Cómo será "el nuevo barrio de la Ciudad" que inaugurará el Gobierno porteño
Romina Contini, Responsable de Comunicación del proyecto Parque de la Innovación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, anticipó en qué consiste la iniciativa que se está llevando adelante frente a la cancha de River Plate.

Cuatro expertos en desarrollo de potencial debatieron acerca de los mecanismos útiles para incentivar los nuevos proyectos y la formación de los emprendedores.

En la cuarta edición del Forbes Game Changers - Innovation Summit, en el Four Seasons, Romina Contini, Responsable de Comunicación del proyecto Parque de la Innovación del gobierno porteño; Luz Borchardt, co-fundadora de Henry; Matías Peire, co-fundador y CEO en Gridx, y Ana Indart, cofundadora y CEO de Elytron, analizaron el modo de impulsar la creatividad y la asunción de riesgos.

"El rol del Estado es fomentar que haya una cultura de innovación, y entre muchos proyectos vamos a hacer un edificio de coworking de laboratorios", anticipó Contini en relación a la iniciativa que se está llevando adelante frente a la cancha de River Plate.

 Romina Contini, Responsable de Comunicación del proyecto Parque de la Innovación del gobierno porteño.

La funcionaria sostuvo que la función oficial es procurar que los game changers “no sean casos excepcionales, para lo cual debe facilitarse la integración entre las universidades y las empresas y también que haya áreas abiertas, con espacios de uso público”.

La intención del gobierno porteño es inaugurar el Parque de la Innovación en febrero próximo. “Va a ser un nuevo barrio para la ciudad, con presencia de la UBA, la UTN, el ITBA, la Universidad Di Tella, empresas, edificios de coliving, otro de coworking de laboratorios del que los emprendedores podrán hacer uso y un 60% del predio como espacio público”, dijo Contini.

En ese laboratorio compartido se podrán hacer pruebas de producto y vinculaciones con otros actores del sistema innovador.

En ese rol se incluyen los egresados de Henry, academia de programación. Luz Borchardt, co-fundadora, explicó: "Invertimos en la educación de las personas de América Latina y dictamos carreras cortas de desarrollo web y data science a costo cero, que se pagan cuando los estudiantes consiguen trabajo".

La idea es conectar a los que se reciben, tras carreras super intensas de 4 o 5 meses, con empleos bien remunerados. “El 87% de nuestros estudiantes están trabajando en el mundo. Los capacitamos con habilidades técnicas, blandas y para prepararse para entrevistas y reducir así la desigualdad en América Latina”, sostuvo.

Borchardt afirmó que tras dos años de operaciones, reciben hoy más de 45.000 aplicaciones por mes de todo el continente, pero solo admiten al 3%. “Se da un círculo virtuoso: a medida que los estudiantes se reciben, pagan por la carrera y podemos invertir en más personas”, precisó.

Luz Borchardt, co-fundadora de Henry.

Mucha demanda

"Tenemos 42 proyectos en inversión hoy, con lógica de venture capital. Somos constructores de compañías científicas y queremos aprovechar el talento regional disponible", definió a su lado Matías Peire, co-fundador y CEO en Gridx.

La empresa tenía decidido apostar por la biotecnología, pero no encontraba proyectos formulados de manera apropiada por lo que resolvió acompañar a científicos, ser los catalizadores de sus ideas.

Matías Peire, co-fundador y CEO en Gridx.

“La mayoría de las empresas en las que invertimos no hubieran existido sin este proceso, y de hecho hemos desarrollado una metodología que estamos intentando replicar porque hay 2200 proyectos científicos en toda la región y unos 200.000 investigadores. Estimamos que un 10% podrían ser sujetos de una conversación como la que proponemos”, detalló Peire.

Gridx apunta al diseño inicial de proyectos, que tienen procesos de entre 3 y 5 años para llegar al mercado. “Emprender es construir con un compromiso a 10 años para que las cosas pasen”, subrayó.

"Estamos probando en el campo bioinsecticidas desarrollados con inteligencia artificial y miramos el mundo, porque hay una demanda enorme", reveló otra innovadora del panel, Ana Indart, cofundadora y CEO de Elytron.

La empresaria se asoció con un entomólogo y un bioquímico para estudiar la interacción de los insectos con microorganismos que los controlan naturalmente, “haciendo interactuar cientos de variables biológicas, genéticas, moleculares, de calidad de suelo, de clima, de rayos ultravioletas… Con esta plataforma ahorramos años de investigación y desarrollo, maximizamos la eficacia y somos escalables”, indicó. 

Ana Indart, cofundadora y CEO de Elytron.

Por estar haciendo algo que nunca nadie hizo antes, hay mucho ensayo y error, mucha vuelta atrás. “Ahora estamos en la etapa de probar los primeros productos en el campo. Nosotros miramos el mundo, pensando en productores argentinos porque para exportar están muy limitados en la aplicación de químicos, sobre todo en frutas y verduras. Así que hay una demanda enorme para nosotros y por algo grandes compañías de agroquímicos están buscando entrar en este mercado de bioinsecticidas”, contó.