Bancos: el ranking de las provincias que más impuestos les cobran y encarecen el crédito
Un relevamiento de ADEBA expone cómo el cambio en la forma de calcular el impuesto y la suba de las alícuotas terminaron por encarecer el financiamiento en la mayoría de las provincias, con diferencias que afectan tanto la compra de viviendas como el crédito productivo.

La Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) presentó al Banco Central de la República Argentina (BCRA) un documento que actualiza los datos sobre el Impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB) que pagan las entidades financieras en las provincias argentinas. El informe, fechado el 3 de julio de 2025, muestra con precisión cómo varían la alícuota, la base imponible y otros aspectos según la jurisdicción.

Esta información refleja un proceso que comenzó en 2004, cuando la Ciudad Autónoma de Buenos Aires decidió modificar el modo en que se calculaba el impuesto. Hasta entonces, el impuesto se determinaba sobre el Spread, es decir, la diferencia entre los intereses cobrados y los abonados. Esa modalidad reconocía el costo del fondeo y permitía mitigar el impacto fiscal sobre los créditos.

La decisión de eliminar esa deducción y empezar a tomar como referencia el total del haber de las cuentas de resultado implicó un salto en la carga impositiva. Con el tiempo, la mayoría de las provincias adoptó ese mismo criterio, lo que elevó de manera significativa el costo de los préstamos y afectó la rentabilidad de la intermediación financiera.

Hoy, según detalla ADEBA, solo San Luis y Santiago del Estero mantienen la base imponible sobre el Spread. En el resto del país, el impuesto se calcula sobre los ingresos brutos sin reconocer ningún descuento por los intereses pagados.

Suba de alícuotas y nuevos alcances

El impacto no se limitó a la forma de medir la base imponible. Las alícuotas también subieron de manera sostenida. En 2004, la tasa en la Ciudad de Buenos Aires era de 5%, mientras que ahora alcanza el 8%. La Provincia de Buenos Aires pasó de 6% a 9%, Córdoba escaló del 3,5% al 9%, y Mendoza avanzó de 4% a 7%. En la actualidad, La Pampa lidera con un gravamen de 9,10%, mientras que en el extremo opuesto, Corrientes aplica una tasa de 4,70%.

ADEBA también resaltó que algunas jurisdicciones sumaron dentro de la base imponible los títulos públicos y los créditos hipotecarios. Este punto genera un encarecimiento directo sobre préstamos que financian la compra de viviendas y la inversión en instrumentos estatales. Provincias como Santa Fe, Tucumán, Salta y Misiones incorporan estos ítems, lo que termina por comprometer el acceso al crédito.

El estudio indica que este esquema tributario encarece los préstamos y limita la expansión del crédito en la economía argentina. Al tributar sobre el ingreso bruto y no sobre la rentabilidad real, las entidades financieras trasladan parte de ese costo a las tasas finales que pagan consumidores y empresas.

La presión impositiva derivada del cambio de criterio se consolidó con el aumento de alícuotas. Según el relevamiento, mientras en 2004 varias provincias aplicaban tasas inferiores al 6%, hoy más de la mitad superan el 8%.

La combinación entre un cálculo más amplio de la base imponible y la suba de las tasas convirtió al IIBB en uno de los tributos con mayor incidencia sobre el costo del crédito. Esto explica por qué las tasas de interés que afrontan quienes solicitan financiamiento no resultan homogéneas y dependen del régimen fiscal de cada provincia.