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Se proyecta que el límite salarial para la temporada 2026-27 aumente apenas un 7
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¿Crisis en puerta? El modesto aumento del tope salarial expone la fragilidad financiera de algunas franquicias de la NBA

Bryan Toporek

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Los ajustes en las proyecciones obligan a los equipos a recalcular estrategias, recortar presupuestos y repensar contratos en medio de la incertidumbre por los ingresos televisivos.

5 Agosto de 2025 09.07

Menos de media hora antes del arranque de la agencia libre de la NBA, el 30 de junio, Bobby Marks, de ESPN, sacudió el tablero con una noticia inesperada. Según contó, se proyecta que el límite salarial para la temporada 2026-27 aumente apenas un 7%, en lugar del 10% anual que permite la liga. John Hollinger, de The Athletic, explicó que los equipos habían calculado sus presupuestos con un incremento del 10%, por lo que se vieron obligados a recortar sus proyecciones tanto para el impuesto de lujo como para las plataformas en unos US$ 5 millones cada una. Aunque ese ajuste no parece tan drástico, cada dólar pesa bajo las nuevas reglas de la segunda plataforma de la NBA.

Para tener una idea más clara: el tope salarial para 2025-26 quedó en unos US$ 154,6 millones. Si el aumento fuera del 10%, subiría a unos US$ 170,1 millones en 2026-27. Pero con un alza del 7%, quedaría cerca de los US$ 165,5 millones.

La mayoría de las franquicias espera llegar a la próxima temporada baja con números muy por encima del límite, así que el tope en sí no genera demasiada preocupación. El verdadero problema está en que tanto el impuesto de lujo como los delantales suben en el mismo porcentaje que el tope salarial cada año. Y ahí es donde los equipos podrían sentir el impacto de este ajuste menor al que imaginaban.

La proyección de empresas de menor capitalización enfría el mercado de agentes libres

Durante un episodio del podcast Hoop Collective a comienzos de julio, Brian Windhorst, de ESPN, aseguró que este ajuste "enfrió el mercado [de agentes libres] un poco". "Como directivos, es habitual pensar en incrementos de tres años", explicó. "Mientras negocian estos contratos, durante mucho tiempo pensaron que el tope salarial subiría un 30% en los próximos tres años: 10% este año, 10% el año que viene y 10% el siguiente. Y ahora les dicen que quizás solo un 7% el año que viene, y luego, al pensar en el tercer año, ¿qué pasa si es menos?", continuó.

"Estuve hablando con un equipo este fin de semana que dice haber revisado todas sus proyecciones y que solo prevén un crecimiento del 5% durante los próximos dos años, solo para protegerse, agregó Windhorst.

Este año arranca el nuevo acuerdo de derechos televisivos nacionales: un contrato de 11 años por US$ 76.000 millones firmado con Disney (ABC/ESPN), Comcast (NBC y Peacock) y Amazon. Se esperaba que ese ingreso disparara el límite salarial. Sin embargo, los conflictos que persisten con las cadenas deportivas regionales redujeron los ingresos totales por televisión, y eso ayudó a que la NBA proyecte un tope más bajo de lo que se pensaba para la temporada 2026-27.

ESPN+
La NBA firmó un acuerdo de derechos televisivos nacionales con Disney (ABC/ESPN), Comcast (NBC y Peacock) y Amazon.

 

"El acuerdo de derechos de transmisión se está duplicando", explicó Brian Windhorst en ESPN. "Y por eso se creía que el tope salarial de la NBA subiría un 10% durante tres años seguidos, para compensar ese ingreso extra... Pero la razón, según me dijeron, son las cadenas deportivas regionales. Todas están con serios problemas", añadió. Tim Bontemps, también de ESPN, fue más directo: "No es incertidumbre. La liga perdió muchísima plata porque las cadenas deportivas regionales colapsaron por todos lados".

Ese panorama podría explicar por qué el mercado de agentes libres restringidos sigue tan frío. Jugadores como Jonathan Kuminga, Josh Giddey, Quentin Grimes y Cam Thomas todavía no llegaron a un acuerdo con sus franquicias ni firmaron con otros equipos. Parte del problema es que los Brooklyn Nets son el único equipo que hoy tiene margen para contratarlos por encima de los US$ 14,1 millones de la excepción de nivel medio para equipos que no pagan impuesto de lujo, sin necesidad de firmar un traspaso.

Cuando un jugador renueva con su equipo usando derechos Bird o Early Bird, su contrato puede subir hasta un 8% por temporada. Si el límite salarial realmente creciera 10% por año, como se pensaba, esos aumentos representarían una parte menor del tope con el paso del tiempo. Pero si ese crecimiento se queda entre el 5% y el 7%, como parece ahora, esos aumentos podrían empezar a pisar el tope, y eso complica la flexibilidad de los equipos.

Cómo los equipos necesitan planificar el futuro

La NBA ya cerró sus nuevos contratos de televisión nacional, lo que le asegura una base financiera fuerte para los próximos años. Ese ingreso representa una parte importante de la recaudación total, aunque no es el único. Las cadenas deportivas regionales y la venta de entradas siguen siendo mucho más inestables.

La liga no confirma oficialmente el tope salarial de cada temporada hasta justo antes de que arranque la agencia libre. Durante la campaña 2025-26, irá publicando estimaciones para la temporada 2026-27, pero recién el 30 de junio dará a conocer la cifra final. Mientras tanto, los equipos tienen que prepararse para distintos escenarios.

Lo lógico sería que trabajen con al menos tres posibles panoramas: uno en el que el tope sube el 7%, como se proyectó recientemente; otro con el aumento máximo permitido del 10%; y uno más pesimista, con un alza de apenas 4% o 5%. Cada escenario les permite calcular con más claridad cuánto margen tendrán en el mercado de agentes libres y si podrían quedar comprometidos con el impuesto de lujo o las plataformas en las próximas temporadas.

En este contexto, es probable que los equipos se vuelvan más cautelosos. Los contratos cortos podrían ganar terreno frente a los acuerdos largos, sobre todo con jugadores que no son figuras. Un vínculo por uno o dos años puede tener sus límites, pero firmar por tres o cuatro podría terminar siendo un lastre si el tope no crece como se espera.

Lauri Markkanen
El pasado agosto, Lauri Markkanen renegoció su vínculo con los Utah Jazz y firmó una extensión por cuatro años y US$ 195,9 millones.

A la hora de negociar un contrato, los equipos no solo tienen que pensar en cuánto se acercan al impuesto de lujo o a las plataformas. También importa cómo va a ser visto ese acuerdo por el resto de la liga si en algún momento quieren traspasar al jugador.

Un buen ejemplo es Lauri Markkanen, alero de los Utah Jazz. El pasado agosto renegoció su vínculo y firmó una extensión por cuatro años y US$ 195,9 millones. En su momento, los Jazz recibieron elogios por la jugada. Pero eso fue antes de una floja temporada 2024-25 del finlandés. Venía de promediar 23,2 puntos y 8,2 rebotes, con 48% de acierto en tiros de campo y casi 40% en triples en 2023-24. El año pasado, sus números bajaron a 19 puntos, 5,9 rebotes, 42,3% de campo y 34,6% desde el perímetro.

A comienzos de este año, Eric Pincus, de Bleacher Report, citó a un ejecutivo de la Conferencia Este que calificó el contrato de Markkanen como "el peor de la liga". "Cumplirá 28 años en mayo, pero su contrato lo coloca en la edad límite que asusta a los equipos", escribió Pincus, y agregó: "Si ya está perdiendo ritmo a los 28, ¿qué va a pasar cuando tenga 32? (Puede parecer exagerado, pero así piensan algunos)", 

Con una proyección del tope salarial más baja de la que se preveía, varios contratos podrían quedar aún peor parados en retrospectiva. Si esa estimación se termina cumpliendo, las consecuencias pueden ser importantes.

Con información de Forbes US.

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