Las acciones han protagonizado un prometedor repunte en las semanas que transcurrieron, después de que la Reserva Federal estableció su mayor subida de tipos de interés en 28 años, con la esperanza por parte de los inversores de que lo peor ya pudo haber pasado. Sin embargo, varios analistas advierten que el rebote podría ser efímero, ya que las empresas empiezan a recortar sus expectativas de beneficios ante el cada vez más sombrío panorama económico.
Datos clave
El S&P 500 se ha revalorizado cerca de un 8%, hasta los 3.960 puntos, desde su mínimo en el mercado bajista del 16 de junio, el día después de que los funcionarios de la Reserva Federal subieran los tipos de interés en 75 puntos básicos por primera vez desde 1994. Pero en una nota del miércoles a los clientes, Michelle Weaver, de Morgan Stanley, se mostró "escéptica" ante el optimismo, ya que la temporada de resultados del segundo trimestre se intensificará en las próximas semanas.
Weaver cree que los resultados deberían ser un "catalizador negativo" para las acciones, dada la inflación en curso y el menor crecimiento de los ingresos que afrontan muchas empresas. También, dice que "es sólo cuestión de tiempo" que las empresas empiecen a rebajar las expectativas de beneficios para el cuarto trimestre y principios del próximo año.
Las acciones han protagonizado un fuerte repunte que puede continuar, "pero no nos equivoquemos, no creemos que este mercado bajista haya terminado", afirma Michael Wilson, del banco de inversión, que advierte que el S&P 500 podría caer hasta un 15% más si la economía entra en recesión.
Otros se muestran igualmente escépticos: el "mejor repunte que hemos visto en meses" se ha visto alimentado por la esperanza de que la inflación y la agresiva actuación de la Reserva Federal hayan tocado techo, afirma el analista Tom Essaye, de Sevens Report, pero señala que "aún no hemos visto un mínimo real" en ninguno de los dos casos, ya que la inflación no hace más que empeorar cada mes.
Morgan Stanley espera que la temporada de resultados sea para el olvido. Especialmente para empresas como HP y Logitech, ya que el "sobreconsumo" de tecnología cae desde los máximos de la era de la Covid; así también como para las empresa de servicios financieros, que se enfrentan a la creciente incertidumbre económica en el principal mercado europeo.
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En una nota del lunes, Savita Subramanian, de Bank of America, dijo que las empresas tecnológicas de gran capitalización -como Microsoft y el fabricante de chips Intel- podrían enfrentarse a los "mayores desafíos", señalando que los beneficios de las mayores empresas del Nasdaq, de gran peso tecnológico, han sido inferiores a los del S&P durante los últimos nueve meses.
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Antecedentes clave
Los principales índices bursátiles se hundieron el mes pasado en el territorio de los mercados bajistas antes de la última decisión política de la Reserva Federal, y desde entonces el sentimiento sombrío ha dado paso a crecientes temores de una inminente recesión y a oleadas de despidos entre empresas recientemente en auge.
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Para empeorar las cosas, la economía estadounidense se contrajo inesperadamente un 1,6% en el primer trimestre, su peor resultado desde la recesión de Covid, y algunos economistas prevén que la economía vuelva a contraerse en el segundo trimestre, lo que constituiría una recesión técnica.
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"No creemos que la Fed pueda detener los problemas que están causando la inflación sin destrozar absolutamente la economía, pero en este momento, parece que están resignados al hecho de que hay que hacerlo", dice Brett Ewing, estratega jefe de mercado de First Franklin Financial Services.
Los grandes bancos ya han presentado una serie de resultados mixtos durante la semana pasada, pero la temporada de resultados no ha hecho más que empezar. El gigante de los vehículos eléctricos Tesla publicará sus resultados tras el cierre del mercado el miércoles, y el gigante de las redes sociales Twitter lo hará el viernes. La mayoría de las empresas deberían presentar sus resultados a finales de agosto, según Morgan Stanley.
