En 2019, Julia Rodgers, una abogada de divorcios de 32 años, vivía en Boston y se preparaba para casarse. Fue entonces cuando llegó el momento de ocuparse de la parte menos romántica de la organización de la boda: redactar su propio acuerdo prenupcial. Durante ese proceso tuvo una revelación. Empezó a destinar tiempo fuera de su estudio jurídico especializado en derecho de familia para avanzar con un proyecto paralelo: crear un sitio web que ofreciera acuerdos prenupciales a bajo costo.
"Trabajaba con muchísimos clientes de acuerdos prenupciales y estaban realmente descontentos con el proceso", dice Rodgers, fundadora y directora ejecutiva de Hello Prenup, una startup tecnológica que ya lleva cuatro años en un sector que crece alrededor de los acuerdos prenupciales. "La idea de obtener un acuerdo prenupcial a través de un abogado especializado en divorcios era demasiado cara, y llevaba mucho tiempo", profundiza. En su propio estudio, por ejemplo, el trámite exigía al menos tres meses para redactar un acuerdo y el costo ascendía a varios miles de dólares. Una suma que muchas parejas preferían destinar a construir su futuro en lugar de protegerse ante una posible ruptura. Según una encuesta realizada por Hello Prenup, el costo promedio ronda los US$ 8.000, aunque puede aumentar considerablemente si se trata de un acuerdo más complejo. "Ahí es donde nació Hello Prenup", dice. "Quería democratizar los acuerdos prenupciales de una manera que permitiera a todas las parejas acceder a ellos y a sus protecciones", agrega.
Después de varios intentos fallidos por vender su idea en distintos concursos de propuestas —donde le repetían que "no hay mercado para acuerdos prenupciales"— y ante la negativa de algunos inversores de capital de riesgo —"simplemente no lo veo", le dijeron—, Julia Rodgers tomó una decisión drástica: retiró los ahorros de toda su vida, unos US$ 150.000, y contrató desarrolladores para crear la primera versión de Hello Prenup. El sitio permite a las parejas redactar y firmar un acuerdo prenupcial en aproximadamente 90 minutos, sin necesidad de consultar a un abogado. Ella y su prometido fueron los primeros en usarlo. "Fuimos los primeros usuarios de la versión beta", cuenta Rodgers, quien lanzó oficialmente la plataforma en 2021.
Y el público no deja de renovarse. Cada año se celebran cerca de 2 millones de matrimonios en Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). De ese total, aproximadamente un 15 % elige firmar un acuerdo prenupcial, un salto significativo frente al 3 % que lo hacía en 2010, según datos de The Harris Poll. Un informe interno al que accedió Forbes indica que Hello Prenup ya controla cerca del 20 % del mercado global. La misma publicación estima que la empresa factura US$ 50 millones y está valuada en US$ 140 millones, con Rodgers conservando alrededor del 51 % de la compañía.
Hello Prenup cobra US$ 599 por pareja por su servicio estándar y algo menos de US$ 2.000 si se incluye representación legal, lo que contempla la revisión y posibles modificaciones del acuerdo prenupcial. El proceso es similar al de completar una declaración de impuestos online. Primero, la pareja debe elegir el estado en el que planea vivir para asegurarse de que el acuerdo cumpla con la legislación local. (Hello Prenup está disponible en 48 estados). Luego, cada integrante completa por separado un cuestionario y un formulario de divulgación financiera, donde se detallan los bienes previos al matrimonio. Además de establecer cómo se dividirán los bienes en caso de divorcio, el sitio plantea preguntas más introspectivas sobre temas complejos, como qué hacer con embriones congelados o si el acuerdo seguirá vigente en caso de fallecimiento de uno de los cónyuges. En cualquier momento, la pareja puede consultar a un abogado mediante sesiones de 20 minutos, con una tarifa de US$ 49 por persona.
Una vez que cada integrante de la pareja completa sus respuestas, el sistema de Hello Prenup identifica los puntos en los que no coinciden. A partir de ahí, comienzan la etapa de negociación, donde deben decidir si eligen "de acuerdo con mi pareja" o "modificar mi respuesta" en cada desacuerdo. Para muchos, este paso puede convertirse en una instancia clave en la relación.
Al finalizar, tienen la posibilidad de firmar y certificar el acuerdo prenupcial online, con un costo adicional de US$ 50. Quienes optan por el servicio estándar —alrededor del 80 % de los usuarios, según datos de Hello Prenup— firman una renuncia al asesoramiento y a la representación legal.
En 2021, pocos meses después de haber lanzado Hello Prenup, Julia Rodgers y su cofundadora, Sarabeth Jaffe, salieron en busca de nuevos fondos para la startup. Fue entonces cuando Rodgers recibió un correo que pensó que era una broma: una invitación personalizada para postularse a Shark Tank, el programa de la cadena ABC. "Me quedé totalmente impactada", le contó a Forbes. A partir de ese momento, pasó cuatro meses en audiciones y no supo que había sido seleccionada hasta un mes antes de la grabación.
Rodgers llegó a los estudios de Shark Tank en Culver City, California, vestida con una falda y un velo de novia blancos. Se preparó para caminar por el pasillo del programa junto a Jaffe —quien dejó la empresa en 2024—, al ritmo de la música característica del show. Pero algo la descolocó: "No había música, lo cual me desconcertó", recuerda. "Estaba muy tranquilo", señala.
Rodgers y Jaffe buscaban una inversión de US$ 150.000 a cambio del 10 % de Hello Prenup, lo que valuaba la empresa en US$ 1,5 millones. En ese momento, habían concretado apenas US$ 20.000 en ventas, tras firmar solo 25 acuerdos prenupciales. A pesar de eso, presentaron lo que describieron como una "proyección conservadora": ingresos por US$ 4,1 millones para el año siguiente.
Los tiburones no se tragaron ese número. "Me encantaba hasta esa cifra, es un sueño", dijo Robert Herjavec. Y el multimillonario Mark Cuban fue más directo: "Es un sueño, chicos", expresó.
Cuando Rodgers presentó su propuesta, todos los tiburones ya se habían retirado, incluso Kevin O'Leary, cuya cartera incluye varios negocios vinculados al mundo de las bodas, como el servicio de registro Honeyfund y la app de reservas de proveedores Wedy. "Llevo mucho tiempo en este sector, pero como aún no se conoce el costo de adquisición de clientes... no sé si valés un millón, cinco o diez millones", le dijo Mr. Wonderful a Rodgers y Jaffe. "Me voy". Sin embargo, el interés del tiburón invitado Nirav Tolia, fundador de la plataforma social vecinal Nextdoor, lo hizo cambiar de opinión. Finalmente, ambos se asociaron con Hello Prenup e invirtieron US$ 150.000 a cambio del 30 % de la empresa.
O'Leary, en realidad, no necesitaba que le explicaran demasiado sobre los acuerdos prenupciales. En diálogo con Forbes, reveló que firmó uno con su esposa antes de casarse, en 1990. "La gente me dice: 'Ay, qué fastidio sacar dinero cuando se está cortejando'. No es cierto. Diría que el dinero es realmente romántico", afirma. "El dinero rezuma romance", añade.
La participación en Shark Tank marcó un antes y un después para Hello Prenup. Rodgers estima que el costo de adquisición de clientes baja un 15 % cada vez que el episodio se vuelve a emitir en televisión o plataformas de streaming.
Aunque O'Leary todavía no recuperó su inversión, no tiene dudas de que lo logrará. "Probablemente sea uno de mis acuerdos más exitosos", dice sobre Rodgers. Explica que Hello Prenup creció mes a mes, en parte por un cambio generacional y por la presión cultural que lleva a muchas mujeres a cuidar su identidad financiera. "Mucha gente ahora organiza las bodas de una manera diferente. Pero los acuerdos prenupciales son a prueba de recesión", sostiene O'Leary. Rodgers agrega: "Duplicamos nuestros ingresos cada año".
En 2023, dos años después de su paso por Shark Tank, Rodgers buscaba seguir elevando el perfil de Hello Prenup. Por eso decidió hacer una llamada en frío a la reconocida abogada de divorcios de Los Ángeles, Laura Wasser, quien trabajó con celebridades como Britney Spears, Kim Kardashian y Angelina Jolie. "Fue gracioso porque dijo: 'Sé que vas a pensar que estamos un poco... tratando de canibalizar'", recuerda Wasser. Pero no era así. De hecho, ella misma se había sumado poco antes a un proyecto similar: el sitio de divorcios online Divorce.com, donde ocupa el cargo de Jefa de Evolución del Divorcio. "Mi objetivo es, y lo fue durante muchos años, hacer que las cosas sean más accesibles para las personas", afirma Wasser. "Si podés obtener educación y accesibilidad sobre un acuerdo prenupcial y después decidir si eso es algo que querés hacer o no, me encanta", expresa.
Rodgers le ofreció a Wasser una participación minoritaria en la empresa —menos del 10 %— y la abogada se convirtió en asesora oficial de Hello Prenup. "Julia me recuerda un poco a mí misma de joven", dice Wasser. "Aporta elocuencia y estilo a lo que hace", señala. Además, Wasser promociona los servicios de Rodgers a través de Divorce.com, que ahora incluye una sección dedicada a "acuerdos prenupciales" con un enlace directo a Hello Prenup.
No todos en el mundo legal ven con buenos ojos la propuesta de Hello Prenup. Algunos abogados especializados en divorcios se muestran escépticos frente al modelo. "Los honorarios de los abogados son tan bajos que probablemente se trate de abogados muy nuevos, con poca experiencia en derecho o en la vida", sostiene Laurie Israel, reconocida abogada de divorcios de Boston y autora de tres libros sobre acuerdos prenupciales. Su principal preocupación está en el servicio gratuito que ofrece la plataforma. "Cuando sos joven y firmás un acuerdo prenupcial sin la asesoría de un abogado, lo hacés... como a ciegas", advierte Israel. David Handler, abogado especializado en fideicomisos y sucesiones del estudio Kirkland & Ellis, en Chicago, coincide con esa mirada. "Creo que es más susceptible a ser desestimado por un tribunal", afirma.
Wasser sostiene que Hello Prenup tomó todas las medidas necesarias para asegurar la validez legal de sus acuerdos y que no le preocupa la posibilidad de que un juez los anule. De hecho, la empresa ya planea expandirse hacia otros servicios vinculados al derecho de familia, y el próximo paso sería ofrecer acuerdos postnupciales.
Y si Rodgers necesita una prueba de que su sitio web funciona, solo tiene que mirar su propia historia. En 2023, se divorció de su esposo, con quien tiene un hijo. Sin embargo, gracias al acuerdo prenupcial que redactaron juntos, el proceso fue mucho más simple. "Solo tuvimos que revisar este documento que ya habíamos acordado... lo hizo realmente sencillo", cuenta. Según explica, ese acuerdo les permitió preservar su vínculo como padres y continuar con sus vidas tras la separación "con el mínimo estrés y perturbación posible", concluye.
Además, el acuerdo garantizó que ella conservara la propiedad de la empresa.
*Con información de Forbes US.