En el marco de la edición 2025 del Argentina Fintech Forum, Forbes Argentina conversó con Daniel Vogel, fundador y CEO de Bitso, una de las plataformas cripto más grande de criptomonedas en América Latina.
Durante su visita a Buenos Aires, la primera en varios años, Vogel habló sobre el momento que vive la industria cripto, la adopción de las stablecoins, la regulación global, y la estrategia de Bitso para la región y para la Argentina en 2026.
- Después de varios años volvés a la Argentina. ¿Cómo ves el momento actual de la industria cripto al cierre de 2025?
Muy positivo. Si comparo el estado de ánimo de la industria entre 2022 y 2023, que fue la última vez que vine al país, es un mundo completamente diferente. Hoy veo tres cosas muy buenas ocurriendo al mismo tiempo. Primero, un avance regulatorio importante: Estados Unidos, con el Genius Act y el Clarity Act, está marcando el camino. Quieren reglas claras, y eso ayuda tanto a jugadores cripto como a los que recién quieren ingresar.
La segunda es la madurez tecnológica: los costos de transaccionar en Ethereum han bajado, las operaciones aumentan y los Layer 2 y Layer 3 muestran escalabilidad real.
La tercera son los casos de uso, que dependen justamente de esa claridad regulatoria y de esa madurez técnica. En Argentina, por ejemplo, observamos una adopción muy fuerte de stablecoins, mucho más alta que en México, Brasil o Colombia. Habla de cómo los argentinos las usan para resguardar valor y acceder a dólares sin tenerlos físicamente.
- En Argentina las stablecoins se usan sobre todo como cobertura frente a la inflación. Pero, ¿ves que los pagos cross border sean el próximo gran caso de uso?
Sí, sin dudas. En México, por ejemplo, el uso de stablecoins para pagos transfronterizos entre Estados Unidos y México creció muchísimo. Incluso con un peso fuerte, muchos usuarios buscan exposición a dólares, algo difícil de conseguir en el sistema bancario mexicano. Las stablecoins abren ese acceso y también permiten reemplazar infraestructura tradicional como Swift, reduciendo tiempos y costos.
- Hablabas de regulación y del ingreso de bancos y grandes jugadores. ¿Competencia o ampliación del mercado?
Creo que ambas. Va a ampliar la torta porque todos tendrán que invertir en educación y eso hace crecer el mercado. Pero también traerá presión competitiva: cada vez más empresas y bancos ofrecerán cripto. Lo importante es que haya reglas claras y competencia sana. El beneficiado final debe ser el cliente, con más opciones, menores costos y mejor acceso.
Bitso ofrece la posibilidad de comprar, vender, enviar y recibir criptoactivos de forma simple y segura, además de administrar una amplia variedad de activos digitales y monedas locales como pesos, reales y dólares digitales.
Las cifras reflejan la expansión de la compañía: su división minorista Bitso Retail superó los 9 millones de usuarios a fines de 2024, un crecimiento del 12 % interanual. En tanto, su unidad Bitso Business procesó más de US$ 12.000 millones en transacciones durante el año. Argentina, con un aumento del 11 % en usuarios, se consolida como uno de los mercados clave junto a México, Brasil y Colombia.
- La adopción comenzó con usuarios retail, pero ya se suman corporaciones, fondos e incluso gobiernos. ¿Estamos ante una adopción masiva?
Sí, aunque llega por etapas. Primero fue el usuario retail, luego las empresas privadas, después las públicas y ahora los gobiernos. Vemos casos como El Salvador, que armó reservas de Bitcoin, o discusiones en Brasil para que el Banco Central tenga exposición directa. También observamos un crecimiento enorme en stablecoins para tesorerías corporativas: empresas que buscan agilidad y menor fricción en pagos.
- ¿Y cómo ves la oportunidad para América Latina?
Muy grande. Muchas empresas operan en varios países y necesitan mover dinero rápido entre jurisdicciones. Las stablecoins solucionan demoras, falta de interoperabilidad y costos bancarios. Cuando los productos son buenos, la adopción se acelera y genera olas de crecimiento.
- ¿Cómo se posiciona Bitso en esta nueva etapa?
Tenemos dos grandes divisiones. Bitso Business, enfocada en el uso de stablecoins para transferencias internacionales, y Bitso Retail, para usuarios individuales. En B2B vemos una oportunidad enorme: entre EE. UU. y México se transaccionan alrededor de US$ 1 billón al año, y las remesas, unos US$ 65.000 millones, son solo una parte. En retail seguimos enfocados en compra y venta de cripto, con una plataforma segura y operativamente excelente. Pero estamos ampliando la oferta: en México lanzamos compra y venta de acciones, y tuvo muy buena recepción. Queremos expandirlo a otros países, con Argentina como prioridad en 2026.
- Algunas empresas cripto están buscando licencias bancarias. ¿Se diluye la frontera entre bancos y fintech?
Totalmente. Hay una convergencia de ambos lados: los crypto players queriéndose volver bancos y los bancos queriendo ser fintech. Es natural.
- ¿Cómo ves el caso argentino dentro de ese proceso?
Muy emocionante. Llevamos más de cinco años operando en el país y tenemos un compromiso grande. Vamos a invertir más para ampliar productos y base de clientes. Argentina es clave para Bitso en la región.
- Hoy compartís panel con bancos tradicionales. ¿Cómo cambió esa relación?
Muchísimo. Al principio había mucho escepticismo, no solo con cripto sino con todo el mundo fintech. Ahora los bancos están invirtiendo fuerte en digitalización y quieren entender esta industria. Pasaron de la desconfianza al interés, y nosotros buscamos ser socios en educación y colaboración.
- Te llevo a Estados Unidos. ¿Qué impacto tiene Donald Trump en la agenda cripto global?
Estados Unidos sigue siendo líder de pensamiento, y lo que está haciendo Trump para posicionar al país como capital cripto mundial está beneficiando al sector. Hay polémica, como con todo lo que hace, pero en balance es positivo. Estuve en el Crypto Ball en Washington, el día del lanzamiento de su moneda, y fue claro que ya hay una agenda pro-cripto. Lo importante es que el mundo entienda que no se trata de una agenda "anticripto", sino de cómo aprovechar los aspectos positivos de esta tecnología.
- Otro nombre que genera debate es Michael Saylor. ¿Cómo analizás este nuevo esquema de empresas apalancadas en Bitcoin?
Es un fenómeno interesante. Hay dos visiones: la escéptica, que dice que esto puede terminar mal si alguna empresa se sobreapalanca, y la optimista, que ve oportunidades porque muchos fondos no pueden invertir directamente en cripto, pero sí en acciones públicas de compañías con exposición a Bitcoin.
También hay incentivos fiscales: por ejemplo, en Argentina los CDRs tienen beneficios tributarios, y eso hace que algunos vean estas inversiones como una vía alternativa para ganar exposición. Veremos qué pasa; algunos casos pueden fracasar, otros crear muchísimo valor, como el de Strategy.