Los Forrest, fundadores de Fortescue y referentes del hidrógeno verde, sufren un revés millonario por la caída de dividendos
Tim Treadgold Colaborador
Tim Treadgold Colaborador
La minera australiana Fortescue cerró su año fiscal el 30 de junio con una noticia poco alentadora: ganó 41% menos que el año anterior, a pesar de haber incrementado su producción. La compañía informó este lunes que obtuvo US$ 3.370 millones en ganancias, un retroceso significativo frente a los números del período anterior.
Aunque envió un récord de 198,4 millones de toneladas de mineral de hierro, principalmente a China, ese aumento en los despachos no alcanzó para equilibrar la baja en los márgenes.
La minera australiana Fortescue cerró su año fiscal el 30 de junio con una noticia poco alentadora: ganó 41% menos que el año anterior, a pesar de haber incrementado su producción. La compañía informó este lunes que obtuvo US$ 3.370 millones en ganancias, un retroceso significativo frente a los números del período anterior.
Aunque envió un récord de 198,4 millones de toneladas de mineral de hierro, principalmente a China, ese aumento del 4% en el tonelaje no alcanzó para compensar la caída del precio, que pasó de un pico cercano a los US$ 110 por tonelada a un piso de US$ 93. Esa baja arrastró a los ingresos, que retrocedieron un 15%, hasta los US$ 15.500 millones.
Los accionistas también van a sentir el impacto: el dividendo anual se recortó un 44%, de US$ 1,28 por acción a US$ 0,72. Los más golpeados serán los fundadores de la empresa, Andrew y Nicola Forrest, quienes verán caer su dividendo anual compartido de US$ 1.400 millones a US$ 808 millones.
Para este año, Fortescue espera una recuperación, empujada por una mejora en el precio del mineral de hierro, que volvió a ubicarse por encima de los US$ 100 por tonelada, y por un recorte en los gastos vinculados a su ambicioso plan de convertirse en productor de hidrógeno para reemplazar al petróleo y al gas.
La mejora en la eficiencia de las operaciones de mineral de hierro permitió a la empresa reducir un 1% el costo en efectivo por tonelada producida. Pasó de US$ 18,24 a US$ 17,99 por tonelada, una baja leve, pero significativa en un contexto de presión sobre los márgenes.
La empresa mantuvo sin cambios su proyección para el año financiero en curso y espera exportar entre 195 y 205 millones de toneladas de mineral de hierro, con un costo en efectivo estimado de entre US$ 17,50 y US$ 18,50 por tonelada. A pesar de los resultados limitados hasta ahora, Fortescue sigue adelante con sus inversiones en energía renovable.
El presidente Andrew Forrest dedicó la mayor parte de su carta a los accionistas a remarcar la importancia de lograr una energía "verde" que sea comercialmente viable.
En ese mensaje, destacó el compromiso ambiental de la empresa, acompañado por una imagen simbólica: mineral de hierro australiano siendo descargado en el puerto de Rizhao, uno de los más grandes de China para la importación de este producto.
"Fortescue continúa señalando el camino hacia un futuro económico de cero emisiones, y contamos con el apoyo de líderes mundiales en el cambio que tan desesperadamente necesitamos para la supervivencia de la vida orgánica", escribió Forrest.
El entusiasmo de Forrest por las energías alternativas tiene su costo: la empresa canceló proyectos de hidrógeno verde por US$ 150 millones en Australia y Estados Unidos que no lograron avanzar, y se anticipan más cancelaciones.
A pesar de eso, los inversores siguen respaldando tanto a Fortescue como a su presidente, lo que impulsó el precio de las acciones desde un piso de US$ 9 a mediados de año hasta los US$ 12,70 en las últimas operaciones, apenas por debajo del nivel previo a la publicación de los resultados anuales.
Nota publicada por Forbes US