Las pequeñas y medianas empresas industriales argentinas atraviesan su décimo trimestre consecutivo de contracción, con una producción que cayó 7,5% interanual en el tercer trimestre de 2025 y un empleo que se redujo 4,6% en el acumulado del año, según el último informe de la Fundación Observatorio Pyme. Los datos, relevados entre el 29 de septiembre y el 23 de octubre sobre 425 empresas, muestran además tensiones crecientes en la cadena de pagos, con el 52% de las firmas sufriendo atrasos en los cobros a sus clientes.
"En el acumulado del 2025 (datos al III-25), la producción pyme cayó en promedio 4,1% i.a. con un peor desempeño de las pequeñas empresas (entre 10 y 49 ocupados)", señala el documento.
Empleo: caída sostenida pero con señales de moderación
El empleo en el sector registró una baja del 4,2% interanual en el tercer trimestre, marcando el décimo período consecutivo de contracción. Sin embargo, el informe identifica señales de moderación: el 20% de las empresas disminuyó su personal en el trimestre, frente al 25% del período anterior, mientras que el 13% aumentó su dotación.
"Se evidenció una moderación en el ritmo de contracción", destaca el informe de la Fundación Observatorio Pyme, aunque aclara que el impacto fue más severo en las pequeñas empresas (-4,6% interanual) que en las medianas (-2,8%).
Los sectores más afectados fueron textiles, prendas de vestir, productos de cuero y calzado, donde el 29% de las empresas redujo personal, seguido por metalmecánica (21,1%) y otras actividades industriales (20,1%). En el extremo opuesto, muebles, madera, corcho y paja registró solo 15,6% de empresas con caída en el empleo.
En el sector de software y servicios informáticos, relevado sobre 104 empresas entre el 29 de septiembre y el 22 de octubre, la ocupación se contrajo 0,8% interanual. "Esta contracción es la primera registrada desde mediados de 2021, el período inmediatamente posterior a la pandemia", señala el informe. El 24% de las empresas del sector disminuyó personal en el trimestre.
Crisis de demanda: 73% de las empresas preocupadas
La debilidad de la demanda se consolidó como el principal problema del sector industrial, alcanzando al 73% de las empresas. Este porcentaje supera el promedio histórico del 56% que muestra la serie desde 2007 y se acerca a picos registrados en 2024, cuando llegó al 79% en el primer trimestre.
Los sectores más golpeados por la caída de ventas fueron textiles (88% de empresas afectadas), muebles (78%) y otras actividades industriales (73%). En alimentos y bebidas, la preocupación fue menor pero aún significativa (56%). @@FIGURE@@
Esta debilidad se reflejó en el índice de difusión de producción, que alcanzó -12,9 puntos, resultado de que el 36,6% de las empresas informó caídas de producción mientras que solo el 23,7% las aumentó. Los sectores textil (-45,8 puntos) y metalmecánico (-18,2) mostraron los peores desempeños.
Tensiones financieras: el efecto dominó de los atrasos
El contexto adverso generó fuertes tensiones en la cadena de pagos. El 52% de las empresas identificó como problema el retraso en los pagos de sus clientes, el nivel más alto desde 2020, cuando durante el impacto de la pandemia la cifra alcanzó el 75,8%.
En el otro extremo de la cadena, el 35% de las industrias pyme manifestó dificultades para afrontar sus compromisos. Específicamente, el 6% reportó atrasos con proveedores, el 4% con bancos y el 9% con impuestos. Además, el 26,6% declaró estar en riesgo de incumplimiento en algún vencimiento.
Los índices desarrollados por la Fundación Observatorio Pyme refuerzan el diagnóstico de contracción. El PMI-pyme (Purchasing Managers' Index), que anticipa la evolución de la producción, se ubicó en 43 puntos, dos puntos menos que el trimestre anterior y 7,4 puntos por debajo de la comparación anual. Al situarse por debajo del umbral de indiferencia de 50 puntos, el índice señala expectativas de contracción.
Los componentes del PMI muestran que la caída fue impulsada principalmente por la cartera de pedidos, que cayó de 51,6 a 37 puntos interanuales (-14,6 puntos), y por la producción, que pasó de 55 a 43,5 puntos (-11,4). @@FIGURE@@
El Índice de Confianza Empresarial pyme (ICE-pyme) descendió a 44 puntos, cuatro puntos menos que en julio de 2025. "Los datos presentados en este informe fueron relevados en un contexto particularmente incidido por el proceso electoral que finalizó el 26 de octubre", contextualiza el documento.
En el sector de software y servicios informáticos, el ICE-pyme cayó al nivel de indiferencia de 50 puntos. El componente "Condiciones actuales" se situó en 43 puntos, marcando una caída pronunciada frente a los 51 del trimestre anterior. Sin embargo, "Expectativas futuras" se mantuvo en niveles positivos y elevados (58 puntos vs. 60 puntos en el trimestre anterior).
El sector de software y servicios informáticos, tradicionalmente dinámico, también mostró señales de enfriamiento. Si bien el 66% de las empresas tuvo aumentos en las ventas al mercado interno durante el trimestre, este porcentaje resulta significativamente inferior al 75% registrado en el tercer trimestre de 2024 y al 84% de períodos anteriores.
El 78% de las empresas del sector identificó como principal problema "el inestable escenario social, político y económico donde se desenvuelve la empresa", una preocupación que alcanzó niveles récord históricos. El 59% señaló además el "escaso margen de rentabilidad". @@FIGURE@@
En tanto, un relevamiento de GAPP, red de networking en la industria de Petróleo y Gas, Minería y Energía en Argentina, entre pymes proveedoras del sector energético durante octubre-diciembre confirma la persistencia del estancamiento, aunque con matices. El 51% de las empresas registró niveles medios de capacidad ociosa (entre 25% y 50%), mientras que el 16% señaló niveles altos y muy altos (más del 50%). "Más del 65% de las empresas opera con al menos un 25% de capacidad productiva sin utilizar", indica el documento.
En materia de recursos humanos, el 47% indicó no haber tenido afectaciones, pero el 31% debió reducir personal, el 19% acortó turnos o jornadas, y el 3% aplicó suspensiones. Además, el 70% de las empresas canceló o demoró ingresos previstos de nuevo personal, "reflejando la prudencia del sector frente al contexto de baja actividad", según GAPP.
En cuanto a la negociación de contratos, solo el 39% logró ajustes adecuados, mientras que el 47% consiguió revisiones "aunque con concesiones o condiciones desventajosas" y el 14% directamente no pudo actualizar contratos.
Pese a este escenario, el 60% de las empresas del sector energético se mostró "entre expectante y altamente optimista respecto de los proyectos y coyuntura de la actividad por venir (proyectos del RIGI, Vaca Muerta Sur, GNL 1-2-3)", con solo un 3% manifestando preocupación.
"A pesar del escenario adverso, la mayoría presenta expectativas positivas frente a los proyectos por venir, mantiene el empleo y busca preservar capacidades técnicas, en espera de señales de recuperación de la demanda y de una mayor previsibilidad durante 2026", concluye el relevamiento de GAPP.