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Miguel Zarzur
Negocios

De Vaca Muerta a Mercadona: la estrategia de inversión global del empresario argentino que lidera un holding de US$ 500 millones

Laura Mafud

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A través de Zarzur Group, el grupo que nuclea a las empresas BACSSA, Zarval Investment, Diapsa y Albiner, Miguel Ángel Zarzur proyecta inversiones por más de US$ 80 millones para 2026 en oil & gas, real estate y mercados internacionales. Su grupo facturará US$ 220 millones este año.

5 Noviembre de 2025 07.55

De Mendoza a Neuquén, de empleado a empresario, de una sola empresa a un holding diversificado con presencia en cuatro países. La trayectoria de Miguel Ángel Zarzur es la de alguien que supo convertir las adversidades en impulso y la visión estratégica en patrimonio.

Contador Público de formación, Zarzur perdió a su padre siendo todavía un niño y creció en una familia humilde. Esa experiencia marcó su vida y fue el motor que lo llevó a construir un futuro diferente. Hace más de 25 años fundó su primera empresa en la industria del oil & gas en Neuquén, donde había aprendido el negocio desde abajo. Hoy lidera Zarzur Group, un holding que combina energía, real estate, agronegocios y finanzas, con operaciones en Argentina, España, Estados Unidos y Uruguay, y que emplea a 500 personas.

El grupo está conformado por cuatro empresas: BACSSA, dedicada a servicios para el oil & gas; Zarval Investment SL, su plataforma de coinversión inmobiliaria en España; Diapsa SA, enfocada en activos de renta; y Albiner SA, la empresa financiera con base en Uruguay que opera fondos propios y brinda respaldo a los proyectos internacionales.

Con una facturación estimada de US$ 220 millones para 2025 y un patrimonio bajo administración de alrededor de US$ 500 millones, Zarzur analiza el año electoral que termina y proyecta un 2026 de fuertes inversiones. En esta entrevista, repasa el impacto de las elecciones de octubre en el clima de negocios, adelanta sus planes de expansión y cuenta cómo es trabajar con su hija, Valentina, quien hoy acompaña la operación del grupo.

—¿Qué balance hace de 2025 en Argentina, especialmente después de las elecciones de octubre?

—Es un año distinto. Comenzó muy bien desde un punto de vista en Argentina, con un contexto político favorable. Luego ese contexto se fue complicando, principalmente debido a las elecciones intermedias de octubre. De alguna forma, gobierno y oposición tomaron una posición más ortodoxa en sus arraigos, con el objetivo de llegar lo mejor posicionados al 26 de octubre. Esto implicó que el Congreso estuviera en tono beligerante y afectó las cuestiones macroeconómicas, actuando sobre el tipo de cambio, que en Argentina siempre es una variable muy sensible.

Llegamos a las elecciones de la provincia de Buenos Aires, el 7 de septiembre, y el panorama se complicó más, dado que el mercado no esperaba un triunfo como el que obtuvo Fuerza Patria o el peronismo. Esto trajo una muy rápida reacción del Gobierno nacional, que actuó en diferentes medios. Principalmente, buscó apoyo externo y generó una alianza muy fuerte con el gobierno de Estados Unidos, y a nivel local, el Presidente se puso la campaña al hombro y visitó todo lo necesario para revertir algo que parecía muy cuesta arriba o muy difícil. Y en verdad se logró revertir ese resultado, por lo que el escenario del 27 de octubre nada tiene que ver con el escenario del 24 de octubre.

Miguel Zarzur
Miguel Zarzur

—¿Por qué estos cambios impactan tanto en Argentina?

—No nos olvidemos que Argentina es un país muy pendular, a diferencia de lo que pasa en otros países, donde un cambio de signo de gobierno más a la derecha o más hacia la izquierda no genera cambios tan bruscos. Por ejemplo, en un país vecino como Uruguay o Chile, o en uno europeo como España o Francia, o incluso Estados Unidos. Cuando hay un cambio de signo, nadie piensa que la deuda no se va a pagar; se ajustan determinadas cuestiones por su ideología, pero hay otras que son bíblicas: los compromisos se cumplen, vamos a ir en este camino.

En Argentina los cambios son muy severos, y eso es lo que el mercado teme. Se tiene una experiencia muy reciente con lo que fue el cambio de signo político de Mauricio Macri a Alberto Fernández. A diferencia de lo sucedido con el mercado en las PASO de agosto de 2019, donde se creía que iba a haber una mejor performance del oficialismo que en ese momento encabezaba Macri, el resultado fue completamente adverso a lo que esperaba el mercado, y las variables macroeconómicas fueron un caos. Este 27 de octubre fue el caso completamente inverso: el mercado esperaba otro resultado, o no tan buen resultado por parte del oficialismo, y todas las variables macroeconómicas levantaron vuelo.

—¿Qué espera para los próximos años?

Veo un escenario muy positivo para Argentina en los próximos años, o los próximos dos años que le quedan a este gobierno, por temas que hacen tanto a lo local como al contexto internacional. En lo local, destacamos primero cómo va a estar particionado el Congreso. A nivel económico, hay circunstancias locales que van a ser sumamente positivas y efectivas para la economía. Por ejemplo, la cosecha fina de este año viene con muy buenas perspectivas, y el año que viene va a estar operativo el oleoducto Vaca Muerta Oil Sur. Este transporta el crudo que hoy es un problema; está todo preparado para que se pueda producir, el producto está, pero no hay dónde almacenarlo ni dónde llevarlo.

Con ese oleoducto, la región de Vaca Muerta en Argentina va a poder exportar todo lo que se produzca, lo que significará un aumento significativo de las divisas. Tendremos divisas a través del campo e incrementaremos sustancialmente las divisas, principalmente por lo que es energía, así como por litio y otros minerales. Aunque este último proceso será un poco más lento, ya se empiezan a vislumbrar algunas puntas, debido a los RIGI que se están aprobando.

Otro factor positivo para Argentina que viene del contexto internacional es que comienza la baja de tasas en Estados Unidos. Esto trae muchos beneficios para Argentina, ya que las empresas se van a poder endeudar a tasas mucho más bajas que lo que era hasta este momento. Tecpetrol emitió deuda al 7,62%. Diría que es mejor que en algunos casos en Brasil y que en Colombia; las empresas argentinas que están preparadas en este momento tienen todo para avanzar.

También, Argentina, con estos acuerdos que ha conseguido del SWAP de Estados Unidos y el sindicado de bancos que encabeza JP Morgan, va a conseguir bajar su riesgo país. Este conglomerado de bancos le prestará más barato a la Argentina que lo que Argentina está pagando actualmente por sus bonos. Eso todavía no tiene la tasa definida, pero va a significar no menos del 3% o 4% de ahorro de sus intereses. Vamos hacia un esquema en el que pronto Argentina, como hacen todos los países del mundo, creo que va a poder rolear su deuda y no va a tener que hacer uso de sus reservas para pagarla, como viene haciendo hasta el momento. Eso no pasa en ningún país del mundo. En estas cuestiones me apoyo para decir que estamos en el buen camino. Creo que el viento de cola que viene en los próximos años puede llegar a generar un cambio de paradigma en la Argentina. Primero le anticipo que soy una persona optimista, pero los datos que estoy mencionando son reales.

—¿Cómo fue el año para cada una de las empresas del grupo?

—En BACSSA, que está en la industria del oil & gas, tuvimos un año raro. ¿En qué aspecto? YPF este año se desprendió de todos sus campos que no eran Vaca Muerta, es decir, todas las áreas convencionales. Para que vuelvan inversiones a esas áreas va a costar mucho tiempo, porque los compradores no son grandes jugadores; son empresas de mediano o chico porte que van a tener que acomodar un montón de cosas para poder invertir. Entonces, este año ahí hubo una bajada de actividad, pero lo que viene a partir de febrero o marzo de 2026 va a ser potencialmente mayor a lo que se ha visto en este momento.

En resumen, este año para las empresas de servicios del oil & gas fue un año de reacomodamiento de estructura para prepararse para lo que viene. Nosotros, por ejemplo, éramos contratistas de YPF en las áreas convencionales que tenían mucha actividad, y obviamente se sintió la disminución de la participación de YPF en esas áreas. Pero todos los cañones, todas las fuerzas y expectativas están centradas en lo que viene: a partir de que el oleoducto y el nuevo gasoducto estén en funcionamiento, se va a incrementar mucho la producción en el no convencional, lo que superará con creces la baja que tuvo YPF en áreas convencionales.

En lo que es real estate en Argentina, que es Diapsa Sociedad Anónima, también fue un año de esperar a ver qué pasa. No hemos tenido inconvenientes, no se nos han caído contratos de locación, y pensamos en una inversión importante para 2026. En la actividad del agro nos fue muy bien; estamos muy satisfechos con lo que hicimos en 2025 y tenemos un panorama de inversión con este nuevo contexto para 2026. Pensamos invertir.

Miguel Zarzur
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En el mercado financiero, donde tenemos un fondo importante, el año arrancó muy bien porque la cartera tiene una ponderación alta de activos argentinos. Durante el transcurso, por estos vaivenes políticos, la cartera sufrió algunas bajas que se recuperaron con creces a partir del lunes 27 de octubre. Estamos más que bien y muy entusiasmados; creemos que los años 2026, 2027 y posteriores van a ser importantes. Tenemos flujo de magnitud para los próximos años, que vamos a ir viendo dónde lo canalizamos y dónde lo invertimos.

—¿Y en el exterior?

—En real estate afuera, en Estados Unidos, no hemos hecho nada. Pero estuve reunido recientemente porque, a partir de la baja de tasas, ya estamos viendo con Santander Estados Unidos proyectos más interesantes, cuya ejecución estábamos esperando la baja de tasas. Y sí, en España, donde la tasa en euros acompañó este año con su baja, hicimos muchas inversiones importantes, y se van a mantener a partir del año que viene también.

—¿En qué ciudades de España está invirtiendo y dónde ve más oportunidades?

—En España, en real estate estamos en tres segmentos. Tenemos retail, donde tenemos propiedades que son nuestras 100%. Ahí le alquilamos a Mercadona, que es la cadena de supermercados más importante de España. Son inversiones muy importantes las que tenemos ahí, que son 100% nuestras. Una está en Madrid y otra está en Zaragoza y estamos en due diligence con un par más para cerrar, si no este año, será el año que viene.

Después, en el segmento residencial, tenemos propiedades nuestras en la Costa del Sol, pegado a Marbella sobre el mar. También compramos algo lindo en Madrid, Salamanca, que es Paseo de la Castellana 68 (esquina Paseo de la Castellana y María de Molina), que va a ser uno de los edificios de mayor lujo de Madrid: es Iconiq Castellana.

El otro segmento, que es muy importante, son las coinversiones. ¿Cómo funciona? Somos un determinado grupito que junta Banco Santander España, donde tenemos participaciones similares, y se contrata un gestor que también aporta una parte de equity para sentirse más comprometido dentro de la operación. De estas tenemos dos segmentos diferentes dentro de coinversiones: uno que es desarrollo inmobiliario residencial y otro que es netamente comercial.

En desarrollo residencial estamos con tres emprendimientos, en Madrid. Estamos en uno con una ubicación premium, que es Padre Claret 25, en Madrid. Los departamentos son preciosos, con amenities con piscina y gimnasio; realmente muy lindos, y va a ser algo muy novedoso. Después compramos una SOCIMI a través de una coinversión también, una SOCIMI israelí que estaba desinvirtiendo. Esto es también en Madrid, y es compra para revender después de algunas mejoras. Eran unos 250 departamentos que tenían activos estratégicos y activos no estratégicos. Los no estratégicos los estamos vendiendo en bloque mejor de lo que esperábamos, y los estratégicos, que son tres edificios completos en Chamberí, los estamos remodelando para vender piso por piso. Y el tercer emprendimiento residencial es también en Madrid, que son unos departamentos y residencias muy lindas y agradables en el barrio La Moraleja, un barrio muy conocido de Madrid69. Eso es nuevo, acabamos de entrar; es lo último que hicimos. El 40% ya está vendido. Ahí el gestor es Invesco, y tanto en Padre Claret 25 como en Vbare (que es esta SOCIMI que compramos), los gestores son Impar.

Después, con otro gestor, fuimos al Retail. En el año compramos el centro comercial Xanadú, en Madrid. Se le compró a Intu el 50%. Nosotros somos propietarios de ese 50% con mis socios. El otro 50% lo tiene Nuveen, un fondo estadounidense muy importante. Ahí somos socios con Nuveen y estábamos negociando para comprar el 50%, pero esa negociación por ahora está trabada. No nos estamos poniendo de acuerdo con el precio. Y lo último que compramos a nivel centro comercial fue en Bilbao. En Bilbao compramos el 100% de un centro comercial urbano. A diferencia de Xanadú, que está en las afueras, este es un centro comercial urbano. Y para 2026, estamos negociando con otro centro comercial, con el nuevo grupo que es Rivoli, en Sevilla, que es el centro comercial Aire Sur. Estamos compitiendo con otros oferentes.

El portfolio español: inversión total de 105 millones de euros

El portfolio completo de Zarval Investment en España incluye nueve proyectos que suman una inversión aproximada de 105 millones de euros. Entre los activos 100% propios del grupo se destacan dos locales alquilados a Mercadona —en Avenida de la Democracia 3 (Madrid) y Biescas, Barrio del Torero (Zaragoza)—, una propiedad residencial en Estepona sobre la Avenida de España, y el desarrollo Iconiq Castellana 68 en Paseo de la Castellana, Madrid.

En coinversiones, el grupo participa con un 20% en el proyecto Vbare (gestor Impar), un portfolio que incluye tres edificios en ubicaciones estratégicas con 61 viviendas, siete edificios completos en zonas de alta demanda con otras 69 viviendas, y 89 pisos en seis edificios no exclusivos. Tres de estos edificios están siendo explotados por operadores profesionales bajo contratos de renta fija (Luchana, San Andrés y Don Quijote), mientras que el resto se encuentra alquilado bajo régimen de arrendamiento urbano tradicional.

También con un 20%, participa en el proyecto Padre Claret 25 (gestor Impar), que consiste en la adquisición de dos parcelas en el área de Ciudad Jardín "Alfonso XIII", en el distrito de Chamartín, para desarrollar un complejo de uso mixto que incluirá residencias de lujo para venta, viviendas unifamiliares pareadas y exentas, y apartamentos para alquiler a corto y medio plazo.

En retail, tiene un 15% del centro comercial Xanadú (gestor Rivoli), calificado como Top N° 1 de España y Top N° 3 de Europa, con más de 20 años de trayectoria, certificado BREEAM Excelente en diseño y construcción. También posee un 20% en el proyecto Ballonti (gestor Rivoli) en Bilbao, un centro comercial urbano maduro con ocupación del 99% y proyección de ingresos estables a medio y largo plazo.

Finalmente, participa con un 20% en el proyecto La Moraleja (gestor Invesco), una coinversión junto con el promotor residencial Culmia y la gestora de fondos Invesco para el desarrollo de 73 viviendas plurifamiliares en "La Solana de Valdebebas", zona de expansión de las áreas residenciales consolidadas de La Moraleja, Encinar de los Reyes y Valdebebas.

—A lo largo de estas dos décadas y media fue diversificando, no solo por industrias sino también por geografía. ¿Hay algún lugar o rubro en el cual todavía no haya incursionado pero le gustaría sumar?

—Sí, y tiene una explicación desde mi lógica. Le conté queTengo una sola hija que tiene 26 años. Cuando arranqué con la empresa de servicios petroleros, que es rentable, pensé que tenía que hacer algo para que mi hija el día de mañana se sintiera cómoda, o que no fuera tan sacrificado como esta industria, que no es fácil. Y eso fue lo primero que me llevó a diversificar en otras áreas. Después, Valentina, con su temperamento, está muy cómoda manejando gente. Se siente muy segura en lo que hace en la industria del gas.

Tengo una asignatura pendiente que he tratado de concretar y aún no se ha dado, pero estoy seguro de que se dará. En la industria del oil & gas hay tres jugadores importantes. Obviamente las operadoras, las multinacionales en servicio que hacen servicios muy especializados, muy puntuales, que tienen mucha tecnología y poca mano de obra, y después los primos más humildes del negocio, que somos los locales que hacemos logística y todo este tipo de cosas.

Mi aspiración no es llegar a ser una empresa petrolera como una multinacional, porque los recursos que se necesitan son importantes, y yo hoy no pondría en juego mi patrimonio por jugar en una liga de la cual estoy lejos. Lo que me gustaría es pasar al segundo rango, a la segunda capa, para traer algún servicio con tecnología de última generación que represente un valor importante para mis clientes, que les reduzca sus costos de operación, y que sea aceptado como una mejora para sus procesos. Eso es algo que tenemos en cuenta.

—¿Cómo es la relación con su hija en el ámbito laboral? En las empresas familiares a veces es difícil encontrar los límites entre lo familiar y lo profesional.

—Tenemos muy buena relación, los espacios de diálogo son muy respetados, muy rara vez tenemos, pero te diría que no recuerdo que hayamos tenido un punto de vista distinto. Valentina es muy particular, sabe lo que quiere, es pragmática. 

 

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