Recientemente, la Comisión Nacional de Valores (CNV) flexibilizó los trámites para que se emitan nuevos Certificados de Depósito Argentinos (Cedears) en el país. De esta forma, pronto podrían llegar nuevos activos del exterior capaces de operarse tanto en pesos como en dólares. Ahora bien, ¿cuáles deberían emitirse cuanto antes para que el mercado local se termine de desarrollar?
ETF de oro
El oro es uno de los activos más importantes de la actualidad (y de la historia), ya que se considera el refugio de valor definitivo en épocas de alta inflación global y cuando surge una gran inestabilidad geopolítica, como está sucediendo ahora con Rusia, Ucrania, Irán e Israel, por ejemplo. Por esta razón, resulta importante que al mercado argentino llegue un fondo cotizado en bolsa (ETF, por su sigla en inglés) en formato Cedear que permita replicar el comportamiento del oro directamente, no a través de compañías mineras.
ETF de petróleo
Lo mismo sucede con el petróleo. Quienes quieren exponerse a la evolución del crudo suelen comprar Cedears de compañías como ExxonMobil, Chevron u Occidental Petroleum. No obstante, la correlación entre el barril y estas petroleras no es del 100%. Por lo tanto, sería ideal que llegara un ETF que emule fielmente los avances y retrocesos de la materia prima.
ETF de bitcoin
En enero, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de los Estados Unidos aprobó los primeros fondos cotizados de bitcoin al contado. Si se emiten sus respectivos Cedears, los argentinos podrán invertir en la famosa criptomoneda sin tener que abrirse cuentas en un exchange y de forma regulada y segura.
ETF inverso
Cuando el S&P 500, el Nasdaq 100 o el Dow Jones, tres de los principales índices accionarios de Estados Unidos, y del mundo, suben, sus inversores obtienen grandes ganancias. No obstante, cuando caen, las pérdidas llegan rápidamente. Pero si se compra un ETF inverso y se lo pondera adecuadamente en la cartera, entonces se puede incluso obtener un beneficio de las tendencia bajistas.
ETF de bonos del Tesoro
A día de hoy, al mercado argentino le hace falta un fondo cotizado de bonos del Tesoro, los activos teóricamente más seguros del mundo que ahora distribuyen intereses por entre un 4% y un 5% al año. Estos vehículos de inversión permitirían reducir la volatilidad de un portafolio y cobrar una renta periódica en dólares bastante alta.