Startups argentinas en el centro de la escena: cómo el país ha convertido la adversidad en cultura de innovación
Durante el Forbes Game Changers - Innovation Summit, líderes del ecosistema emprendedor argentino coincidieron en que se vive un momento de madurez sin precedentes. Con resiliencia, mentalidad global y un fuerte sentido de impacto, los emprendedores locales desafían las crisis, levantan capital y tejen redes que apuntalan el futuro de la región

En una escena que podría parecer sacada de El Eternauta, los emprendedores argentinos enfrentan tormentas de nieve metafórica, escarabajos invasores y desafíos de otro planeta. Aun así, no sólo sobreviven: prosperan. 

Así lo describió con humor Julia Bearzi, directora ejecutiva de Endeavor Argentina, durante el panel Startups en el centro de la escena del Forbes Game Changers - Innovation Summit. "Nunca estuvo mejor el ecosistema emprendedor argentino: es robusto, con emprendimientos que trascienden fronteras y son embajadores de las próximas generaciones".

El panel reunió a Bearzi junto a Diego Noriega (cofundador de SquadS Ventures), Yamil Rabbat (cofundador y CEO de Ed Machina) y Candelaria Sosa (cofundadora y CCO de Tributo Simple), para trazar un mapa del presente y futuro emprendedor argentino. Lo que surgió fue un diagnóstico optimista y una radiografía de cómo el país ha convertido la adversidad en cultura de innovación.

"Hoy la mentalidad emprendedora está en el gobierno, en la academia y en las escuelas; y por eso hay más conciencia sobre lo que significa emprender, que es durísimo, pero también se desdramatiza y eso fortalece el ecosistema", sostuvo Noriega. El emprendedor, agregó, ha dejado de ser una figura idealizada para convertirse en un actor que colabora, que entiende que el fracaso no es una medalla pero sí una parte del proceso. Y que no todo se trata de levantar capital. "El éxito potencia todo el ecosistema: dinamiza la economía, atrae inversión y genera innovación".

La idea de un ecosistema concentrado en Buenos Aires ya no tiene sustento. Yamil Rabbat, con un equipo distribuido en todo el país, destacó la equidad territorial del fenómeno. "Los emprendedores, tanto de la Ciudad como del interior, se adaptan, son flexibles, corren riesgos y logran resultados en cualquier parte del mundo". En su lectura, esa capacidad de adaptación es lo que permite surfear los cambios del mercado de capitales. "Pasamos de una euforia de inversión en 2021 a una normalización, y los emprendedores argentinos supieron acomodar sus productos y estrategias con rapidez".
 

Candelaria Sosa cofundadora y CCO de Tributo Simple

El escenario regional también se amplía. "El emprendedor argentino tiene por naturaleza una vocación de salir a otros mercados", afirmó Noriega, comparando esa dinámica con la de empresarios brasileños o mexicanos, que tienden más al mercado interno. En este punto, el emprendedor local se diferencia por su instinto exportador.
 

Desde el otro extremo del ecosistema, el que acompaña a los microemprendedores, Candelaria Sosa observó dos tendencias claras: propósito e información. "Tenemos un terreno fértil de emprendedores, que llegan con una nueva conciencia de impacto y con muchas ganas de informarse para emprender de forma más segura". Ya no se trata sólo de tener una idea: se busca impacto social, ambiental y económico. Y sobre todo, se busca conocimiento. "Nos preguntan cómo organizarse para emprender sin ponerse en riesgo, cómo ahorrar, cómo facturar para acceder a mejores créditos. Es otra mentalidad".

Sosa también advirtió que los datos, y en particular su interpretación, son clave para evitar cierres innecesarios. "Muchos negocios fracasan porque no manejan información básica de ingresos, egresos o ventas por zona. Implementar inteligencia artificial para ordenar esos datos puede hacer la diferencia".
 

 Yamil Rabbat cofundador y CEO de Ed Machina

Todos los panelistas coincidieron en que la inteligencia artificial atraviesa al ecosistema, ya sea como base de nuevas startups o como recurso transversal que mejora productos existentes. Pero no alcanza solo con tecnología. La verdadera transformación ocurre cuando se tejen redes.

"No va a ganar el más inteligente, sino el que tenga mayor capacidad de adaptarse", señaló Bearzi. En esa línea, destacó la importancia de construir alianzas entre emprendedores, corporaciones e inversores. "Eliminar la palabra competencia y reemplazarla por cooperación y colaboración es un win-win para todas las partes".

Ese espíritu también se refleja en quienes han tenido éxito. "Muchos emprendedores a los que les fue bien en Argentina están creando sus propios fondos y vehículos de inversión para apoyar a nuevas generaciones", añadió Bearzi. Casos como los fundadores de Globant, Mercado Libre, Mural o Ualá, ejemplifican un fenómeno de reinversión virtuosa: capital, mentoría y visibilidad puestos al servicio del ecosistema.

El panel no esquivó uno de los temas más complejos: levantar capital. Rabbat fue claro: "Levantar una ronda te desenfoca: implica fichar, reunirte, negociar... y muchas veces eso te aleja de operar tu compañía". Por eso, coincidió con Noriega en que el venture capital debe ser una herramienta, no un objetivo en sí. "Las alianzas estratégicas, el crecimiento orgánico y las colaboraciones con pymes o corporaciones son caminos más sustentables en América Latina", resumió el inversor.
 

 Julia Bearzi, directora ejecutiva de Endeavor Argentina

Además, el acceso a capital no es igual en todas partes. "Afuera, el proceso de inversión es más ágil, porque hay más previsibilidad macroeconómica. Acá cuesta más, pero cuando lográs mostrar resiliencia, el capital llega", explicó Sosa.

Rabbat introdujo una reflexión sobre el valor del conocimiento local. "Estudié afuera, pero lo más valioso fue lo que aprendí acá. El sistema educativo argentino, sumado a todo lo que ofrecen las organizaciones del ecosistema, genera profesionales que no tienen nada que envidiarle a nadie". Para él, esa formación, sumada a la creatividad forzada por años de inestabilidad económica, crea un perfil de emprendedor particularmente potente.

Para Bearzi, el futuro es una oportunidad que exige mentalidad emprendedora. "Con las disrupciones tecnológicas actuales, no hay mejor herramienta que el mindset emprendedor para crecer". Noriega proyectó una mayor colaboración y crecimiento del ecosistema de innovación argentino, y Sosa cerró con un deseo: "Que cada vez tengamos más changemakers en la región. El futuro pertenece a quienes creen en sus sueños".