. Eso sí, no negamos que dar esa visión personal no produzca vértigo.

Jefe

Incluso si dirías que guardás una estrecha relación con tu jefe, lanzar comentarios críticos (aunque sean constructivos) sin que te haya pedido tu opinión no es una buena idea. El consejo general sobre cómo ser un mejor jefe es difícil de dar a menos que te lo pida. En un mundo perfecto, es el gerente el que debería preocuparse por recibir un feedback periódico.

En el mundo real, el jefe puede considerar como válido solo su propio criterio, creer que no necesita ayuda, no dar importancia a la percepción que los demás tienen de él o sencillamente no tener tiempo para planteárselo. Si tu jefe no te ha pedido ninguna opinión en el tiempo que llevás trabajando con él, podés preguntarle directamente si le gustaría recibir tus comentarios. Esto es más fácil de hacer en el contexto de un nuevo proyecto o un proceso muy marcado.

Preguntas como "¿Querés que vayamos contrastando opiniones sobre el proyecto?" o "Dos pares de ojos ven mejor que uno, es posible que te ayude conocer mi visión sobre el proceso" ayudarán a un aterrizaje más suave. Ya que es tu labor darle feedback, evitá dar la impresión de que lo hacés porque vas a dar una opinión negativa y demostrá que tus intenciones son buenas.

Jefe

Puede ser tentador, cuando tu jefe pide una visión completa, imaginar todas esas cosas que harías si estuvieras en su lugar, pero mejor concentrate en aquello que se está tratando sin echar la vista tiempo atrás, y centrándote en tu posición y no en la suya. Aportar en el lenguaje frases que indiquen que estás dando una visión personal, una visión única que tenés por ser vos y estar donde estás. Así, además de asegurarte que no lo ofenderás, se dará cuenta de cómo le ven los demás.

También significa darse cuenta de las limitaciones de tu punto de vista. Solo podés tener una visión parcial, y tampoco conocés hasta qué punto puede estar tomando decisiones debido a presiones superiores que ignorás. Cuando opines algo sobre su ejercicio, mejor da siempre una visión de lo que sabés y nunca de lo que presuponés. La gente reacciona mucho mejor a las cosas específicas que a las generalizadas.

Para ser sinceros, muchas veces da igual lo cuidadoso que seas o cuánto has reflexionado antes de dar el paso: tu jefe puede sentirse molesto por tus opiniones. Si esto ocurre cuando previamente te pidió tu feedback, defendé tu actuación recordando que estás cumpliendo órdenes. Quizás simplemente tenés que enfocarlo sobre otros términos.

Lider

Calculá su reacción para determinar cómo le gusta recibir los comentarios y dejá afuera aquello ante lo que temas una mala reacción. En lugar de ofenderte o acobardarte por una reacción negativa, considerá que es un buen momento para comprobar la forma de hacerlo en el futuro.

En caso de duda, casi siempre es mejor no hablar. No hay ninguna razón para arriesgar tu permanencia en tu trabajo para mejorar una compañía cuyos responsables no hacen mérito por ello. Si están seguros de estar haciendo correctamente el trabajo y tomando las mejores decisiones para seguir creciendo, lo único que podés hacer es centrarte en las labores propias de tu puesto y hacerlo lo mejor posible.

*Nota publicada en Forbes España