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Brian Chesky, director ejecutivo de Airbnb
Negocios

Airbnb se mete en el negocio de turismo de eventos con una estrategia centrada en los viajeros jóvenes

Jeff Fromm

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La compañía liderada por Brian Chesky quiere aprovechar el furor por recitales, festivales y eventos culturales para ofrecer algo más que camas: servicios personalizados, IA y experiencias a medida que conecten con los gustos y hábitos de la Generación Z.

15 Octubre de 2025 11.17

Brian Chesky tiene un talento especial para cambiar la manera en que la gente viaja. Cuando Airbnb arrancó en un departamento de San Francisco con unos colchones inflables, pocos imaginaron que llegaría a convertirse en una marca global que transformó el modo en que las personas se alojan. 

Ahora, con la tercera década de Airbnb cada vez más cerca, Chesky se hace una pregunta todavía más ambiciosa: ¿puede Airbnb ser la plataforma elegida no solo para alojamientos y experiencias, sino también para servicios que compitan con los hoteles y para momentos culturales que marquen una época?

Es una apuesta fuerte. Pero si se observa la industria, el momento es propicio. Los consumidores ya buscan integrar alojamiento, servicios y actividades en un solo lugar. Incluso, muchas veces, reservan dónde dormir antes de sacar el pasaje.

Viaje de viaje
Hoy en día, el proceso de viaje es mucho menos lineal ya que cada vez más consumidores integran "su lista de deseos" en su recorrido. TFL.

De hogares a servicios

Airbnb nació al calor de la demanda que generan los grandes eventos: convenciones, festivales, mundiales. Hoy vuelve con una mirada más amplia que incluye casas, experiencias y ahora también servicios. La idea es simple: que se pueda reservar un chef, un instructor de yoga o un masaje con la misma facilidad con la que se pide comida para llevar. Como dijo Chesky en una charla reciente, los viajeros siempre valoraron los servicios similares a los de un hotel, y esta nueva etapa apunta a emparejar el juego.

Este giro refleja una realidad más amplia del consumidor. La hospitalidad ya no pasa solo por el lugar donde uno duerme, sino por cómo esa estadía se conecta con la vida diaria. Así como Uber hizo habitual pedir un viaje con solo tocar un botón, Chesky quiere que Airbnb haga lo mismo con un chef, un masaje o un fotógrafo. El potencial es enorme.

La Generación Z y el auge del turismo de eventos en vivo

Mientras tanto, la industria también se transforma. Según Skift, el turismo ligado a eventos en vivo se volvió una megatendencia. Cada vez más personas organizan sus viajes en función de recitales, partidos, festivales y encuentros culturales. Para las marcas, esto implica una mayor demanda en torno a fechas clave que combinan comunidad, identidad y movimiento.

Los hoteles están cambiando, con paquetes que suman alojamiento y acceso exclusivo a determinados eventos. Pero las plataformas de alquileres temporarios como Airbnb y Vrbo pueden adaptarse con una flexibilidad que los hoteles no tienen, y así transformar barrios enteros en oferta disponible durante citas como los Juegos Olímpicos o el Mundial. El crecimiento inicial de Airbnb se apoyó en estadías orientadas a eventos, y Chesky ya conoce bien esa estrategia. La diferencia hoy está en la escala, el peso de la marca y una generación que pone las experiencias por encima de las cosas.

Por qué la Generación Z marca el ritmo en las tendencias de viaje

En mi libro Marketing para la Generación Z (Harper Collins), sostuve que este grupo no es solo otro segmento demográfico. Está cambiando la idea de lealtad en los viajes: exige conexión emocional, tecnología sin fricciones y acceso diferencial. No busca simplemente un lugar para quedarse, sino sentirse parte de algo. La estrategia de Airbnb se apoya en esa lógica.

  • Identidad. Reservar en Airbnb muchas veces dice algo sobre cómo viaja cada persona: de forma independiente, con flexibilidad y buscando una experiencia más cercana a lo local.
  • Utilidad y placer. Elegir una casa puede ser una decisión racional, pero sumar servicios y experiencias le da un componente emocional que completa la estadía.
  • Comunidad. Dormir en un barrio local durante un festival o un evento cultural genera una participación que difícilmente pueda ofrecer una cadena hotelera.

La decisión de Chesky de meterse en el mundo de los servicios refuerza ese atractivo. Un viajero de la Generación Z que va a Miami durante Art Basel podría usar Airbnb no solo para encontrar un loft, sino también para reservar una visita privada a una galería, organizar una cena con un chef y agendar una clase de yoga para la mañana siguiente. No se trata solo de alojamiento, sino de construir un estilo de vida.

Competencia y colaboración

Para Airbnb, el reto no es solo responder a la demanda, sino también mantener el ritmo de crecimiento. Los ingresos empezaron a crecer a un dígito, mientras que Booking Holdings muestra una aceleración mayor. Chesky entiende que integrar distintas líneas de negocio es clave: servicios, hoteles boutique, expansión internacional y una búsqueda potenciada por inteligencia artificial. Cada elemento suma, pero lo que cuenta es cómo se implementa.

Vrbo y otras compañías también se mueven. Expedia hace tiempo que apuesta por viajes centrados en eventos. Algunos hoteles más dinámicos ya ofrecen alianzas que combinan estadías con acceso VIP a recitales, partidos y festivales culturales. Si Skift acierta y el turismo de eventos en vivo se convierte en uno de los grandes motores del sector, el mercado podría superar el billón de dólares. Eso significa que habrá unas pocas empresas grandes capaces de generar verdaderos "momentos para los miembros" antes, durante y después de cada viaje.

Airbnb
Para Airbnb, el reto no es solo responder a la demanda, sino también mantener el ritmo de crecimiento.

La capa de IA

Chesky también apuesta a que la inteligencia artificial va a cambiar por completo la forma en que las personas descubren y reservan. El año que viene, Airbnb empezará a implementar una búsqueda potenciada por IA que se parecerá más a una charla con un conserje que a un listado con filtros. En lugar de recorrer miles de publicaciones, los usuarios podrán expresar lo que buscan: "Voy a París por primera vez, me encanta la comida, quiero estar cerca de la vida nocturna". La plataforma se encargará de ajustar los resultados en tiempo real.

Pero la IA no será solo una herramienta vistosa. En el turismo de eventos en vivo, puede funcionar como el hilo que une alojamiento, servicios y actividades, y así construir un viaje sin interrupciones. Imaginate escribir: "Voy a Coachella, necesito un lugar para cuatro amigos, lugares para cenar y una clase de yoga". Ese es el terreno donde Airbnb quiere jugar.

El panorama más amplio

El turismo tiene ciclos. Los hoteles tradicionales conocen el valor de la consistencia, mientras que quienes llegaron a cambiar las reglas buscan siempre algo nuevo. Chesky quiere unir esas dos lógicas: una plataforma global confiable, pero con la flexibilidad suficiente para aprovechar tendencias como el turismo de eventos en vivo. El riesgo está en cómo se implementa esa visión: sumar servicios y hoteles sin perder el foco. La posible ganancia, en cambio, es enorme: un ecosistema que mueve miles de millones y va mucho más allá del alojamiento.

El nuevo capítulo de Airbnb no gira solo en torno a dónde duerme la gente, sino a cómo vive cuando llega. Y también a cómo las marcas de viajes —desde Airbnb hasta Vrbo y los hoteles boutique— logran conectar con una generación que asocia la fidelidad con un estilo de vida.

Qué deben hacer Airbnb, Vrbo y los hoteles para competir

El futuro del turismo va a depender de cuánto logren adaptarse las marcas a tres fuerzas que se cruzan: los servicios, el auge de los eventos en vivo y las expectativas de la Generación Z. Para ganar, cada jugador tiene que apoyarse en sus fortalezas y, al mismo tiempo, aprender de los demás:

  • Airbnb debería profundizar su apuesta por los servicios y los eventos en vivo como elementos que lo distingan. La idea de "una app para cada momento del viaje" empieza a tomar forma. Si logra que el descubrimiento potenciado por IA combine alojamiento, actividades y servicios en una experiencia coherente, tendrá una estrategia poderosa a gran escala.
  • Vrbo, por su parte, puede fortalecer su lugar en los viajes familiares y en grupo. Para eso, necesita enfocarse en la demanda generada por eventos y animarse a probar experiencias personalizadas que trasciendan la estadía. Incorporaron a un gerente general con experiencia y están invirtiendo para crecer.
  • Los hoteles, en cambio, tienen que acelerar sus acuerdos con eventos y sumar acceso exclusivo. Ofrecer estadías con beneficios diferenciales —entradas VIP, cenas antes del show, recorridos guiados— y encontrar formas de darle un perfil más local a la experiencia pueden ayudar a recuperar terreno frente a plataformas que escalan más rápido.

Los tres tienen que diseñarse en función de una tecnología sin fricciones y una conexión emocional real. Eso implica generar confianza con mayúscula.

La Generación Z no busca solo una cama para pasar la noche. Quiere formar parte de una historia, de una comunidad y de un conjunto de experiencias que valga la pena compartir en su cuenta de Instagram.

 

Nota publicada por Forbes US

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