En las semanas previas a las elecciones legislativas, la Argentina vuelve a experimentar una problemática ya conocida. La volatilidad del tipo de cambio vuelve a incomodar al país dejando ver, una vez más, la problemática de generar menos dólares a los demandados.
Si bien no hay recetas mágicas para solucionar esta dificultad, una de las respuestas es sumar más complejos exportadores que generen divisas de manera sostenida. Históricamente, este proceso estuvo liderado por el campo aunque en los últimos años la producción de energía, cuyo epicentro es Vaca Muerta, busca quedarse con esa posición. Sin embargo, hay otro segmento cada vez más consolidado que puede dar buenas noticias a la Argentina: la economía del conocimiento.
Según la nueva edición del informe Argenconomics, llevado a cabo por Argencon, entre julio de 2024 y junio de 2025, este sector exportó US$ 9.685 millones, un récord histórico que representa una suba interanual del +20,8%. Solo en el segundo trimestre de 2025 totalizó US$ 2.447 millones (+15,5% i.a.) y el crecimiento duplica el promedio global de 2024 (+9,5%).
"La Economía del Conocimiento se posiciona hoy como el tercer complejo exportador del país y representa el 12% de las exportaciones argentinas", indica Leandro Mora Alfonsín, Director Ejecutivo de Desarrollo de Argencon. Y agrega: "Los protagonistas siguen siendo los servicios profesionales, como contadores, diseñadores y otras profesiones, que dinamizan las ventas y nos insertan en el mundo de manera muy dinámica. Las exportaciones vienen creciendo".
¿Qué explica el boom?
Para Mora Alfonsín, el driver principal son las exportaciones basadas en inteligencia artificial. El nuevo informe Argenconomics muestra que la adopción de IA se acelera ya 41,5% de las firmas planea desplegar esta tecnología en todas sus áreas en 2026; entre las grandes exportadoras, 95% ya tiene especialistas o programas y 75% dicta capacitaciones obligatorias. El 74% mantuvo contrataciones y reentrena equipos; las áreas más transformadas: tecnología (74%), RR.HH. (50%), finanzas (48%) y marketing (43%).
"Este desempeño positivo se explica por una combinación de factores: un entorno macro algo más competitivo, la reingeniería de procesos con IA, el rediseño de productos y una demanda global que se reconfigura por la geopolítica", analiza Luis Galeazzi, director ejecutivo institucional de Argencon. "El ecosistema de la Economía del Conocimiento tiene la oportunidad de liderar la adopción de IA en toda la matriz productiva", destaca Galeazzi.
Competencia regional y la próxima meta
Argentina crece por encima del promedio global, pero en la región compite con países como Colombia que vienen creciendo en este sector. Mora Alfonsón explica que las condiciones locales permiten compararse con países como Portugal, Polonia, España. "Con estabilidad macro y políticas habilitantes, Argencon proyecta que las exportaciones del sector podrían llegar a US$ 30.000 millones en la próxima década. Argentina, por capital y talento, huso horario y razones geopolíticas, puede aprovechar el contexto para crecer", sostiene Mora Alfonsín.
Las cifras muestran que la actualidad es positiva. En el segundo trimestre del año, el sector generó 3.200 puestos de trabajo, lo que lo diferencia de otras industrias que, por estos días, atraviesan el proceso contrario. Sin embargo, el país ocupa el puesto 43° entre los exportadores de servicios basados en conocimiento, con 0,23% del total mundial. "Aún hay mucho trabajo por hacer para seguir creciendo", destacan desde Argencon.
Los desafíos para sostener el crecimiento
El potencial está, pero no hay crecimiento automático. Para escalar desde los casi US$ 10.000 millones actuales hacia los US$ 30.000 millones proyectados, el sector necesita estabilidad macroeconómica, reglas claras y una política de talento a largo plazo.
"Argentina requiere, para fortalecer todos sus vectores de exportación, estabilidad macroeconómica; no solo en la Economía del Conocimiento", advierte Leandro Mora Alfonsín. "Además, el capital humano argentino es notable, pero eso no debe ser un stock sino un flujo que se alimente permanentemente. Hoy hay complejidades para contratar y retener perfiles, y ese es un gran desafío para alcanzar esa cifra".
Luis Galeazzi complementa esta mirada: "Para que esta evolución se sostenga, es esencial mantener un entorno regulatorio favorable a la innovación, la inversión y el desarrollo. La adopción de inteligencia artificial es una oportunidad enorme, pero una regulación inadecuada puede frenarla".
La hoja de ruta combina tres vectores: macro estable, formación de talento y un marco normativo pro innovación. Si esa tríada se consolida, la Economía del Conocimiento puede convertirse en el gran estabilizador estructural de la balanza de pagos argentina.
Poner los números en contexto: comparativa con otro bienes bienes
Para dimensionar el tamaño de las exportaciones de la Economía del Conocimiento, en el último informe de complejos exportadores del INDEC (1º semestre 2025), los bienes sumaron US$ 39.742 millones (+4% i.a.) con subas destacadas en oro/plata (+45,8%), girasol (+42,6%) y carne (+11%). Frente a eso, la Economía del Conocimiento aporta crecimiento de doble dígito y divisas netas con bajo requerimiento de importaciones, un atributo valioso en un país que necesita caja dura.
El campo y su cadena industrial siguen siendo la columna vertebral del comercio exterior, con aportes recurrentes año a año. En el contraste sectorial del INDEC 2025, complejos tradicionales como soja, maíz, trigo, carne y economías regionales explican la mayor parte del ingreso de divisas por bienes, con variaciones positivas en segmentos como oro/plata, girasol y carne en el período más reciente.
La segunda pata para multiplicar exportaciones es la energía. Con Vaca Muerta ganando escala, YPF y socios proyectan un salto exportador en petróleo y gas. La petrolera avanza en un proyecto de GNL junto a ENI con capacidad objetivo de 12 millones de toneladas anuales; estimaciones periodísticas y oficiales ubican el potencial de exportación del esquema en US$ 14.000 millones por año cuando esté operativo, con hitos de FID y acuerdos técnicos concretados en octubre de 2025.
Más amplio, distintos análisis ubican el techo de exportaciones energéticas hacia 2030 entre US$ 27.000 millones y US$ 30.000-39.000 millones según supuestos de producción, infraestructura (oleoductos, VMOS) y precios. Incluso escenarios sectoriales hablan de 1,0-1,5 millones de barriles/día exportables si la logística acompaña. No es inmediato, pero el vector ya se ve en la balanza: el sector energético mostró superávit y avance de exportaciones en 2025.
Si Argentina quiere despejar su restricción externa, necesita tres motores a la vez: un agro competitivo, una energía que convierta recursos en dólares recurrentes y una Economía del Conocimiento que escale en talento, productividad e inserción global. El potencial está; el desafío es ejecutar: macro estable, reglas claras e inversión en capital humano.