JP Morgan redefine la estrategia para las acciones argentinas en pleno cambio de ciclo económico
El oficialismo logró revertir el desgaste inicial y suma respaldo interno y externo para encarar reformas de fondo. La economía, que esquivó el derrumbe, encara una transición delicada pero con margen de maniobra.

En su último informe sobre el mercado accionario argentino, J.P. Morgan delineó una estrategia que combina prudencia táctica y optimismo selectivo, en un contexto donde la política económica del Gobierno sigue reordenando precios relativos y atrayendo la atención de inversores globales. El banco reconoce que el riesgo país continúa siendo elevado y que las reformas todavía están en desarrollo, pero sostiene que algunas empresas locales ya muestran una mejora estructural que el mercado todavía no termina de reflejar.

Aunque el documento evita grandes definiciones, el mensaje general es claro: para J.P. Morgan, la clave en esta etapa no está en apostar al conjunto del mercado, sino en identificar sectores que se estén beneficiando directamente del reacomodamiento macroeconómico. En ese sentido, la entidad muestra mayor convicción en compañías vinculadas a servicios públicos, energía y bancos, donde observa balances más saneados, mejoras regulatorias graduales y una recomposición de ingresos que empieza a estabilizar el panorama de mediano plazo.

En el caso de las empresas reguladas, el banco describe un escenario en el que la actualización tarifaria y el rediseño de los subsidios crean un marco más previsible para el flujo de caja. Eso no implica ausencia de riesgo político (algo que el banco subraya con insistencia), pero sí una menor dependencia de decisiones discrecionales. La transición hacia un esquema tarifario más transparente, aun si no está completamente definido, abre una ventana de valoración que el banco considera relevante.

El capítulo energético aparece como otro punto fuerte dentro de la estrategia. Para la entidad el avance de Vaca Muerta y el proceso de expansión en infraestructura están empezando a consolidar un sendero de crecimiento más estable para las productoras locales. El mayor acceso a mercados externos, el aumento de exportaciones y la perspectiva de inversiones asociadas a transporte y almacenamiento constituyen, según el informe, un pilar que podría sostener a las acciones del sector incluso en momentos de volatilidad macro.

El análisis bancario ocupa también un lugar central observa que, en la nueva configuración económica, las entidades financieras muestran un nivel de solvencia más robusto y una mejora en su posición de liquidez. La entidad destaca que la normalización de tasas y la caída de la inflación real están permitiendo recomponer márgenes, mientras que la digitalización del sistema continúa reduciendo costos operativos. Aun así, aclara que la demanda de crédito tardará en recuperarse y que una parte del repunte bursátil depende de la continuidad del proceso de estabilización.

Más cautela reserva el banco para las empresas de consumo masivo y los sectores más expuestos a la actividad interna. Si bien el informe reconoce que existe un potencial de recuperación hacia adelante, señala que la recomposición del salario real es todavía incipiente y que la transición fiscal puede seguir condicionando la demanda durante varios trimestres. De ahí que recomiende un posicionamiento más defensivo en esas áreas.

El documento concluye que el mercado argentino sigue ofreciendo oportunidades "asimétricas": riesgos altos, pero también valuaciones que incorporan buena parte de esos temores. Para J.P.  Morgan, los inversores que estén dispuestos a tolerar la volatilidad pueden encontrar valor en compañías con balances sólidos, exposición externa o ingresos regulados que se estén normalizando. El banco insiste en que el seguimiento macro sigue siendo indispensable, pero matiza que el ciclo político y económico actual abre un abanico de posibilidades que no se veía hace varios años.

En términos simples, la estrategia del gigante financiero no apuesta al entusiasmo generalizado, sino a una selección cuidadosa de sectores que liderarán la próxima etapa del mercado argentino. Un enfoque quirúrgico para un país que sigue en transformación.