Gustavo Salinas, presidente de Toyota: "El cambio climático es un gran desafío para la industria automotriz"
El directivo de la empresa en el país explica la adaptación que debe hacer el sector automotor para mantenerse competitivo a nivel global, con todos los cambios que se viven en el mundo y siendo la crisis climática uno de los más urgentes.

- ¿Cómo impactó la transformación de los últimos años en la industria automotriz?

- A nivel mundial, la industria venía atravesando un proceso de transformación muy significativo. Es un gran desafío para nosotros como industria argentina poder mantenernos en primera línea en términos del desarrollo de la automotriz global. Además, se sumó la pandemia y todas las disrupciones posteriores.

- ¿Y qué cambios implicó en Toyota?

- Generó un entorno de desarrollo de nuestra actividad en donde la adaptación es clave para poder hacerlo. Creamos la palabra “adaptagility”, que es la combinación de adaptación con agilidad, para rápidamente poder estar manejando el corto plazo sin perder la visión de largo plazo, adaptándonos a todas las transformaciones que se van dando. Para eso necesitás que el conjunto de la compañía entienda hacia dónde estás yendo, qué es lo que está ocurriendo y la necesidad de ser de alguna forma proactivos y ágiles ante la respuesta que se necesita en todos esos cambios. Eso en el esquema de trabajo ha significado un desafío muy grande: las 8.500 personas que trabajan en Toyota tienen características de trabajo muy diferentes, somos una compañía claramente industrial, pero nos estamos transformando en una compañía también de servicios de movilidad.

 

Gustavo Salinas, presidente de Toyota

 

- ¿Qué aspecto te resulta más desafiante de las disrupciones de los últimos años?

- Los desafíos son múltiples. Pero en el caso de la industria automotriz es el cambio climático y cómo las compañías se van adecuando a eso. A veces sintetizamos la solución en el auto eléctrico, pero es mucho más complejo, se trata de toda la cadena productiva. El mundo hoy tiene algún signo de interrogación de cuál será la solución final, porque, más allá de qué tipo de industria se irá desarrollando, está cómo en términos concretos podemos atacar la reducción de emisiones de gases contaminantes. En Argentina la industria tiene que estar en primera línea para acompañar esa transformación. Es un desafío como organizaciones: una cosa es producir autos como tradicionalmente se producía (la metalmecánica) y otra son vehículos cada vez más tecnológicos, donde la electrificación va a tener un componente muy importante. Nos obliga a una reconversión como recursos humanos, como operación para desarrollar personas que puedan trabajar en esa industria mucho más tecnológica de acá hacia adelante. Es un desafío muy grande, pero es inevitable porque el mundo está ya avanzando en ese camino y como industria en la Argentina tenemos que hacerlo. En Toyota, ya estamos pensando cómo vamos a adaptar nuestra capacidad productiva en el futuro para eso y qué perfil de organización necesitamos tener. Y también cómo podemos ser competitivos globalmente.

 

 

- Y la captación de talento me imagino que también es un tema en el que siempre están...

- Por supuesto, es complejo. Hoy hay un perfil de nuevas generaciones que tienen ciertas expectativas o requerimientos en cuanto a las condiciones de trabajo a las que por supuesto como empresa nos aggiornamos, pero tenemos una realidad de nuestra actividad que también tenemos que cumplir. Somos una empresa industrial, tenemos nuestra planta en Zárate, tenemos mucha actividad presencial ahí. A veces la gente más joven tiene dudas en cuanto al traslado, los tiempos de traslado, etcétera, pero el desafío es motivarlos con respecto a los proyectos y las oportunidades que hay hacia el futuro en esta industria tan dinámica y tan cambiante. Eso está trayendo gente de buena calidad para Toyota.