Wyndham Hotels & Resort revela a Forbes sus planes en la Argentina y la región
Gustavo Viescas, Senior VP de la compañía para Latinoamérica y el Caribe, habla sobre la reactivación del turismo y la reconversión postpandemia. "La hotelería es un negocio de largo plazo", asegura el ejecutivo.

La reactivación del turismo sigue a todo vapor, luego de dos años en los que se vio fuertemente afectado por la pandemia. En este contexto, América Latina no es la excepción, y Gustavo Viescas puede dar un panorama desde su posición como Senior VP para Latinoamérica y el Caribe de Wyndham Hotels & Resorts, una compañía con 9.000 hoteles en casi 95 países, que opera un portfolio de 22 marcas en el mundo, como Super 8, Days Inn, Ramada, La Quinta y Wingate.

En este rol, que asumió en abril, Viescas es el responsable máximo de la compañía desde México hasta la Argentina. Tiene más de 20 años de experiencia en Finanzas y Administración, y previamente fue VP de Finanzas para Latinoamérica y el Caribe. Es contador por la UBA y posee una Maestría en Dirección de Finanzas y Control de la UADE. Wyndham desembarcó en el país con estructura propia a través de la adquisición de Fën Hoteles, firma que había desarrollado las marcas Dazzler y Esplendor y tenía más de 20 establecimientos.

“Este es un mercado muy dinámico y cambiante, pero con muchas oportunidades de crecimiento. El desafío hoy es crecer y que la estructura y el entorno acompañen ese crecimiento”, asegura. Si bien México y Brasil son los mercados más grandes, Viescas dice que Argentina, con sus 57 hoteles, “juega un rol muy importante en este crecimiento”.

Gentileza de Wyndham Hotels & Resort.

-¿Cómo impactó la pandemia y cómo fueron adaptándose?

No estuvimos exentos a la situación, y nos golpeó tanto como al resto, pero tuvimos algunas ventajas. Financieramente es una compañía muy sólida, entonces pudimos apoyar a todos los hoteles que están franquiciados y gerenciados. En Argentina y Uruguay se lanzó una campaña de vouchers para prevender noches que fue muy exitosa, porque les daba cash a los hoteles. Hicimos reducciones de costos a su mínima expresión, con estrategias que variaban según cada país y las restricciones particulares que se daban. Cuando comenzó la recuperación, el primer negocio que rebotó es el de vacaciones, principalmente en el Caribe, Brasil y México. Primero con turismo interno y luego, de a poquito, la rueda comenzó a girar otra vez.
 

-Al aire libre…

Exactamente. Como destino uno era más propenso a ir a una playa que a encerrarse en un hotel en una ciudad.


-¿Cómo es la proporción entre turismo y negocios?

Varía mucho. De los 240 hoteles que tenemos en la región, hay unos 30 que son 100% leisure, destino de playa. En los hoteles de ciudad, el componente vacaciones/negocios varía según la ubicación. E incluso porque, en ciudades como Rosario o Buenos, por la pandemia se dio que mucha gente empezó a vacacionar dentro de su ciudad, para “escaparse” de la casa.

Gentileza de Wyndham Hotels & Resort.

-¿Cómo está hoy el negocio?

Hay que verlo por segmento. En leisure, está 100% recuperado y mejor que en 2019 en cuanto a ocupación y tarifa. El viajero de negocios empezó a recuperarse también y, aunque no tiene los mismos niveles que en 2019, está muy cerca. El que más está tardando es el negocio de grupos, eventos y convenciones, porque requieren mucha planificación, por lo que calculo que para fines de este año y 2023 va a repuntar.

-¿Cómo es el turista postpandemia?

Hay cambios en el comportamiento por la combinación de trabajo y vacaciones. No es una regla generalizada, pero en los destinos que eran 100% de vacaciones hoy las personas igual necesitan un lugar para trabajar. Quizá antes se iba una semana pero ahora extiende su estadía y trabaja en el destino. Y en hoteles de ciudad antes las ocupaciones eran muy altas los días de semana y muy bajas los fines de semana, y ahora vemos ocupaciones que muestran que la gente hace turismo en su propia ciudad o ciudades cercanas los fines de semana.
 

Potencia local

En América Latina, Wyndham tiene 17 de las 22 marcas de su portfolio. En Argentina son siete: Esplendor, Dazzler, Wyndham, Ramada by Wyndham, Wyndham Garden, Days Inn y Howard Johnson. A nivel local, se utilizan los dos modelos de negocio típicos de la industria: franquicia y gerenciamiento (con operación directa). Así, la master franquicia de Days Inn y Howard Johnson está en manos del Grupo Albamonte hace 25 años. Pero Argentina tiene la particularidad de ser el país con más cantidad de hoteles gerenciados (13). “El gerenciamiento tiene que tener una razón de ser estratégica: porque es un hotel en algún destino que nos interesa, porque nos ayuda a introducir una nueva marca”, explica Viescas.

-¿Cuál es la estrategia a nivel local?

Las últimas aperturas, en La Plata y el Microcentro, vinieron de la mano de Dazzler y Esplendor. Howard Johnson y Days Inn también tienen un pipeline muy interesante. Argentina es muy grande, así que apuntamos a crecer. Con qué marca depende de la oportunidad, tipo de hotel, ubicación.

-¿Cómo impacta la coyuntura?

A pesar de los vaivenes de nuestra economía, la hotelería es un negocio de largo plazo que supera ministros o presidentes. No harías una inversión en hotelería pensando en el negocio durante los próximos 12 meses, es un negocio que dura décadas. Con esa visión, la coyuntura nos golpea, frena procesos de negociación o de construcción, pero los proyectos continúan. En la peor época de pandemia seguíamos firmando contratos, abriendo hoteles y haciendo negocios.

-¿Qué marcas tienen potencial de crecimiento acá?

La marca Wyndham como tal hoy en Argentina tiene un solo hotel, en Nordelta. Siendo la que lleva el nombre de la compañía, me gustaría tener diez Wyndham en Argentina. En Bariloche, en Iguazú… en cada uno de los destinos turísticos. Dazzler y Esplendor están muy bien posicionadas y crecen fácil porque están en la cabeza del público local.

Bahía de Nordelta, el polo gastronómico que se posiciona frente al río.

-¿Y alguna como La Quinta, por ejemplo?

La Quinta es una marca superposicionada en EE.UU., con muchísimo potencial en México. Acá quizá no lo veo tan simple por el posicionamiento. Sí, por ejemplo, abrimos Dolce, que no estaba en la región, en Belo Horizonte. Está en un segmento alto, no lujo, pero sí upper upscale. Las marcas nuevas llegan, pero hay que encontrar la oportunidad porque el lanzamiento tiene que ser muy cuidado y acompañado.

-¿Qué zonas de Argentina están subexplotadas?

Todo el país está subexplotado. No porque esté mal, sino porque la oportunidad es tan grande… Pero la actividad turística, para que se desarrolle, no puede hacerlo por sí sola. Hacer hoteles en una ciudad no es desarrollar una actividad turística, tiene que venir acompañado de conectividad, infraestructura (rutas, hospitales, escuelas, viviendas). Cancún es un ejemplo. Se necesita la cooperación de muchos actores… Eso es fundamental. Desarrollar un destino no es hacer hoteles, eso es una patita de una mesa que tiene muchas.

-¿Cómo está la ocupación en Argentina?

En Buenos Aires, la zona de Recoleta y Palermo tiene un nivel de ocupación arriba del 85%. Niveles altísimos. La zona del Centro y Microcentro está un poco más relegada; ronda el 60/65%, cuando debería estar arriba del 70%. Rosario está mejor que en 2019. En el sur, las perspectivas son altísimas.