El empresario gastronómico Alberto Chinkies reactivó la discusión sobre los juicios laborales tras conocerse el fallo que compromete la continuidad de uno de los restaurantes más emblemáticos de Recoleta. Dueño de Piegari, Piegari Carnes y Singapur, el empresario dialogó con Forbes sobre las consecuencias de una sentencia desfavorable en un juicio laboral iniciado por un antiguo empleado. Detalló que la decisión judicial, producto de un fallo de primera instancia, lo obliga a afrontar una condena superior a 200 millones de pesos y pone en riesgo la continuidad de Piegari, reconocido por su trayectoria de más de tres décadas y por emplear a más de un centenar de personas.
"El gran problema es que la jueza, muy parcial, como entiende que en la Cámara vamos a perder el caso, decidió imponernos un embargo de 160 millones de pesos en nuestras cuentas bancarias. Eso nos puso en una situación bastante complicada en el manejo del negocio", enfatiza el empresario en comunicación con Forbes. A nivel negocio, recibí un apoyo muy grande de todos nuestros proveedores, del propio personal que trabaja con nosotros y, al mismo tiempo, de nuestros comensales, que son una cantidad enorme. Muchos de ellos salieron a respaldar lo que, de alguna manera, venimos manifestando", agrega Chinkies.
Paralelamente, remarcó que "al leer el fallo, te das cuenta que está lleno de imperfecciones, propias de una jueza muy particular". Sobre el futuro del caso y los pasos a seguir, explica: "El juicio terminó en su fase inicial. Lo apelamos y hoy está en la Cámara. Espero que los plazos sean extensos y, al mismo tiempo, favorables para nosotros, porque la decisión que tomó la jueza es muy controvertida".
Qué impacto tuvo la sentencia en el negocio
Mientras tanto, cuenta Chinkies, el negocio sigue funcionando. "Lo único que se está demorando un poco son algunos pagos a proveedores, porque el embargo nos impide afrontarlos en tiempo y forma. De todos modos, hasta ahora no ha habido ningún inconveniente y los proveedores han respondido con total comprensión".
En este contexto, el referente gastronómico insiste en que "la reforma laboral es necesaria". Y agrega que "hoy, la forma en que actúa la justicia con las normas vigentes permite que cualquier juez haga lo que quiera y todo quede bien, dependiendo únicamente de si la Cámara está o no de acuerdo". "Es una situación completamente indiferente, en la que no tenés ninguna posibilidad real de intervenir", completa Chinkies.
Además, subraya que "la reforma laboral no solo tiene que modificar ciertos artículos sin perjudicar a los trabajadores, sino también hacerlo sin favorecer al empresario, pero al menos sí que se nos permita estar en una mesa objetiva. Si logramos eso, podremos generar más trabajo y encontrar soluciones para muchos más problemas", profundiza.
Qué dice la sentencia
Forbes tuvo acceso a la sentencia judicial, dictada el 29 de agosto de 2025 por el Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo N° 49, que resolvió que el actor —Alberto Lobariñas, quien trabajó por décadas en el restaurante desde 1994 hasta 2020— fue despedido de manera indirecta (es decir, consideró extinguido el contrato por culpa del empleador) cuando éste dejó de pagar los salarios correspondientes a abril y mayo de 2020 en plena pandemia, lo que constituyó un incumplimiento grave de sus obligaciones. Por lo tanto, se declaró procedente su reclamo y ordenó el pago de todas las indemnizaciones correspondientes por despido, incluyendo antigüedad, preaviso, integración del mes, SAC proporcional y vacaciones proporcionales.
Según cuentan desde la empresa, Lobariñas dejó de presentarse a trabajar cuando el establecimiento retomó la actividad bajo el régimen de servicios esenciales. La empresa intentó contactarlo en reiteradas ocasiones para coordinar su regreso, pero no obtuvo respuesta. Esa ausencia prolongada, sumada al silencio del trabajador, llevó a la decisión de despedirlo por "abandono de tareas", una causal que, de ser validada, exime al empleador de pagar la indemnización completa. La controversia judicial surgió porque la jueza de primera instancia no avaló el encuadre que planteó el empresario. Por el contrario, consideró injustificado el despido y dictaminó que correspondía una indemnización integral.
El trabajador reclamó que, durante la pandemia, la empresa lo había licenciado verbalmente hasta que finalizara la emergencia sanitaria. Según consta en el expediente, el empleado rechazó luego la intimación del restaurante para reincorporarse bajo la modalidad de delivery y takeaway, y ese mismo día se consideró despedido de manera indirecta. Fundamentó su decisión en la falta de pago de los salarios de marzo, abril y mayo de 2020, y reclamó las indemnizaciones correspondientes: antigüedad —con la duplicación prevista por el DNU 34/2019 que prohibía despidos—, preaviso, integración del mes, vacaciones no gozadas y SAC proporcional. También exigió el cobro de los sueldos adeudados, multas por presunta mala registración laboral y la sanción por la falta de entrega de los certificados laborales. Además, pidió que se declare la responsabilidad solidaria de María Laura Chinkies, presidenta de la firma, y de Isaac Alberto Chinkies, exvicepresidente y señalado por el trabajador como propietario histórico del establecimiento.
Los planes de Piegari antes de la sentencia
Piegari nació en 1994 en la recova de la calle Posadas, en Recoleta. Carlos Piegari, su creador, ya tenía experiencia como cocinero en un reconocido restaurante de Palermo. La apertura fue un salto propio, junto a su socia Ada Fonre. Tiempo después, Fonre invitó a Alberto Chinkies a sumarse al proyecto. Chinkies terminó quedándose con el control y lideró la transformación de la marca, que hoy incluye dos espacios: Piegari Ristorante y Piegari Carnes.
A eso se sumó el proyecto de Singapur, también bajo su gestión, también ubicado en la zona de la Recova. En 2024, Chinkies también impulsó la apertura de Piegari en Miami, en el barrio de Wynwood. Aunque el capital inicial fue aportado por un socio argentino, la operación quedó bajo el control de la casa matriz.
El año pasado, el empresario comentó que recibió propuestas para abrir locales en otras ciudades de Estados Unidos, como en zonas del estado de Florida, Los Ángeles y su aspiración personal: Las Vegas. A pesar del interés, aclaró que no contaba con la estructura para lanzar diversas aperturas al mismo tiempo. También mencionó la posibilidad de llevar la marca a San Pablo, Brasil. En paralelo, afirmó que el foco inmediato estaba en el mercado argentino. Mencionó su interés en abrir nuevas franquicias en Córdoba, Mendoza o Salta, así como en localidades del Gran Buenos Aires como San Isidro, Martínez y Nordelta.