Los negocios liderados por mujeres ganan terreno, pero falta financiamiento
Carmen Correa CEO de ProMujer
Carmen Correa CEO de ProMujer
Aunque la perspectiva de género gana espacio en las estrategias de inversión, los recursos financieros todavía no acompañan esa intención. Si bien las mujeres controlan hoy el 32% de la riqueza privada global, y se estima que gestionarán el 75% del gasto discrecional en los próximos cinco años, sus emprendimientos siguen estando subfinanciados.
Todavía, las empresas lideradas por mujeres continúan recibiendo sustancialmente menos capital de riesgo y financiamiento bancario que aquellas dirigidas por hombres: según datos del International Finance Corporation (IFC), solo el 6% del capital de fondos de inversión en la región se destina a empresas lideradas por mujeres.
Esta situación revela una brecha que no responde a una falta de visión, capacidad o liderazgo por parte de las mujeres, sino a la persistencia de sesgos de género, barreras culturales, institucionales y sistémicas que limitan sus posibilidades de captar inversión en igualdad de condiciones.
Además, la baja participación femenina en espacios de decisión financiera -donde las mujeres representan apenas el 18% de quienes gestionan fondos y el 19% de quienes toman decisiones en capital de riesgo- constituye una barrera crítica para el financiamiento de emprendimientos liderados por mujeres.
Su limitada presencia en estos entornos estratégicos no solo reduce las oportunidades de inversión con enfoque de género, sino que también restringe el flujo de capital hacia proyectos que, en muchos casos, muestran un alto potencial de retorno.
De hecho, esta desigualdad resulta especialmente paradójica si se tiene en cuenta que, cuando acceden a financiamiento, las empresas fundadas por mujeres suelen registrar rendimientos superiores a aquellas que no tienen representación femenina en sus equipos fundadores.
Esta tendencia, va en línea con un fenómeno más amplio: las compañías con mayor diversidad de género en puestos de liderazgo -en Argentina, las mujeres ocupan solo el 7,5% de los cargos en juntas directivas- han demostrado hasta un 25% más de rentabilidad.
Incorporar diversas perspectivas en los niveles estratégicos no solo contribuye a una mayor equidad, sino que también potencia el desempeño organizacional, mejorando la productividad, la innovación, la toma de decisiones y la retención del talento, pilares clave para la construcción de valor sostenible dentro de las organizaciones.
A pesar del inmenso potencial que tienen las mujeres para dinamizar la economía, la inserción en redes empresariales y acceso a inversiones sigue siendo limitado. Esta brecha se refleja claramente en el acceso al crédito bancario: mientras solo el 20,5% de las MiPyMEs lideradas por mujeres accede a préstamos, la cifra asciende al 42,9 % entre aquellas lideradas por hombres. Aunque participen en mayor medida en programas de microcrédito, los montos que se reciben suelen ser inferiores a los otorgados a nuestros pares varones.
Esta desigualdad se profundiza todavía más frente a la escasa participación de las mujeres en el ecosistema de negocios e inversión, instancias fundamentales para acceder a oportunidades de financiamiento y alianzas estratégicas. Su presencia limitada en estas redes- que además suelen ser más chicas y menos influyentes que las de los hombres- reduce su posibilidad de dar visibilidad a sus proyectos y acceder a mentorías.
A esta realidad se suma la falta de productos financieros diseñados específicamente para acompañar el crecimiento de negocios liderados por mujeres, así como la escasa existencia de indicadores de impacto con enfoque de género que permitan evaluar el verdadero alcance de las inversiones inclusivas. Contar con métricas claras es clave no solo para dimensionar el problema, sino también para impulsar soluciones sostenibles y escalables.
Es por eso que avanzar hacia una agenda transformadora es urgente y requiere medidas concretas: planes de carrera con enfoque de género, programas de mentoría y liderazgo inclusivo, y productos financieros orientados a mujeres emprendedoras son pasos esenciales para cerrar brechas.
Desde Pro Mujer, creemos que este cambio es posible y urgente. Por eso, del 10 al 12 de junio, convocamos al GLI Forum Latam 2025, el principal foro de inversión con enfoque de género en la región, que tendrá lugar en Ciudad de México. Un espacio para repensar el sistema, movilizar capital y transformar realidades.
*Carmen Correa, CEO de ProMujer