Cómo funciona el Fondo de Estabilización del Tesoro y por qué es clave en el acuerdo con Argentina
El mecanismo financiero que ahora respalda a la gestión de Milei permite mover miles de millones sin pasar por el Congreso estadounidense. Su uso reactiva un viejo debate en Washington y podría marcar el inicio de una estrategia regional.

Washington y Buenos Aires se encuentran en el centro de un acuerdo financiero que podría marcar un punto de inflexión para América Latina. Según un extenso informe de Barclays, el Tesoro de Estados Unidos está finalizando un swap line de 20.000 millones de dólares con Argentina, respaldado por el Exchange Stabilization Fund (ESF), un instrumento con historia que el gobierno norteamericano ha utilizado en contadas ocasiones para intervenciones cambiarias directas.

Una maniobra sin precedentes

El 9 de octubre, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, confirmó que su cartera había comprado pesos argentinos, un movimiento prácticamente inédito —la última vez que el Tesoro intervino de esta forma fue con el yen en 1998 y con el euro en 2000.

La operación, inspirada en el famoso "whatever it takes" de Mario Draghi, busca frenar la presión cambiaria sobre el peso argentino y estabilizar los mercados en un contexto de fragilidad política antes de las elecciones legislativas del 26 de octubre.

Sin embargo, la aparente coordinación se enturbió cuando el presidente Donald Trump sugirió que el apoyo podría estar condicionado al resultado electoral favorable a La Libertad Avanza, el partido del presidente Javier Milei. Desde Buenos Aires, el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, negó cualquier condicionamiento político y aseguró que la línea de asistencia seguía en marcha.

El poder discrecional del Tesoro

El documento de Barclays detalla que la intervención se canaliza a través del Exchange Stabilization Fund, un fondo creado en 1934 por la Ley del Oro de Roosevelt para sostener el valor del dólar y que ha sido usado en momentos críticos, como el rescate a México en 1995 durante la crisis del "tequila".

Gracias a las asignaciones recientes de Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI —en 2009 y 2021— el ESF cuenta hoy con activos brutos por 221.000 millones de dólares, de los cuales el 80% son DEG. Esa capacidad le otorga al Tesoro una "potencia discrecional" inédita, pues puede transformarlos en dólares mediante certificados emitidos a la Reserva Federal.

Barclays subraya que esta arquitectura le permite a Bessent actuar con un margen político amplio y sin requerir la aprobación del Congreso, algo que históricamente ha generado debate en Washington.

El contexto argentino: ajuste y fragilidad

El informe dedica un extenso capítulo al diagnóstico de la economía argentina. Desde su asunción en diciembre de 2023, Milei logró un ajuste fiscal histórico, pasando de un déficit primario del 3% del PIB en 2023 a un superávit del 1,7% en 2024, con proyección similar para este año.

El recorte de subsidios, las transferencias a provincias y la obra pública marcaron el rumbo de un giro ortodoxo celebrado por los mercados. Sin embargo, la acumulación de reservas fue mínima y la apreciación del peso tras la devaluación inicial erosionó la competitividad.

El tipo de cambio real alcanzó en abril su nivel más alto en dos décadas, mientras la inflación se desplomó, pero a costa de una recesión y caída de los salarios reales. La reciente derrota electoral de Milei en la provincia de Buenos Aires encendió las alarmas, con los bonos argentinos cayendo más del 20% antes del anuncio de apoyo estadounidense.

El paralelismo mexicano

Barclays compara la situación actual con la de México en 1995, cuando el entonces presidente Bill Clinton utilizó el mismo fondo para sostener al peso tras la crisis del "tequila". En aquella ocasión, Estados Unidos prestó 20.000 millones de dólares a través del ESF y el país vecino logró recuperarse en dos años.

El rescate fue polémico: el Congreso lo calificó de "fondo secreto" del Tesoro, pero la medida resultó eficaz y sentó precedente para operaciones bilaterales como la que hoy involucra a Argentina.

Implicaciones políticas y regionales

El informe destaca que este rescate podría convertirse en un laboratorio de política económica hemisférica. Si el programa argentino tiene éxito, el Tesoro podría extender líneas similares a países como Ecuador o El Salvador, reforzando una suerte de "doctrina Bessent" de influencia financiera estadounidense en América Latina.

Sin embargo, el propio Barclays advierte que todo dependerá del resultado electoral argentino y de la capacidad del gobierno de Milei para reconstruir reservas y alcanzar acuerdos políticos internos. Trump fue tajante al respecto: "Si Milei pierde, no seremos generosos con Argentina".

El documento concluye que la administración Milei tiene una oportunidad histórica para recomponer el esquema macroeconómico, dejando que el tipo de cambio se ajuste y que la economía recupere competitividad. Pero reconoce que los riesgos —tanto electorales como de ejecución— siguen siendo elevados.

En palabras de Barclays: "El éxito o el fracaso del paquete financiero con Estados Unidos será determinante no solo para el futuro de Argentina, sino también para definir hasta dónde llega el poder de fuego del Tesoro norteamericano en la región".