Bigbox proyecta facturar US$ 40 millones este año y acelera su expansión regional
Gastón Parisier, fundador y CEO de la compañía líder en regalos de experiencias, inauguró un segundo piso de oficinas tras el debate viral sobre el fin del home office e invierte $ 2.000 millones en infraestructura mientras el 50% del negocio ya es fuera de Argentina.

A principios de este año, un video de 13 segundos en el que Gastón Parisier, fundador y CEO de Bigbox, celebraba el fin del home office en la compañía alcanzó 15 millones de visualizaciones en redes sociales, superando incluso al posteo del presidente Javier Milei entregándole una motosierra a Elon Musk. El tuit desató un debate masivo sobre presencialidad versus trabajo remoto y, aunque recibió críticas feroces, también trajo algo inesperado: feedback constructivo sobre las condiciones de la oficina.

La respuesta del fundador fue concreta. Bigbox, la plataforma de experiencias nacida en Argentina hace 16 años, acaba de cortar cintas en el piso 16 del edificio de Núñez en donde están sus oficinas, duplicando su superficie de 550 a 1.100 metros cuadrados. La inversión total —que incluye esta expansión y la renovación de sus 12 puntos de venta en Argentina— alcanza los $ 2.000 millones.

"Había comentarios diciendo que la oficina no tenía buena iluminación, que estábamos apretados. Me puse a leer todo de manera masoquista", reconoció Parisier en un encuentro con periodistas. "Dije: 'Che, si quiero promover la presencialidad, me parece que estoy fallando. Hay una brecha entre el sueño y lo que estoy ofreciendo'".

El nuevo espacio busca crear un ambiente colaborativo que justifique el regreso a la oficina, con propósito. Para el CEO, ingeniero industrial recibido en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) con una especialización en Finanzas, la presencialidad no es ideológica, sino estratégica: "Las experiencias se hacen así. Si no tengo al equipo de tecnología saliendo a comer, entendiendo la problemática, probando el vino que vendemos y las tapas que promocionamos, es imposible que desarrollen bien".

Nuevas oficinas de Bigbox.

Parisier implementó desayunos rotativos dos o tres veces por semana con distintos equipos y encuentros semanales donde el personal degusta productos y discute estrategias. 

Expansión regional

Bigbox, que hoy vende unas 600.000 experiencias anuales y proyecta alcanzar el millón en dos años, planea cerrar 2025 con una facturación cercana a los US$ 40 millones y una estructura de 220 empleados en la región. La compañía vendió 200.000 regalos en el primer semestre, con un crecimiento del 33% respecto al año anterior, y generó 142.000 experiencias vividas. La temporada alta de ventas generalmente es el segundo semestre, con fechas fuertes como el Día de la Madre y Fin de Año.

La distribución geográfica del negocio cambió radicalmente: hace cuatro años Argentina representaba el 85-90% de la facturación; hoy es 50-50 entre el mercado local y el resto de la región. La compañía opera actualmente en Argentina, Uruguay, Chile, Perú y México, con presencia remota en Colombia, Brasil, Paraguay y Ecuador para clientes corporativos. Para 2026 planea abrir operaciones formales en Colombia, replicando el modelo de oficinas locales de 15 personas que tiene en los otros mercados.

México se perfila como el mercado prioritario, con un crecimiento del 35% en cuentas corporativas activas durante el primer semestre. 

Entre un catálogo de cerca de 6.000 experiencias, en los el último semestre Bigbox sumó grandes nombres en todos los países donde opera: Don Julio, Crizia, Llao Llao, El Mercado Faena, Alvear Icon, El Preferido y RAIX en Argentina; Maido, Heavenly Spa by Westin, La Cantina Di Epicvro, en Perú; The Ritz-Carlton, en Chile; Hueso, Casa Fernanda, Primitivo Restaurante, en México; y Misión Comedor, Sheraton Colonia en Uruguay.

 

En tanto, el canal corporativo alcanzó 3.215 cuentas activas, incluyendo a Mercado Libre, que utiliza Bigbox para regalos en toda América Latina. El ticket promedio ronda el equivalente a los US$ 100, representando experiencias para dos personas.

Tecnología, coproducción de contenido y renovación de marca

Con un equipo de 40 personas dedicadas a desarrollo, Bigbox está enfocada en tres ejes: personalización, dinamismo e interacción social. La personalización implica usar inteligencia artificial para mostrar a cada usuario las experiencias con mayor probabilidad de compra. "Estamos construyendo dos perfiles para cada persona: el regalador, que suele tener un ticket promedio estable, y el que se autorregala tres o cuatro veces por año", explicó Parisier.

El componente dinámico busca que los prestadores ajusten precios según demanda, mientras que la dimensión social incluye permitir que usuarios y prestadores interactúen mediante comentarios y respuestas. Uno de los mayores desafíos es la integración con sistemas de reservas de distintos proveedores.

Inspirándose en Netflix, Bigbox busca convertirse en coproductor de experiencias. Un ejemplo: cuando una escuela de aviación se queda sin aviones y la compañía podrìa traer dos unidades ploteadas con su marca para comercializar esa capacidad de forma exclusiva. En gastronomía, está desarrollando un vertical de eventos para traer chefs internacionales y crear popups.

Ya fueron renovados 8 de los 12 puntos de venta que Bigbox tiene en Argentina.

El gran sueño es replicar lo que funciona en Europa y Estados Unidos con experiencias automotrices, que ofrecen propuestas de alta gama para manejar Ferraris o Lamborghinis. En ese sentido, Parisier no desacarta a futuro que Bigbox pudiera agregar algún tipo de propuesta así, aprovechando el boom de Franco Colapinto —que Parisier apoyó activamente durante 2024—.

Además, Bigbox está renovando sus puntos de venta. Ya completó ocho de los 12 que tiene en Argentina y abrió dos nuevos en Nordelta y Palmas del Pilar durante 2025. Para el primer trimestre de 2026 planea lanzar un packaging completamente rediseñado. "El producto físico sigue siendo muy valorado, especialmente en fechas como Navidad o Día de la Madre.

Sobre financiamiento, la compañía mantuvo un "ADN rentable", reinvirtiendo el 100% de las utilidades para financiar el crecimiento. "A veces el costo fue que algunos proyectos estuvieron postergados. Caminamos más lento pero firme", admitió Parisier. Los fondos de inversión suelen tener más interés cuando más del 60% del negocio es fuera de Argentina, umbral que Bigbox está por alcanzar.