Cómo impacta la suba del dólar y la disparada de tasas en la exportación de carne argentina
Hoy hay fuerte demanda en el mundo y buenos precios, pero productores ganaderos advierten que sin crédito puede haber problemas en 2026 para recomponer hacienda, en un contexto en el que suben los costos de producción.

En el país de la carne el sector ganadero viene atravesando, literalmente, un año en la montaña rusa, con un comienzo de 2025 más estable en cuanto a variables macroeconómicas, pero menos competitivo para exportar, y un giro hacia mitad del año con caída en el encierre a corral para engorde, pero en un contexto de fuerte demanda global y mejora del perfil exportador, aunque con el mercado interno afectado por la caída del consumo.

En el sector hay una mirada general positiva sobre la actualidad y las perspectivas del negocio de exportación, en el que Argentina claramente está bien posicionada y con posibilidades de crecimiento. Pero empiezan a encenderse luces amarillas, que viran al naranja o al rojo cuando se observa el escenario probable con la vista puesta en los próximos seis meses.

"Lo que estamos viendo es un resurgir de la demanda de carne vacuna a nivel mundial, y la revalorización de la carne, buscando proteínas animales", señala Víctor Tonelli, productor ganadero y consultor en este mercado agropecuario.

Generación de dólares

Sostiene que "hay una demanda global no satisfecha", que impulsa el desarrollo de la actividad en los principales países exportadores, entre los que Argentina ocupa el 5° lugar en el ranking. La demanda está traccionada especialmente por Asia, Medio Oriente y norte de África, que "hace 20 años se llevaban el 20/25% de las exportaciones y hoy el 65%", indica Tonelli.

En los primeros siete meses del año se exportaron 303.600 toneladas de carne (peso producto), que generaron ingresos por 1.825 millones de dólares, según datos de la CICCRA.

Esto representa una contracción de 14,1% en comparación al mismo período de 2024 en volumen, pero un incremento medido en dólares del 18,6% interanual. Esto responde a que hubo menores embarques a China, que suele comprar cortes baratos (vaca conserva, garrón, brazuelo y otros), mientras que aumentaron las exportaciones a Israel (cortes delanteros), Estados Unidos, y países de la Unión Europea que compran cortes de calidad, incluida la codiciada Cuota Hilton.

Sólo en algunos países de la Unión Europea el valor por tonelada se incrementó hasta 20,5%, como en el caso de Alemania, que llega a pagar 12.579 dólares la tonelada, o casi 14% en el caso de los cortes que fueron a Países Bajos o Italia. En cuanto a Israel y Estados Unidos, los precios de los cortes que compran se dispararon en los primeros siete meses del año 34,1% y 34,7% respecto del mismo período de 2024.

Crédito caro y escaso

Pero este escenario no está exento de contratiempos. En la industria sostienen que todavía hay carne y se faena por encima del punto de equilibrio, pero en los próximos años puede haber problemas de oferta.

"Faltan condiciones de financiamiento para retener hacienda. Para marzo, sin la herramienta financiera el proceso de recomposición de hacienda no se va a dar", advierte Tonelli.

¿A qué se refiere con esto? Sencillamente, a que producto de la fuerte demanda la faena de hembras está en el 47,2% según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), mientras que el punto de equilibrio para mantener el rodeo, estima los analistas, se ubica cerca del 43% del total faenado.

Para exportación se requieren animales más pesados, de por lo menos 100 kilos vivos más que para el mercado interno, y esos kilos se ganan en la alimentación a pasto que, por otra parte, medido en tiempos, lleva hasta cuatro veces más que hacerlo a corral (feedlot). Pero eso implica "inmovilizar capital de trabajo", sostienen los expertos. Por eso la clave es el financiamiento accesible.

Hoy con las tasas de interés por las nubes tras las subas de los últimos dos meses, la alternativa crediticia queda fuera de juego. "Si el país va hacia una inflación del 10, 12 o 15% como dijo el presidente, las tasas exagerando tienen que ser del 25% máximo, y estamos muy lejos de eso", afirmó Víctor Tonelli.

Fernando Storni, presidente de la Cámara Argentina de Feedlot, coincide con esta mirada y agrega que, para la llamada terminación a corral, es decir ganarle 100 a 120 kilos al animal antes de ir a faena para exportación, se requieren herramientas financieras para compra de invernada, insumos y alimentación.

"Cuando uno piensa en una industria de exportación, deberíamos tener herramientas para tener el animal por más tiempo y hacer más kilos", apuntó Storni.

Costos de producción

En relación a la actividad sectorial el titular de la cámara que agrupa a los feedlot señaló que tras la baja de retenciones a los granos la situación volvió a ser similar al 30 de junio - para el maíz bajaron los derechos del 12% a 9,5%- pero advirtió que "el impacto importante en los costos no viene por los granos, sino más que nada por la relación compra-venta de los terneros, que viene con precio firme y sostenido".

La actividad de feedlot tuvo un margen bruto positivo durante mucho tiempo, pero hoy el resultado es negativo. "Por cada animal se pierden $25.000", indica Storni, y explica que se compra un ternero por unos $3.800 el kilo, más fletes y gastos, y luego de pasar por corral por cuatro meses se vende a $3.400 el kilo, menos flete y gastos.

La clave para compensar ese desbalance y evitar la quiebra de las empresas es "compensar con más kilos ganados", de allí que tiene un rol preponderante el costo financiero, e insiste en el fuerte impacto en la "suba de tasas de los últimos dos meses".

Sobre el precio del ternero para enviar a feedlot, Tonelli explica que está elevado porque "el precio de un negocio de largo plazo, como es la ganadería, lo fija la expectativa y hoy es que habrá más demanda global a futuro".

Pero esto choca con la realidad de la actividad de encierre. "Llegamos a julio con ocupación récord y luego empezó a en caer", asegura Storni, y destaca que el sector de engorde en feedlot lleva dos meses de caída en el nivel de ocupación.

No es poco en una actividad clave para la generación de divisas, que se desarrolla en unos 1100 establecimientos registrados ante el Senasa, por los que anualmente pasan unos 5 millones de cabezas de ganado vacuno, y con una capacidad de encierre simultáneo de hacienda de entre 1,7 y 2 millones de cabezas.