El sistema de franquicias argentino sigue consolidándose como un motor clave de la economía. Lo que antes era un tema especializado solo para el sector empresarial hoy ocupa un lugar central en la agenda institucional, financiera y mediática, con presencia activa en municipios, entidades bancarias y principales medios de comunicación del país.
Desde la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF), destacan que 2026 “tiene potencial para convertirse en un año de consolidación del sistema de franquicias, siempre que la macroeconomía avance hacia un escenario de mayor previsibilidad”.
De cara a fin de año 2025, se estima que habrá alrededor de 2.000 marcas operando más de 55.000 puntos de venta y generando cerca de 250.000 empleos directos, un dato que refleja un mercado en expansión, aun en un contexto económico moderado.
El avance, sin embargo, no fue uniforme. “El sistema en su conjunto siguió creciendo, pero algunos sectores mostraron un ritmo más moderado. Gastronomía, históricamente uno de los motores del sistema, se vio afectada por costos más altos en dólares, menor actividad en la segunda mitad del año y la necesidad de optimizar operaciones. Indumentaria y calzado sintieron la caída del consumo discrecional, con postergación de compras no esenciales, mientras que, en el comercio especializado, el comportamiento fue heterogéneo: categorías esenciales mantuvieron el buen ritmo, mientras que otras más vinculadas al consumo impulsivo o al ticket elevado enfrentaron mayor cautela”, explica Susana Perrotta, presidenta de la AAMF.

A pesar de estas diferencias, la expansión de redes se mantuvo firme. Según Ezequiel Devoto, gerente general de la AAMF, “durante el primer semestre nuestras redes crecieron en promedio un 2,6% respecto de diciembre de 2024, con el 92% de las marcas buscando activamente abrir nuevas franquicias y un 63% que logró ampliar su red. Este dinamismo demuestra que el sistema sigue siendo sólido, incluso frente a costos crecientes en dólares”.
El monto de inversión inicial también se reacomodó estratégicamente en dólares: el 89% de las marcas aumentó su inversión en esta moneda, impulsadas por la estabilidad cambiaria y la inflación acumulada en pesos. La mayoría de las franquicias (74%) requiere inversiones entre US$ 16.000 y US$ 100.000, un 21% supera los US$ 100.000 y apenas un 5% opera con tickets inferiores a US$ 15.000.
“Un dato revelador es que el 87% de las cadenas trabaja con multifranquiciados, inversores que vuelven a apostar por la misma marca, lo que refleja confianza, satisfacción y solidez operativa”, comenta Devoto.
Otro hito del año fue la consolidación de FRANQ, la certificación de calidad de franquicias de la AAMF auditada por Bureau Veritas. Esta distinción se consolidó como un indicador de confiabilidad para inversores, evaluando capacitación, supervisión operativa y retorno de inversiones. Entre las empresas certificadas en 2025 se encuentran Pirka, Eddis Educativa, DIA, Bakery y The Coffee Store, mientras que marcas como Havanna y Granjas Carnave solicitaron su evaluación.

A su vez, la eficiencia operativa y la digitalización se volvieron estratégicas. Dos tercios de las marcas aplican inteligencia artificial en marketing, análisis de datos y atención al cliente, aunque el 85% reconoce que su conocimiento sobre estas herramientas sigue siendo bajo o medio, explorando aún su potencial.
La voz de los consultores
Daniel Arce, fundador de Franquicias que Crecen, destaca que, pese a la caída general del consumo, el sistema de franquicias logró crecer gracias a su modelo flexible y la economía de escala. Los locales pequeños de bajo costo, especialmente los de comida rápida y centros de estética, fueron los principales ganadores, mientras que los restaurantes y bares de mayor tamaño sufrieron la contracción del consumo.
“Este año la expansión la lideraron los almuerzos: locales fast food, especialmente casas de empanadas y pizzas de bajo costo, distribuidos en espacios de apenas 30 metros cuadrados en centros urbanos. La gente ya no se siente a almorzar, come de pie, de manera más económica y rápida. También destacaron los pequeños centros de estética, con seis o siete empleados frente a los grandes salones de belleza dejaron de crecer”, explica Arce.
Siguiendo esta línea, Marcelo Bernardini, socio director de Franquicias que Crecen, subraya que “el 2026 será un año clave para las franquicias: la tecnología ya no es un diferencial, sino una condición para competir. Las marcas que logren combinar innovación, eficiencia y un propósito auténtico capitalizarán la recuperación del consumo”.

Aprendizajes del sector en 2025
Pablo Cappa, director comercial de Lepus Consultora en Franquicias, identifica cinco tendencias que dejó el sistema este año:
1. Cierre de locales franquiciados que apenas alcanzaban el break even (es decir, muchos locales franquiciados que apenas se sostenían, sin ganancias reales, no pudieron absorber aumentos de costos, caída de ventas y terminaron cerrando).
2. Reducción de costos y fin del negocio de la especulación con stock.
3. Plazos de pago como condición comercial esencial (quien no lo otorga no vende)
4. Apertura de importaciones que redefine estrategias por sector.
5. Consolidaron del franquiciado en barrios de todo el país, despertando interés de municipios y bancos.
Y anticipa que 2026 será un año de márgenes ajustados, consumo más sensible al precio y exigencia de eficiencia operativa, donde las marcas con trayectoria, estructuras livianas y propuestas de inversión accesibles tendrán ventaja, sobre todo a través de franquiciados múltiples.
Por su lado, Roberto Russo, director general de la Guía Argentina de Franquicias, que está próximo a presentar la Edición de Oro 2026 para celebrar los 10 años de la GAF, describe 2025 como un año desafiante, marcado por la caída del consumo y la extensión de los plazos de recuperación. “Muchas marcas debieron achicar superficies, optimizar equipos y ordenar procesos internos”, destaca.

Aun así, enfatiza que el franchising resistió mejor que el comercio tradicional, mantuvo la comunicación con los clientes y ajustó formatos para seguir siendo competitivos. Incluso en este contexto, surgieron nuevas empresas interesadas en franquiciar, principalmente en gastronomía y servicios.
Innovar es imprescindible
“La innovación es, sin dudas, la palabra clave para estos tiempos. Un claro ejemplo es Lucciano's, que innova todo el tiempo no solo a través de nuevos productos nuevos, como los chocolates o alfajores, sino también en el desarrollo de cada una de sus franquicias. Cada local es diferente: la consigna es no se puede copiar ni replicar. Si bien todos mantienen el concepto de marca, cada espacio tiene su propia magia y diferenciación”, señala Marcelo Schijman, director de Franchising Company.
En esa misma línea, varias marcas apostaron este año a la innovación. Entre ellas se destacan Mi Gusto Empanadas, Guolis, con sus alfajores con corazón y Del Turista, que incorporó una nueva tecnología de producción que ya se encuentra en funcionamiento y que permite estandarizar productos con una textura más cremosa, respetando recetas de origen europeo y garantizando calidad constante, entre otras.

Asimismo, nuevos rubros se suman a la estrategia de expansión a través del sistema de franquicias, como: Stemcell Therapy, enfocada en medicina regenerativa, y Canillita Café, una propuesta que reinventa el tradicional kiosco de diarios.
Por su parte, Carlos Canudas, director de Canudas Franquicias y miembro destacado de la red Front Consulting International sostiene que en 2026 no habrá incertidumbre, un escenario que mayor genera confianza en inversores como en compañías dispuestas a alcanzar mejores índices de crecimiento. “Me animo a pronosticar que alrededor de 200 marcas se convertirán en franquicias y que se abrirán unos 4.000 nuevos puntos franquiciados”, afirmó.

Los bancos aliados del franchising
“En Galicia definimos a las franquicias como un eje estratégico dentro de nuestro enfoque hacia las pymes porque es uno de los modelos de negocio con mayor capacidad de crecimiento y resiliencia, incluso en contextos económicos adversos”, señala Santiago García del Río, Head of Small and Medium Merchants de Banco Galicia.
Además, destaca que el balance este año es positivo y que, de cara a los próximos años, el desafío será profundizar esta estrategia, ampliando la propuesta de valor del banco y acompañando la expansión de modelos de negocios que contribuyan al desarrollo productivo del país.
Desde Banco Macro, por otra parte, resaltan que el modelo de franquicias sigue mostrando dinamismo y expansión federal, incluso en contextos desafiantes.
“2025 fue un año positivo, con mayor financiamiento a nuevas marcas y franquiciados, una presencia consolidada en Expo Franquicias 2025 y un posicionamiento cada vez más fuerte del banco como aliado estratégico del ecosistema”, remarca Maximiliano Stipcic, gerente de Segmento Pyme de Macro.
Mirada económica
“Argentina entra en una etapa de mayor estabilización nominal que redefine el negocio de las franquicias”. Para Sergio Candelo, economista y COO de Snoop Consulting, el fin de la “ilusión monetaria” obliga a las marcas a competir por eficiencia real: la rentabilidad ya no vendrá de la inflación sino de la gestión, los costos y la productividad.
En paralelo, se amplían las oportunidades, con provincias como Neuquén, Mendoza, Salta y Jujuy impulsadas por la minería y la energía. Este escenario consolida a las franquicias como vehículo de inversión.
La clave está en la estructura de costos: eficiencia energética, alto nivel de facturación por metro cuadrado y productividad laboral apalancada en tecnología. El inversor mira la TIR y busca franquicias que permitan invertir capital sin operar el día a día; las que ofrezcan gestión pasiva y solidez legal serán las mejor posicionadas”, afirma Candelo.