Amazon acordó pagar US$ 2.500 millones a la Comisión Federal de Comercio de EE.UU. (FTC) tras una investigación que la señaló por haber utilizado prácticas "engañosas" que incentivaban suscripciones a Prime y dificultaban su cancelación. La sanción incluye US$ 1.000 millones en concepto de multa civil y US$ 1.500 millones que se devolverán a los consumidores.
Según la FTC, alrededor de 35 millones de clientes fueron perjudicados por inscripciones involuntarias al servicio o cancelaciones postergadas. El organismo remarcó que esta indemnización representa la segunda cifra más alta que logró recuperar para los usuarios en su historia.
Una parte de los afectados recibirá los reembolsos de forma automática en los próximos 90 días. El resto será notificado por la propia empresa y deberá presentar un reclamo. El monto que podrían recibir llega hasta los US$ 51 por persona, si cumplen con los requisitos establecidos.
Amazon evitó reconocer cualquier falta. Sin embargo, aceptó realizar modificaciones clave en su sistema de suscripción. Entre ellas, deberá incorporar un botón claro para rechazar Prime, eliminar la opción "No, no quiero envío gratuito" y brindar información detallada sobre el costo, la frecuencia de cobro y las reglas de renovación automática del servicio. También tendrá que ofrecer un proceso sencillo para que el usuario pueda cancelar Prime.
"Amazon y nuestros ejecutivos siempre han cumplido con la ley y este acuerdo nos permite avanzar y centrarnos en innovar para los clientes", afirmó la empresa en un comunicado.
Se trata de uno de los acuerdos más onerosos que enfrentó una tecnológica con la FTC.
Las acciones de Amazon bajaron casi 1% el jueves por la tarde y cerraron en US$ 218,36, el valor más bajo desde comienzos de agosto.
Más de US$ 44.000 millones. Ese fue el ingreso que Amazon generó el año pasado por suscripciones, en su mayoría vinculadas a Prime.
Antecedentes clave
La demanda de la FTC contra Amazon se presentó en 2023, durante la gestión de Joe Biden, que apuntó a gigantes tecnológicos como Google, Hewlett Packard, Meta y Apple. A comienzos de este mes, Google evitó tener que desprenderse de su navegador Chrome como medida para corregir su posición dominante en el mercado de búsquedas. Apple, por su parte, sigue enfrentando una demanda del Departamento de Justicia por monopolio en el mercado de celulares, luego de que un juez federal rechazara este verano su pedido de desestimación.
En julio, la FTC y Meta finalizaron un juicio por el supuesto monopolio de la empresa en redes sociales. Un juez todavía analiza el caso, que podría obligar a Meta a desprenderse de Instagram y/o WhatsApp si la FTC gana. Tras las elecciones, se esperaba que la administración de Donald Trump redujera las presiones regulatorias impulsadas por Biden contra las grandes tecnológicas, algo que en buena medida ocurrió. Hasta septiembre, el Gobierno presentó una sola demanda antimonopolio contra una fusión en el sector: el intento de Hewlett Packard por adquirir la empresa de productos de red Juniper Networks por US$ 14.000 millones, según informó Axios.
Nota publicada por Forbes US