Nueva agenda pyme: cómo competir en un entorno más "normal" para hacer negocios
Pablo Orcinoli director de Prolugus
Pablo Orcinoli director de Prolugus
En países con alta volatilidad, el ciclo económico o la situación política termina siendo determinante para su devenir y el de sus empresas. En ese marco, cuando en diciembre de 2024 desde la Asociación de Directorios Asociados (Adiras), se les preguntó a los empresarios a qué factores responden los asuntos que (seguramente) tienen que resolver en su empresa, para el 37% hay una prevalencia de cuestiones internas, para el 35% hay un mix entre situaciones internas y externas, en tanto que para el 28% hay un predominio de factores exclusivamente externos y que escapan a su control.
La relevancia del dato es que en la edición 2021 del mismo sondeo, los resultados fueron significativamente distintos: sólo 5 eligió la primera, 47% se inclinó por la segunda en tanto que el 48 % escogió la tercera. La sensación sería que se sienten "menos incómodos" con el contexto económico y político, que hay expectativas (aún algo dispares), lo cual propone que el foco del dueño esté en aquellos asuntos sobre los que sí puede y debe responder. Resta saber hasta qué punto este cambio en la configuración de la agenda del número uno impactará en la productividad de las empresas pyme.
"La pelota vuelve a la empresa". Así explica Alejandro López Tilli, presidente de Adiras, el nuevo escenario. "Lo eterno dejó de ser un problema: bajó la inflación, se contuvo el tipo de cambio, vamos camino a la reapertura del cepo y de las importaciones, desregulación que trababa el desarrollo de las economías regionales. Lo que queda picando de lo externo es el contexto de recesión: todavía hay un muy bajo nivel de consumo. A las empresas no les queda más remedio que ofrecer productos con mejor calidad o mejorar el precio. Es el empresario el que tiene que decir "cómo compito ahora".
Para Carlos Contino, socio de CONA RH, "la promesa de bajar los impuestos también es clave para que podamos competir y mejorar nuestros costos, y así mejorar el tipo de cambio real con el que competiremos con nuestros productos. Ello debe darse no solo a nivel nacional, sino provincial y municipal".
Germán Morales, director comercial y de Desarrollo de Nuevos Negocios en iFlow, agrega que "el entorno regulatorio está cambiando hacia un enfoque que promueve el desarrollo y la creación de valor, especialmente para las pymes. Aunque aún no se ven grandes impactos en la rentabilidad, se percibe una tendencia positiva".
Esta apreciación es complementada por Mario Casasco, director ejecutivo de Ucema Pymes, quien advierte un cierto cambio en el mindset del empresario pyme. "Ya no tiene interés en tirar las culpas hacia afuera, quizás porque tiene en claro la volatilidad del contexto en el que opera. En cambio, propone 'gestionar eficientemente nuestra casa' para poder competir con el resto del mundo". Y, en ese cambio de mindset, el directivo propone pensar más la propuesta de valor de una empresa, en los consumidores, en las cadenas de distribución, en cómo trabajar con nuestros proveedores para ser más eficientes. Reencontrarse con un mundo más "normal" para hacer negocios.
Con una mayor previsibilidad externa y una disminución de la inflación, es claro que las empresas pueden concentrarse más en su eficiencia interna. López Tilli lo resume así: el contexto de negocios es que el gobierno les dice a los empresarios "les devuelvo libertad para que ustedes sean artífices de su propio destino. El empresario que está dispuesto a tomar riesgo, que confía en sus capacidades y las de sus productos o servicios, va a estar feliz. Quien estaba apalancado en subsidios o en bloqueos con que el estado beneficiaba su actividad, va a tener un escenario complicado".
Para Morales, "el Gobierno está ofreciendo un marco de trabajo que libera a las empresas para crear valor, aunque los efectos de la desregulación aún están en proceso de materializarse. Sin embargo, se observa una tendencia alentadora que motiva a las empresas a crecer y asumir más riesgos".
Casasco agrega que, en un contexto más "normal" para hacer negocios, mirar para adentro es crucial, y "también es clave tener un sector financiero que piense como agregar valor a estos procesos para ser eficientes y competitivos".
Por último, Contino asegura que "hay que entrenarse para saber jugar en un nuevo escenario, por lo que la recomendación es ver cómo ocurren mis procesos de negocio en países cercanos con contextos "normales o más amigables", que tienen situaciones de mercado similares, como Chile y Uruguay, pero también Perú y Colombia. Allí tenemos un marco de referencia.
Un nuevo escenario de desregulación, más desafiante, que arrojará ganadores y perdedores y donde cambian de cuajo las prioridades de la agenda pyme. Con la competitividad como meta, los referentes pyme pasan de víctimas a protagonistas de un destino que los tiene en el centro.
*Pablo Orcinoli es director de Prolugus