El panorama es crítico: entre diciembre de 2023 y junio de 2025, el sector textil, indumentaria, calzado y cuero perdió 11.500 puestos de trabajo registrados, lo que representa una caída del 10% del empleo sectorial. Se trata de la mayor contracción entre todos los sectores industriales, según datos presentados esta mañana por Fundación Pro Tejer.
A nivel agregado, desaparecieron 380 establecimientos productivos del sector textil en el último año y medio, dentro de un total de 17.600 empresas cerradas en toda la economía, de las cuales 1.800 corresponden a la industria manufacturera.
Luciano Galfione, presidente de la Fundación Pro Tejer, fue contundente: "El sector textil es muy termómetro de la economía. Siempre que a nuestro sector le fue mal, a la Argentina le fue peor. Somos los primeros que caemos, de la misma manera que somos los primeros en recuperarnos".
Pedro Bergaglio, presidente de la Cámara Argentina de Empresas de la Industria del Sweater, aportó un testimonio directo sobre la situación que vive a diario: "A diciembre pierdo el 30% de los socios de mi cámara porque cierran. Estamos hablando de empresas con un promedio entre 10 y 30 empleados". El directivo señaló que Mar del Plata, histórica capital nacional del sweater, está particularmente afectada, y alertó sobre la pérdida de oficios especializados.
De acuerdo al informe presentado, uno de los factores clave de la crisis es el aumento explosivo de las importaciones. Entre enero y agosto de 2025, las importaciones de la cadena textil e indumentaria aumentaron un 63% interanual, muy por encima del incremento del 32% de las importaciones totales del país.
Los rubros más afectados fueron los bienes finales: confecciones con un aumento del 146%, indumentaria con 93% y tejidos de punto con 122%.
Asimismo, un dato llamativo es que se registraron 14.000 nuevos CUIT de importadores solo en este año, un incremento del 38% respecto al año anterior. Además, el precio promedio por kilogramo importado está en niveles mínimos históricos: los tejidos de punto ingresan a la mitad del precio de 2015, y las prendas y confecciones a dos tercios.
El impacto del tipo de cambio
Priscila Makari y Lucía Knorre, directora ejecutiva y economista jefe de la Fundación Pro Tejer, respectivamente, detallaron en su presentación cómo la apreciación cambiaria golpea al sector. El tipo de cambio real multilateral se encuentra en niveles similares a los previos a las grandes devaluaciones de 2001, 2015 y 2018, lo que genera una pérdida de competitividad tanto para exportar como para competir contra las importaciones, destacaron.
A esto se suma un ancla sobre salarios y jubilaciones que redujo el poder adquisitivo y el ingreso disponible para consumo. Como resultado, mientras servicios básicos como vivienda, agua, gas y electricidad aumentaron 335% entre enero-junio 2025 versus el mismo período de 2023, las prendas de vestir y calzado solo subieron 100%.
El informe reveló que el 70% del mercado textil actual es importado, cuando históricamente hasta 2019 la proporción era 50% nacional y 50% importado.En términos macroeconómicos, el costo es significativo: si Argentina tuviera que importar todo lo que consume de prendas, implicaría una salida anual de US$ 8.100 millones, cifra que supera las exportaciones 2024 de sectores como maíz, minería-metalífera y litio, y se acerca al complejo petrolero.
Críticas a la política económica
Galfione fue enfático sobre la dirección opuesta que tomó Argentina respecto a las tendencias globales: "El mundo actual, lejos de abandonar sus cadenas de valor, las potencia, las multiplica". El presidente de Pro Tejer cuestionó el modelo: "Si queremos un país más competitivo, en lugar de bajar aranceles a la importación, podríamos bajarle en la misma proporción los impuestos a quien produce, que en definitiva es quien genera empleo".
La cadena textil e indumentaria genera 540.000 puestos de trabajo en todas las provincias del país, con particular relevancia en el empleo privado provincial. Galfione fue categórico: "No hay país desarrollado del mundo de más de 35 millones de habitantes que no sea potencia industrial. Somos 50 millones. Sin industria nacional no hay trabajo para todos en la Argentina, no lo hay".