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Liderazgo

Adiós al Club de las 5 AM: la nueva era de la productividad inteligente

Karin Eldor

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El mito de que madrugar es sinónimo de disciplina empieza a resquebrajarse. Nuevas voces, desde Taylor Swift hasta la heredera literaria de Jane Austen, impulsan una visión más realista del éxito, alejada del sacrificio extremo y las alarmas al amanecer.

10 Octubre de 2025 15.30

Cuando Taylor Swift da una lección de vida en el podcast New Heights, el mundo entero la escucha. Me refiero a la frase que se volvió viral: "Pensá en tu energía como si fuera cara, como si fuera un lujo. No todo el mundo puede permitírselo... En qué gastás tu energía, eso es lo importante".

Es un recordatorio potente sobre la importancia de cuidar tu energía, más allá del tiempo. Ese mismo principio atraviesa el libro debut de Emily Austen, Smarter, y se presenta como una de sus ideas centrales. La conexión tiene algo de poético: Taylor Swift, la compositora de una generación, repite una lección de productividad que también impulsa una Austen contemporánea. Y Emily no es una Austen cualquiera. Es descendiente directa de Jane Austen, la escritora que retrató como nadie a mujeres enfrentadas con la ambición, las expectativas sociales y la necesidad de definirse a sí mismas. Más de dos siglos después, Emily Austen propone algo similar: repensar qué significa el éxito en tiempos de ajetreo performativo.

Es una frase que parece escrita a medida para esta época de agotamiento y de "teatro de la productividad". Porque, seamos sinceros, estar ocupado se transformó en una especie de moneda y en un símbolo de estatus. Capturas de pantalla mostrando que alguien se despierta a las 5 de la mañana, se mete en baños fríos y comparte videos motivacionales de "apurarse y trabajar duro" son parte de una competencia absurda, también conocida como falsa productividad.

Emily Austen, autora de SMARTER, Crédito de la foto: ImageGod
Emily Austen, autora de SMARTER, Crédito de la foto: ImageGod

 La competencia online entre fundadores y ejecutivos dio lugar a lo que Emily Austen define como un "ciclo de adicción a la aprobación". En sus palabras: "La gente publica sus agendas apretadas, sus rutinas... no se trata de crear valor, sino de validación". Austen, que se presenta como una adicta a la productividad en recuperación, hoy propone algo distinto, más honesto y necesario, y está generando un impacto fuerte.

Su primer libro, Smarter, ya es un éxito de ventas en el Reino Unido y Australia. También fue incluido en la lista de lecturas recomendadas de la Universidad de Miami y cerró acuerdos de traducción en países de Europa y Asia. En Estados Unidos, llegará a las librerías mañana, 2 de septiembre.

A los 25 años, Emily Austen ya había atravesado un cuadro de agotamiento, enfrentaba problemas de salud mental y estaba en una situación financiera límite. Hoy, esta graduada de la Universidad de Manchester, con título en Criminología y Derecho Penal, es una CEO exitosa y dueña de agencias, y demuestra que el éxito no depende de litros de cafeína, alarmas a las 5 de la mañana ni de la cultura del sacrificio constante.

Smarter resume esa idea en una especie de manifiesto sobre otra forma de trabajar, con estrategias concretas y posibles para alcanzar objetivos sin caer en el desgaste físico y mental.

Además, el libro ya dejó su marca en la cultura pop: Bella Hadid pidió una copia mientras estaba en Londres por el lanzamiento de su fragancia, Julia Roberts hizo que se la enviaran al estudio de Warner Bros. en el Reino Unido y Jessica Alba fue vista en Wimbledon con el libro en la mano.

Crédito de la foto: Cortesía de Emily Austen

La viralidad es innegable, pero lo central sigue siendo el mensaje: Smarter propone cambiar la definición de éxito, dejar de medir todo en cantidad y empezar a enfocarse en el impacto. La clave está en cambios pequeños y sostenidos que, con el tiempo, generan una transformación profunda.

Cada uno de los 10 pasos del método para trabajar con más inteligencia empieza con la letra "M": Mañanas, Mensaje, Minutos, Consciente, Gestionar, Modificar, Marketing, Maestría, Movilizar e Impulso. Una decisión nada casual, ya que Emily Austen suele presentarse como "Em".

El libro arranca con una advertencia clara: "Esto no es para quienes prefieren los lunes de mínimos ni los martes de tranquilidad. Es para quienes buscan el éxito".

El libro funciona como un permiso para buscar otra estrategia de éxito, una que rechaza el ritmo frenético, el agotamiento constante y ese orgullo mal entendido por estar siempre ocupado. La propuesta se apoya en principios como poner límites, actuar desde los propios valores, priorizar la autoestima por encima del deseo de agradar, avanzar desde un lugar de abundancia, entender que un solo paso puede generar impulso y respetar el ritmo circadiano propio.

La chispa que dio origen a Smarter apareció en el verano de 2023, cuando Emily Austen revisaba las listas de los más vendidos en Amazon. Según recuerda: "No había ninguna autora en el ámbito profesional, empresarial o de los negocios". Y agrega: "Todos eran hombres. Hombres brillantes, como James Clear, Seth Godin, Ben Horowitz, Malcolm Gladwell. Pero incluso esos libros eran bastante de autoayuda, o bien muy agresivos, con frases como 'CÓMO CREAR RIQUEZA' en mayúsculas".

Mientras tanto, las autoras que lideraban los rankings apuntaban a temas como meditación, manifestación y atención plena. Austen notó ese contraste y lo resumió así: "Me di cuenta de que había espacio para un libro intermedio. Sencillo, práctico y accesible para personas más allá de los emprendedores".

Tenía cómo respaldar esa intuición. Durante más de diez años dirigió su agencia de relaciones públicas, Emerge, que recibió varios premios y trabajó con marcas como Abercrombie, Spanx, Red Bull y RewardStyle. Esa experiencia directa con el trabajo real y la exigencia diaria le dio una perspectiva clara sobre la ambición, el agotamiento y el verdadero impacto.

Muchas veces, explicó, el valor —o al menos el valor percibido— se mide por la cantidad de reuniones en la agenda o por cuántas pestañas hay abiertas en el navegador. Y ahí empezó a preguntarse: "Bueno, si pudieras hacer el mismo trabajo en dos horas en lugar de seis, no serías peor en tu trabajo. Probablemente serías mejor, porque significa que podés hacerlo con mayor eficiencia".

Una de las ideas más atractivas que deja Smarter es el permiso para sumarse al "Club de las 8 a. m.", una especie de respuesta irónica al famoso "Club de las 5 a. m.", uno de los mantras más repetidos del desarrollo personal en la última década.

"Durante diez años me levantaba a las 5 de la mañana y era un desastre", admite Austen. "Agotada, con exceso de cafeína, persiguiendo mi día todo el tiempo", agrega.

El cambio llegó cuando se permitió trabajar a su propio ritmo. Según cuenta: "En el momento en que dejé de obligarme a seguir la rutina de otros y presté atención a lo que era natural para mí, me volví mucho más productiva".

Los lectores y oyentes del podcast Smarter coinciden. Miles de personas le escribieron a Austen para contarle que, por primera vez, se sintieron "vistos". Ya no cargan con la culpa de no levantarse antes del amanecer para rendir al máximo. "El Club de las 8 AM no tiene nada que ver con la pereza", aclara Austen. "Se trata de entender que la productividad es algo personal. Para algunos, es a las 8. Para otros, puede ser a las 7:30".

Emily Austen, autora de SMARTER y presentadora del podcast SMARTER. Crédito de la foto: cortesía de Emily Austen.
Emily Austen, autora de SMARTER y presentadora del podcast SMARTER. Crédito de la foto: cortesía de Emily Austen.Crédito de la foto: Cortesía de Emily Austen.

La clave es entender que no hace falta adaptarse a un modelo rígido de productividad para demostrar ambición. La forma de trabajar no es uniforme ni debería serlo.

Emily Austen es directa cuando habla de la cultura que construimos. Según ella, "entramos en una era de adicción a la aprobación". Y lo resume así: "Estar ocupado se convirtió en moneda corriente".

Señala como ejemplo a fundadores que publican capturas de sus agendas llenas, ejecutivos que alardean de trucos de productividad y el clásico "paquete de inicio para fundadores". "Eso no crea valor", insiste. "Es solo una recopilación de momentos destacados. Y la gente se agota", señala.

Lo que más llama la atención al hablar con ella es una observación sencilla pero potente: los fundadores que menos muestran online suelen ser los que más construyen. ¿No es la concentración la mejor forma de versatilidad?

Esa es la tensión que Smarter pone en el centro: la diferencia entre el éxito performativo y el impacto real, sostenido en el tiempo.

Emily Austen también llevó su mensaje a las empresas, donde los signos del exceso de trabajo ya no se pueden disimular.

"Hay montones de libros y teorías sobre cómo evitar el agotamiento o cómo identificarlo", señala. "Pero la realidad es que muchas personas ya lo están. No quieren que les digan que escriban en un diario durante una hora y media cada mañana. Quieren saber que las cosas pueden ser distintas en los próximos diez años", indica.

Los datos acompañan ese diagnóstico. Según el informe "Mujeres en el lugar de trabajo 2024", de McKinsey, el agotamiento está en niveles récord, y el "peldaño roto" sigue siendo una barrera seria para el crecimiento profesional de las mujeres, especialmente para mujeres racializadas. Una encuesta de AMA 2025 muestra que el 55% de las mujeres dice sentirse agotada, frente al 42% de los varones.

La propuesta de Emily Austen para equilibrar trabajo y vida personal no pasa por optimizarlo todo, sino por algo más simple y poderoso: el permiso. Permiso para recuperar tu ritmo, tus propias definiciones, tu energía. Permiso para imaginar otra forma de avanzar. Permiso para dejar atrás la culpa por descansar o para encarar las tareas pendientes de un modo que tenga sentido para vos.

Para ella, el éxito no tiene que ver con levantarse antes del amanecer, ni con mostrar agendas llenas de reuniones ni con probar tu valor a través de videos sobre esfuerzo extremo. Se trata de generar impacto sin vaciarse en el intento.

"Lo que escucho una y otra vez es que la gente está cansada de medir su vida con la definición de productividad de otros", dice. "Quieren algo que puedan sostener en el tiempo", destaca.

El Club de las 5 de la mañana ya tuvo su momento. Pero tal vez el futuro de la ambición se parezca más al Club de las 8: descansado, con intención y, como dice Austen, más inteligente.

 

Nota publicada por Forbes US

 

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