Las experiencias fallidas de la economía de los últimos 20 años pueden enseñar la manera de no repetir los errores de cara a un futuro que promete una nueva oportunidad de desarrollo en distintos sectores. Cuáles son las prioridades para un nuevo modelo de país que impulse las inversiones, la producción y el empleo con una inserción sana en el mundo, fue parte de debate que se dio en la apertura del Forbes Reinventando Argentina Summit.
Este Summit es un punto de reunión de empresarios, políticos, intelectuales, economistas y líderes de distintos sectores para aportar al debate sobre los acuerdos básicos y reformas necesarias ️que urgen para refundar el país de hoy. Allí participaron Rodrigo Beltranu, Socio de Tax & Legal de Deloitte Spanish Latin America; Marcos Dal Bianco, Economista en Jefe de BBVA Research para la región; Lara Goyburu, Directora Ejecutiva de Management & Fit y Rodrigo Park, Economista Jefe de Santander Argentina.
Los analistas coincidieron en que la estabilidad macroeconómica y la previsibilidad jurídica son los pilares fundamentales que el país necesita para desencadenar el crecimiento y atraer las inversiones que demanda. Un tema recurrente fue el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) y la necesidad de una reforma impositiva de fondo, considerada por algunos como una "aspirina" frente a un problema más profundo.
Rodrigo Beltranu fue enfático al describir el escenario fiscal del país. "En la Argentina tenemos un complejo tributario demasiado dificultoso a todo nivel", afirmó al entender que, más allá de la "bayaspirina" que representa el RIGI, el país se debe una "reforma de fondo". En ese sentido, argumentó que el costo fiscal que enfrentan las compañías es una "carga asfixiante" que actúa como un "stopper para los negocios" en lugar de ser una fuente de oportunidades.
En este punto, la visión de Rodrigo Park se alineó en la misma dirección. "El peso de la estructura impositiva sobre el sector privado es un factor clave que afecta directamente la inversión y el desarrollo de sectores con un gran potencial. La Argentina necesita reformas que ayuden a que los diferentes sectores de la economía sean más productivos", sostuvo.
Beltranu también hizo hincapié en la necesidad de un consenso político para lograr un sistema tributario que "incentive a que aquel que esté en la informalidad a salir del lado oscuro". El especialista de Deloitte concluyó que la falta de previsibilidad y el constante cambio en las reglas del juego son un problema grave. "Fundamental la previsibilidad, un escenario de seguridad jurídica, no mover el arco", dijo, valorando que el RIGI haya salido de una discusión parlamentaria, lo que le otorga una base más sólida.
La visión de los economistas sobre la estabilidad se complementó con las lecciones extraídas de la historia reciente del país. Marcos Dal Bianco identificó cuatro lecciones clave para mejorar el futuro de la Argentina. "El populismo económico no lleva a buen puerto", sentenció como primera lección, alertando sobre el riesgo de priorizar el corto plazo. La segunda es que "no hay atajos" en la política económica, y no es menor la importancia de una comunicación clara sobre "el por qué y los costos" de las reformas en tiempos en que la gente y las empresas valoran la estabilidad.
El concepto de estabilidad también fue retomado por Park, quien no solo la consideró un factor "clave" por la previsibilidad que genera, sino que advirtió que "no alcanza por sí sola". A esto sumó un factor cultural: la "Argentina pendular", donde el rumbo del país cambia constantemente. "Esa duda hace que uno no quiera hundir inversiones", expresó, enfatizando que la estabilidad económica y jurídica son pilares que no pueden faltar.
La especialista en opinión pública Lara Goyburu aportó una visión que conecta esas demandas con la percepción de la sociedad y destacó que, desde 2023, la estabilidad sigue siendo un valor altamente apreciado por la ciudadanía. "El 30% de la gente dice que la situación actual es buena o muy buena, pero el 45% cree que va a estar mejor en los próximos 12 meses", dijo al señalar que demuestra la percepción de que "este sacrificio es necesario a futuro".
La Directora Ejecutiva de Management & Fit también señaló un cambio en el escenario político. "Casi 50% de la gente tiene una imagen positiva de este gobierno, no de la imagen presidencial sino de la gestión, lo que habla de una estabilidad institucional que no depende de una figura, algo inédito en el pasado reciente". Además, destacó que la generación de jóvenes menores de 39 años, que representa el 50% del padrón, valora la "estabilidad económica, la proyección a futuro y la libertad personal". Esta confluencia generacional, según la analista, hace que la ciudadanía sea "más permeable al tipo de reformas que la economía argentina parece estar necesitando".
Goyburu también se refirió al cambio de agenda en la ciudadanía. Con la inflación cediendo, "la corrupción pasó a ser en agosto el principal problema de los argentinos". Ante un escenario de preferencias electorales "congeladas", la analista predijo que el impacto de la situación actual podría traducirse más en un aumento del ausentismo que en un cambio de preferencias en las próximas elecciones legislativas. Esto vuelve crucial la cantidad de legisladores que obtenga el oficialismo para "hacer las reformas los próximos dos años".
A pesar de los desafíos, los panelistas coincidieron en el enorme potencial que tiene la Argentina para convertirse en un proveedor global de alimentos y energía. Beltranu destacó que el país tiene "una excelente posibilidad de producir lo que el mundo demanda" y la clave, según él, es ir hacia un "proceso de estabilización micro y macro, con un régimen tributario más amigable con los empresarios". El analista calificó al RIGI como "un primer paso" en ese camino, que busca simplificar la vida de los contribuyentes.
Por su parte, Dal Bianco mencionó que en un contexto global volátil, donde el comercio internacional está bajo ataque, la Argentina debe ser inteligente y "abrirse al mundo, ganar mercados" y comenzar a hablar de tratados de libre comercio, citando como ejemplo el reciente acuerdo UE-Mercosur. "Necesitamos que las empresas puedan competir en un mercado global mucho más grande y con muchas menos barreras", enfatizó.

En este punto, Park reafirmó el compromiso del sector privado en este escenario al señalar que entidades financieras como la que representa están apostando a los sectores de "energía, minería, y natural resources", y concluyó que un contexto más estable, con una macroeconomía ordenada, permitirá que este tipo de proyectos "aparezcan con más volumen y frecuencia".