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Brian Chesky, CEO de Airbnb
Liderazgo

La fórmula del éxito: la habilidad secreta de los fundadores detrás de Airbnb, Microsoft y Amazon

Dileep Rao Colaborador

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Más allá del capital y las conexiones, lo que define a los grandes emprendedores es la capacidad de aprender por cuenta propia, detectar oportunidades antes que el resto y construir ventajas en mercados que todavía están en formación.

9 Septiembre de 2025 07.21

La mayoría de los fundadores busca financiación, mentores y acceso a incubadoras de élite. Pero los que llegan a convertirse en multimillonarios dominan una habilidad poco común: superar a la competencia, detectar las estrategias ganadoras y meterse de lleno en industrias que todavía no terminaron de definirse.

No se trata de contactos. Tampoco de saber presentar una propuesta. El verdadero diferencial pasa por el aprendizaje estratégico autodirigido: saber cómo incorporar habilidades, tecnologías y leer los movimientos del mercado antes que los demás.

Cuando las conexiones no alcanzan

La primera propuesta de Brian Chesky para Airbnb, incluso con el respaldo de una incubadora, no consiguió levantar capital. El cambio no vino de una presentación más pulida para los inversores. Todo giró cuando Chesky se acercó a los usuarios, entendió sus dolores y ajustó el modelo de Airbnb desde adentro. 

La incubadora le abrió la puerta. El aprendizaje autodirigido le dio Airbnb.

El patrón del unicornio

Los emprendedores que construyen unicornios tienen algo en común: dominan el aprendizaje autodirigido, sobre todo en sectores nuevos, donde las reglas todavía no están claras. En vez de esperar a que alguien marque el camino, lo hacen ellos.

  • Sam Walton aprendió cómo hacer negocios en zonas rurales y desde ahí armó el imperio de los supermercados.
  • Michael Dell entendió que podía ofrecer computadoras personalizadas y transformó la industria.
  • Steve Jobs no solo estudió, sino que creó un ecosistema completo que redefinió el uso del teléfono celular.
  • Richard Schulze, fundador de Best Buy, empezó vendiendo equipos de audio cuando la electrónica de consumo recién arrancaba.
  • Jeff Bezos supo cómo vender libros online y terminó dominando Internet.
  • Travis Kalanick, con Uber, conectó a conductores habilitados con quienes necesitaban viajar, sin pedirle permiso a nadie.
  • Steve Ells, de Chipotle, empezó vendiendo pollo orgánico cuando ese tipo de comida apenas se conocía.

En todos estos casos, el fundador no esperó un manual. Lo escribió él mismo, gracias al aprendizaje autodirigido.

El aprendizaje autodirigido también importa en la cima

El aprendizaje autodirigido no es exclusivo de los fundadores. Para los directores ejecutivos, también puede marcar la diferencia entre seguir liderando o quedar fuera de juego. En sectores donde todo cambia rápido, no entender cómo funcionan las nuevas tecnologías puede hundir incluso a quienes ya están consolidados.

  • El caso de Intel lo demuestra: su caída en el mercado de semiconductores tiene mucho que ver con una sucesión de CEO que no supieron adaptarse a tiempo.
  • Sundar Pichai, de Googleexplicó que llegó a donde está por rodearse de gente más inteligente que él, para aprender más rápido. Ahora la pregunta es otra: ¿va a poder autoaprender al ritmo en que avanza la inteligencia artificial?
Sundar Pichai
Sundar Pichai, de Google, explicó que llegó a donde está por rodearse de gente más inteligente que él, para aprender más rápido.

 

4 pasos para dominar el aprendizaje autodirigido

Para competir de verdad en sectores nuevos, los fundadores de unicornios suelen seguir un camino claro. Estos son los cuatro pasos que repiten con precisión:

1. Entender la tecnología que mueve una tendencia y entrar antes de que explote

Cuando una tendencia está empezando, todo es confuso. No hay una estrategia clara y muchos, sobre todo en las grandes empresas, dudan. Esperan que otros hagan el trabajo sucio y después salen de compras, como hizo Google con YouTube. Pero la realidad es que la mayoría de esas adquisiciones no funcionan. Los que sí llegan lejos son los que aprenden de entrada las habilidades tecnológicas necesarias y se largan a emprender cuando la mayoría todavía está mirando.

2. Estudiar el mercado desde adentro para encontrar la estrategia ganadora

Los unicornios no siempre son los primeros, pero sí los más lúcidos. Sam Walton no inventó los supermercados. Sam Altman no fue el primero en trabajar con inteligencia artificial. Pero los dos se metieron en el barro, aprendieron cómo funcionaba su mercado y armaron una estrategia sólida para dominarlo.

Eso implica entender a los usuarios, observar a la competencia y detectar la estrategia más fuerte y defendible para quedarse con el lugar más codiciado del juego.

3. Saber cómo autofinanciar un unicornio para no entregar el control

El capital de riesgo puede ser útil, pero muchas veces empuja a los emprendedores a buscar velocidad sin tener todavía un modelo sólido. Bill Gates, Mark Zuckerberg y Travis Kalanick arrancaron con fuerza sin depender tanto del capital externo, lo que les permitió ajustar sus ideas sin presiones.

El autofinanciamiento no es solo una cuestión de dinero. Es una forma de mantener el control en la etapa más delicada del proyecto: cuando todavía se está aprendiendo qué funciona y qué no. Quienes logran financiarse por su cuenta tienen más libertad para adaptarse, corregir y dominar la industria desde una posición de fuerza.

4. Aprender las habilidades clave para ejecutar la estrategia

Los fundadores de unicornios no llegan lejos por intuición. Se preparan. Dominaron al menos 9 habilidades que les permitieron llevar sus ideas desde el papel hasta empresas que hoy valen miles de millones.

  • Para empezar: tecnología, ventas y finanzas básicas.
  • Para lanzar: saber conseguir fondos, operar con recursos limitados y moverse rápido cuando el negocio empieza a funcionar.
  • Para escalar: liderazgo, organización y capacidad de mantener el control sin perder agilidad.

Si querés liderar tu empresa y quedarte con la riqueza que generás, necesitás adquirir estas habilidades. Porque aceptar capital de riesgo temprano puede parecer una ayuda, pero también te puede dejar afuera de tu propio proyecto. En algunos casos, incluso puede significar tu despido.

Horst Rechelbacher, el creador de Aveda, lo entendió desde el principio. Su camino con el aprendizaje autodirigido tuvo tres pasos simples pero poderosos:

  • Dominar lo básico.
  • Aprender lo avanzado de los mejores.
  • Usar tus habilidades para ganarles.

Mi opinión: En las industrias emergentes, donde se crean las mayores fortunas, nadie tiene claro al inicio cuál es la jugada que funciona. Adivinar es un riesgo. Y si leés una estrategia en un libro, blog o podcast, probablemente ya sea tarde.

Los que realmente ganan no solo siguen las tendencias emergentes. También se forman en serio. Aprenden solos, prueban, leen el mercado y analizan a los competidores. Así descubren la estrategia unicornio y usan sus habilidades para aplicarla y ganar.

Con información de Forbes US.

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