El Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos anunciado por Donald Trump y Javier Milei abre interrogantes sobre qué sectores de la economía argentina saldrán beneficiados y cuáles enfrentarán una mayor competencia. "Geopolíticamente ganan los dos países", afirmó anoche Yanina Lojo, especialista en comercio internacional. "Argentina más allá de este swap de US$ 20.000 millones, sigue teniendo respaldo y sigue ganando un apoyo reputacional muy fuerte. Después, en cuanto a los sectores, habrá que esperar la letra chica para conocer los detalles", agregó.
Marcelo Elizondo, analista político internacional, coincidió con esta visión pero adelantó algunos sectores que podrían resultar favorecidos. "Ya sabemos de algunos sectores que van a tener mejores oportunidades. En particular se habla de recursos naturales o de productos primarios que van a estar en la mira del trabajo para la mejora en el acceso a los Estados Unidos por parte de la Argentina", explicó.
"Si bien no hay mayor especificación al respecto, lo único que sabemos es el comunicado del gobierno de los Estados Unidos. Todavía no hemos visto la letra del acuerdo, pero me parece que allí, en el caso de los recursos naturales, probablemente en la minería haya más capacidad de acceso a los Estados Unidos, y eso significaría no solamente comercio, sino un aliciente para las inversiones", detalló Elizondo.
El analista subrayó un punto clave: "Los pactos comerciales no solamente abren mercados, sino que generan incentivos para la inversión porque la inversión se dirige allí donde hay acceso a mercados, de modo que creo que ahí hay algunos rubros para analizar como ganadores".
Según el documento oficial, Estados Unidos eliminará aranceles para ciertos recursos naturales argentinos y bienes farmacéuticos no patentados. Además, ambos países acordaron fortalecer el comercio de minerales críticos y en el ámbito agrícola se comprometieron a mejorar las condiciones de acceso al mercado de carne vacuna y aviar, así como a facilitar el comercio de menudencias, carne de cerdo y lácteos.
¿Resistencia del agro argentino?
Ante la pregunta sobre una posible resistencia del agro argentino al ingreso de vinos y lácteos estadounidenses —similar a la que muestran los productores franceses frente al acuerdo Unión Europea-Mercosur—, Elizondo reconoció que es un escenario posible.
"Puede haber, por supuesto. Estos pactos son pactos de apertura recíproca y hay potenciales ganadores cuando aprovechan el mercado de los Estados Unidos, y otros que van a estar más incómodos porque hay que competir contra productos de los Estados Unidos que vengan acá", admitió.
Sin embargo, relativizó el impacto: "Pero la verdad es que el agro argentino es el más competitivo de los sectores que tenemos, es el que ya puede competir en el mundo contra quien fuere. Incluso compite en inferioridad de condiciones en el mundo, pagando retenciones y lo ha hecho pagando brecha cambiaria, de modo que no debería haber una molestia tan grande".
El acuerdo establece que Argentina brindará acceso preferencial a productos estadounidenses como medicamentos, maquinaria, tecnologías de la información y productos agrícolas, entre los que se incluyen los lácteos y vinos que generan preocupación en algunos sectores productivos locales.
Para Elizondo, el análisis del acuerdo no debe limitarse a sus aspectos puntuales. "Yo no miraría solo la letra chica, miraría el contexto general. Aquí hay una relación que se va incrementando, empezó con el swap, con la intervención financiera de los Estados Unidos para sostener la estabilidad cambiaria, se habla de un posible pacto para US$ 20.000 millones de financiamiento, ahora el acuerdo comercial, la alianza geopolítica", enumeró.
"Me parece que reputacionalmente, para un país que venía en gris como la Argentina, esto todo es muy importante", concluyó el analista.
¿Tratado de libre comercio o no?
El economista Claudio Loser, exdirector del Fondo Monetario Internacional, analizó el entendimiento y sostuvo que no se trata formalmente de un acuerdo de libre comercio, ya que el país continúa "atado al Mercosur", pero es lo más "parecido" que se puede firmar.
"Es lo más parecido a un tratado de libre comercio sin serlo", afirmó en declaraciones al programa Noticias Argentinas que se emite por Radio Splendid AM990, tal como lo consignó Noticias Argentinas.
Loser señaló que aún falta conocer los puntos finos del entendimiento porque "el diablo está en los detalles", pero destacó que la apertura de exportaciones era "lo que Estados Unidos quería", con el objetivo de vender más al mercado argentino.
Respecto de los sectores involucrados, enumeró que el acuerdo incluye al sector agrícola, incluso con la posibilidad —según trascendidos— de que Estados Unidos pueda exportar bovinos vivos a la Argentina. También mencionó la apertura en materia de carne, determinados medicamentos y servicios ligados a la inteligencia y al apoyo para desarrollos de Inteligencia Artificial.
Desde la óptica industrial, Loser explicó que Estados Unidos se vería beneficiado sobre todo en el segmento agrícola y en productos de industria pesada, "aunque no en acero". Además, remarcó que algunas exportaciones estadounidenses podrían competir con China en el mercado argentino.
Finalmente, el economista descartó que el acuerdo implique un aprovechamiento unilateral: "No es un paquete para abusar de la Argentina, sino algo que puede ser conveniente para ambas partes", afirmó.
El Marco contempla también que Argentina eliminará barreras no arancelarias como licencias de importación y formalidades consulares, y se comprometió a desmantelar gradualmente el impuesto estadístico para productos estadounidenses. Además, deberá alinearse con estándares internacionales en múltiples sectores y reconocer certificaciones de organismos estadounidenses como la FDA.
Estados Unidos y Argentina trabajarán para concluir el texto final del acuerdo y cumplir con los procedimientos internos necesarios para su entrada en vigor, mientras la letra chica que reveló Lojo como necesaria para conocer el impacto sectorial todavía está pendiente.