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Siemens Energy se sube a la ola de Vaca Muerta, la minería y los data centers de IA

Fernando Heredia

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En una entrevista con Forbes, el CEO de Siemens Energy, Fernando Monteverde, cuenta cómo se están preparando para abastecer a estas industrias que prometen ser el motor de la Argentina.

10 Noviembre de 2025 08.20

Luego de la catarata de mega anuncios de inversión de las últimas semanas como el de YPF y ENI, el de Open AI y la aprobación del RIGI para el proyecto de cobre Los Azules, Forbes entrevistó al CEO de Siemens Energy, Fernando Monteverde, que explica por qué la empresa de origen alemán juega un papel clave en todas estas industrias.

¿En qué nicho del negocio está posicionada Siemens Energy? 

Siemens Energy es un desprendimiento de Siemens que se dio en 2019 y tiene cuatro grandes unidades de negocio. Generación con gas, Transformation of Industry (turbinas de vapor, compresores y electrolizadores principalmente), transmisión (subestaciones, interruptores y transformadores) y aerogeneradores, o sea generación eólica. Argentina tiene hoy más del 50% de su matriz de generación térmica (generalmente con turbinas de gas) y, de ese 50%, el 60% está hecho con tecnología nuestra. Además de eso, tenemos dos de las tres centrales nucleares (Atucha I y Atucha II) y el 50% de todo lo que son las subestaciones de las líneas de transmisión de alta tensión y la compresión en todo lo que es Oil & Gas. 

¿Y hacia donde quieren ir? ¿Qué proyectos tienen en carpeta?

Estuvimos haciendo varios proyectos últimamente como la ampliación de Oldelval (el principal oleoducto de la Argentina) y los cierres de ciclo de muchas centrales térmicas y de co-generación. Ahora estamos esperando lo más grande. El país quiere crecer en minería, quiere crecer en Vaca Muerta, quiere crecer en industria. Obviamente también estamos viendo la llegada de data centers para inteligencia artificial. Y todos esos proyectos RIGI requieren alta demanda de energía, van a necesitar energía eléctrica y transmisión eléctrica y nuestra visión es cómo acompañamos a estas empresas en este desarrollo. Así que creemos que las oportunidades están ahí, que la necesidad está ahí, faltan algunas cosas concretarse en materia de regulación. El Gobierno propuso dejar de centralizar la compra de energía eléctrica a través de Cammesa y pasar a que los contratos sean entre privados. Eso es un proceso que estamos en la mitad del camino, todavía no se terminó de implementar, cuando eso quede bien instrumentado tienen que venir las nuevas inversiones en materia de generación eólica, generación térmica, hidráulica con las represas en el sur. Entonces todas estas obras que son necesarias para el país y que hoy ya estamos al límite, deberían venir en el corto plazo y ahí estamos para proveer nuestra tecnología.

¿La volatilidad y los desequilibrios macroeconómicos no impactan en esa hoja de ruta?

Cuando las normas y las regulaciones están claras y cuando las oportunidades son viables, las inversiones y el financiamiento se hacen. Obviamente sería mejor que toda esta inestabilidad que se dio en los últimos meses no exista, pero los negocios se siguen haciendo igual y las inversiones se siguen haciendo igual. A otro ritmo, tal vez, menos aceleradas, pero están. Un ejemplo es Vaca Muerta. Las ampliaciones de los gasoductos se están haciendo, los barcos para exportar GNL se están contratando, en minería se están haciendo un montón de inversiones. Entonces, cuando las reglas están claras y cuando el inversionista sabe que el capital lo va a recuperar, la plata aparece y la inversión se concreta. Sí coincido que ayudaría un contexto político y económico más estable, pero no creo que sea un impedimento. Nosotros como empresa estamos acostumbrados a hacer negocios en ambientes complejos. Tenemos participación en más de 170 países, hacemos negocios en África, en Medio Oriente, en Asia, en países mucho más vulnerables desde el punto de vista político y macroeconómico que la Argentina. Sabemos cómo manejar estas volatilidades o estas incertidumbres y buscamos la manera de hacer negocios seguros para la empresa.

Mencionaste a Vaca Muerta, pero un sector bastante más atrasado desde el punto de vista de inversiones en energía son las redes de alta tensión y todo el sistema eléctrico en general. ¿Crees que con estas condiciones se van a hacer las grandes obras que hacen falta?

Gran parte de las inversiones que se hicieron en los últimos años fueron de privados. O sea, las principales empresas que pusieron dinero en generación fueron Puerto, Pampa, Albanesi y MSU. Ahora estamos a mitad de camino porque no se sale de un esquema 100% de intervención estatal a un esquema 100% privado de un día para el otro. Y ahí lo que falta, yo creo, en materia de regulaciones son las garantías para que quien compre la energía sean las empresas distribuidoras de energía que no están en su mejor situación financiera. Entonces hoy la incertidumbre o la falta de garantías del lado de los privados es: ¿cómo me aseguro que si pongo una central y en lugar de venderle a CAMMESA le vendo a la empresa provincial y me va a pagar?". 

Al ser obras a muy largo plazo está también la duda de qué pasa si viene un gobierno que considera que esto de pasar el costo de la obra a tarifa no corresponde.

Bueno, la mayoría de las inversiones cuando se hacen así a largo plazo los primeros 10 años de contrato tienen un PPA que eso le da una seguridad de compra de energía a un determinado valor que hace que el repago de la inversión se pueda dar. Si estos acuerdos son entre privados son también acuerdos de largo plazo. Si llegamos a concretar este esquema de que todo sea entre privados yo no creo que exista ese riesgo de que vuelva a haber una intervención estatal.

Ya que hablaste de los data centers, ¿cómo ves el anuncio de Open AI con una inversión de 25.000 millones de dólares?

Anuncios como el de OpenAI son centrales para dar pasos concretos en este sentido. Desde Siemens Energy contamos con soluciones tecnológicas para esta industria en busca de eficiencia de los procesos y su uso energético, consolidando toda la cadena de valor. Brasil y México llevan la delantera. Brasil tiene algo de 42 data center ya instalados, dos de hiper escala, que son los únicos dos en Latinoamérica. México también, obviamente por el near shoring, la cercanía con Estados Unidos. Y Chile está en tercer lugar y muy posiblemente Uruguay se posicione en el cuarto lugar. O sea, creo que Argentina no debería perder este tren. Tenemos energía nuclear, estamos desarrollando reactores modulares, tenemos energía eólica y solar con los mejores niveles de factor de planta. Tenemos gas para hacer ciclos combinados con centrales térmicas para también abastecer data center. O sea, la fuente de energía eléctrica para abastecer a los data center la tenemos y a valores muy competitivos, que es la principal materia prima. ¿Por qué no aprovechamos Vaca Muerta, ponemos centrales térmicas alrededor con data centers y exportamos datos? Porque el pipeline para exportar ese dato a Europa ya existe, que son las redes de fibra óptica globales que dan la vuelta al mundo. Entonces creo que tenemos las condiciones para estar al nivel de Brasil o de México.

¿Cuál sería el potencial en generación de dólares si ese negocio se consolida en Argentina?

Las proyecciones dicen que en Latinoamérica se estima que los data center hoy están consumiendo entre el 2% y el 2,5% de la energía total que se genera en Latinoamérica y que para el 2030 deberíamos llegar al 5% de la energía total que se genera en Latinoamérica. Eso en Argentina serían entre 1.500 y 2.000 MW. El costo de esa energía con un margen más una amortización de los activos del data center sería el valor que se podría exportar. Y hasta podría ser más por los recursos que tenemos.

¿Otro vector interesante puede ser la electrificación de los equipos de Vaca Muerta?

Sí, es un proyecto que nosotros hace años que tenemos en nuestro radar. Le decimos "oil electric", que es la electrificación de todos los rigs, de todas las perforaciones petroleras en Vaca Muerta. Para nosotros es un sin sentido hoy que las empresas tengan motores diésel, que no son muy amigables con el medioambiente. Atrás de un motor diésel hay un camión que está transportando diésel por rutas que también está emitiendo, que también está generando un riesgo de tránsito. Con lo cual, contemplar un proyecto de generación centralizada con una red de distribución radial que lleve energía eléctrica competitiva, eficiente y sostenible a los pozos es, como decimos en inglés, un must, es algo que tenemos que hacer. ¿En qué momento? Y, bueno, creo que hoy por supuesto tal vez las prioridades de las industrias están focalizando sus recursos en ver cómo evacúan su producción, por eso están pensando en el VMOS, en las plantas de GNL, en los barcos de GNL. Porque con el motor diésel puedo seguir viviendo (como vos dijiste), no tan competitivo y no tan sostenible, pero puedo seguir viviendo. Una vez que estos proyectos estén encaminados yo creo que sin duda hay que pensar en esa segunda etapa de electrificación de las perforaciones porque lo va a hacer más sostenible y mucho más eficiente. 

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