Pymes: un contenedor a US$ 5000 y otros conflictos a la hora de exportar
Los empresarios del sector de la pequeña y mediana empresa contaron cómo se reacomodaron en sus negocios durante la segunda mitad del año. Formación, reducción de costos y reglas claras, los principales temas.

Las pequeñas y medianas empresas son una parte fundamental de la usina económica nacional y las restricciones provocadas por la pandemia a nivel mundial provocaron cambios a la hora de pensar cómo insertarse internacionalmente. “Este año puso a prueba todos los paradigmas que tenían las compañías y se han triplicado las consultas para exportar. Estamos en un proceso de aprendizaje fuerte y los que no se adapten a la tecnología y esta nueva forma de negociar van a tener problemas a corto plazo”, sentenció Pablo Furnari, director del programa Primera Exportación.

El parate inicial, indican las PyMEs, fue difícil de sortear, pero durante la segunda mitad del año pudieron reacomodarse. “Tuvimos un segundo trimestre con el mercado local complicado y las exportaciones fueron el 50% de nuestra venta. Luego pudimos relanzar todas nuestras inversiones porque el mercado de la construcción es nuestro fuerte”, afirmó Fernando Martínez, CEO de Tecnoperfiles, que elabora perfiles de PVC para puertas y ventanas. Lo mismo le sucedió a Lorenza Piazze, de Vidrios Piazze (VidPia), cuyo negocio se apoya en esta industria: Con la apertura pudimos darle una marcha productiva a todo y hoy estamos a pleno con inversión en tecnología”.

Uno de los principales reclamos del sector para poder potenciar sus ventas al exterior tiene que ver con los sobrecostos. “Está muy regionalizado en Buenos Aires. Hoy el costo de un flete terrestre para llegar ahí duplica el precio internacional y hace que pierdas competitividad”, señaló Emiliano Bello, fundador y director ejecutivo de Altitude Logistics. Asimismo, apuntó que hay escasez de equipos y contenedores. “En julio un contenedor valía US$ 350 y hoy está casi US$ 5000, entonces todo ese valor que podes tener lo perdes en los costos internos”, expresó.

Martínez planteó que estos inconvenientes suelen intentar de sortearse con inversiones. “Intentamos buscar qué inversiones se pueden hacer para que estos costos nos permitan compensar parte de esas cuestiones de infraestructura que nos juegan en contra”, explicó. En tanto, Piazze acotó: “También hay que trabajar en esas alícuotas o aranceles que existen y generan un sobrecosto innecesario”.

Además de reglas claras, un pedido que suele ser trasversal a todas las industrias y tamaños de empresas, Furnari abogó por intensificar la formación empresaria. “Es muy importante más ahora con los cambios de paradigma que hay en materia de comunicaciones. Hoy existen muchas herramientas para negociar y tener una reunión de negocios de manera virtual y también está el ecommerce. El que no se suba al tren de la tecnología y las nuevas prácticas se va a quedar afuera”, apuntó.

La pandemia trajo consigo un incremento de la virtualidad en la vida diaria de las compañías y según los empresarios PyME esto llegó para quedarse. “Ahorra un montón de tiempo y costos. Lo que también seguirán son los cuidados y protocolos y todos estamos trabajando en productos innovadores que apunten a eso”, comentó Piazze. Por su parte, Martínez hizo hincapié en cómo estas herramientas ayudaron a la optimización de tiempos, mientras que Bello afirmó que esto igualó a empresas grandes, medianas y pequeñas. “Generó que todo el mundo esté al mismo nivel de venta ? analizó- y aumentó la competitividad porque ahora todos vendemos un servicio que tiene que ser bueno, competitivo y estar adaptado a la tecnología”.