El sistema financiero local volvió a mostrar signos de fragilidad en agosto. Según datos oficiales, los depósitos privados en dólares (argendólares) registraron una baja superior a los US$ 316 millones en el mes, por lo que se interrumpió la tendencia de crecimiento que se había iniciado en abril tras la flexibilización parcial del cepo para individuos y familias.
El retroceso, que equivale a casi un 1% del stock total, llevó los depósitos en moneda extranjera a U$S 32.267 millones al 28 de agosto. Si bien la magnitud parece acotada, la caída se produce en un contexto de alta tensión financiera, atravesado por el "desprolijo" desarme de las Lefis y la creciente incertidumbre electoral.
Aún así, en lo que va del año, los depósitos en dólares aún muestran un saldo positivo cercano a U$S 824 millones, pero la pérdida de agosto genera dudas sobre la estabilidad de este flujo.
El comportamiento contrasta con el fuerte incremento observado en julio, cuando, con un nivel de atesoramiento superior a los US$ 5.400 millones, los depósitos habían aumentado en casi US$ 1.740 millones.
La desaceleración refuerza la percepción de que una parte significativa de las divisas adquiridas por el público no permanece en el sistema financiero, sino que se canaliza hacia el consumo directo o la tenencia fuera de los bancos.
Cabe señalar que los depósitos en dólares tuvieron un salto en septiembre de 2024 gracias al blanqueo de capitales, que aportó más de US$ 15.000 millones en pocas semanas y los llevó a niveles comparables con los máximos de 2019. No obstante, desde noviembre pasado, el drenaje se hizo evidente, con salidas que en algunos meses superaron los US$ 2.000 millones.
Actualmente, la mayor parte de los depósitos en dólares (US$ 25.000 millones) se concentran en cajas de ahorro utilizadas como resguardo de liquidez inmediata. También existen plazos fijos por U$S 6.765 millones, de los cuales cerca de un 40% corresponde a colocaciones de grandes montos (más de U$S 1 millón).
La evolución de los depósitos en dólares es muy tenida en cuenta por el mercado porque se trata de una variable que impacta directamente en las reservas brutas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), ya que los encajes forman parte de ese stock. Además, constituyen la base del financiamiento en moneda dura a nivel local, clave para exportadores y empresas.
De acuerdo a los especialistas, si la caída de agosto se confirma como un fenómeno puntual, el daño será limitado. Sin embargo, en un clima político convulsionado y con la mirada puesta en octubre, cualquier aceleración en las salidas podría profundizar la desconfianza y tensionar aún más el frente cambiario.
Puntualmente, los diferentes dólares del mercado retrocedieron ligeramente en las últimas jornadas tras las últimas medidas del Banco Central junto con el Tesoro, pero todavía oscilan en el rango de los $1.370, cuando el techo de la banda cambiaria es de $1.460, aproximadamente.
"Las turbulencias políticas continúan retumbando ante un escenario económico endeble y, ante la incertidumbre, el mercado elige el dólar como lugar seguro. En este contexto, el equipo económico busca llegar al domingo con la mayor tranquilidad posible, evitando la banda superior a toda costa", mencionaron desde Proficio Investment.
"Con las elecciones en la Provincia de Buenos Aires este domingo, la atención del mercado estará puesta en la dinámica del tipo de cambio oficial. Sin el dato de inflación de agosto (que el INDEC recién publicará el 10), la evolución del dólar será la referencia más tangible que la calle tendrá al momento de ir a votar", agregaron desde Portfolio Personal Inversiones.