Liderar desde el hacer: el desafío (y la oportunidad) de las pymes en la era de la IA
Agustina Valverde Directora General de Cuentas de Joy Group
Agustina Valverde Directora General de Cuentas de Joy Group
En las pymes, el liderazgo es cercano, operativo y emocional. No hay escritorios lejanos ni oficinas en pisos imposibles de alcanzar. El líder está en el barro, toma decisiones, acompaña, da dirección y también resuelve, lleva adelante un rol que requiere mucha versatilidad y, en muchos casos, una actitud hands-on: las estructuras son más chicas, hay menos respaldo operativo y eso implica estar encima de muchas cosas al mismo tiempo. Liderar en este contexto es menos una cuestión jerárquica y más una práctica cotidiana de empatía, adaptación y escucha activa por eso es clave que los líderes cuenten con herramientas de gestión humana, no solo técnica.
A diferencia de las grandes estructuras, donde los procesos están hiperdefinidos y los roles más fragmentados, en una pyme el líder es muchas cosas a la vez: guía, mediador, aliado y motor. ¿La clave? Mantener el propósito firme y claro, incluso cuando el contexto cambia a una velocidad vertiginosa, como ocurre hoy con los avances tecnológicos.
En nuestra agencia de publicidad, lo vivimos todos los días. Las herramientas de IA llegaron para quedarse y están transformando la manera en la que trabajamos, creamos y pensamos. Pero en lugar de verlas como una amenaza, decidimos verlas como una aliada. Eso implicó reformular procesos, sí, pero sobre todo reformular mentalidades. Y eso empieza desde el liderazgo.
Motivar a los equipos en este contexto no tiene que ver con repetir frases motivacionales o premiar con un bono ocasional. Tiene que ver con ofrecer espacios de crecimiento reales, con reconocer el talento individual y hacerlo parte de decisiones que importan. Tiene que ver con alentar la actitud exploratoria frente a lo nuevo, que cada persona se sienta habilitada para probar, curiosear, adaptar, proponer. Estamos construyendo una cultura donde lo tecnológico no reemplaza lo humano, sino que lo potencia.
Frente al avance de la IA, entendimos que lo más valioso que tenemos es nuestra capacidad de pensar en conjunto. Creamos espacios internos de formación cruzada, workshops de experimentación con nuevas herramientas y sobre todo, reforzamos una cultura de curiosidad constante. Porque si algo nos enseña la tecnología es que el cambio ya no es la excepción, sino la regla.
Liderar una pyme hoy implica asumir la incertidumbre como parte del camino. Pero también nos da la oportunidad de construir equipos más ágiles, más humanos y más preparados para lo que viene. Porque al final del día, no se trata solo de adaptarnos a la tecnología. Se trata de entender cómo podemos potenciar lo que nos hace únicos frente a ella: nuestra creatividad, nuestra intuición, y la capacidad de emocionarnos con una buena idea.
*Agustina Valverde, Directora General de Cuentas de Joy Group