En la última década, muchos argentinos decidieron dejar el país y buscar nuevos horizontes en distintos puntos del mundo. Algunos se instalaron en Uruguay, mientras que otros cruzaron el océano para iniciar una nueva vida en Europa o Estados Unidos. Sin embargo, esos mismos expatriados hoy vuelven a mirar hacia la Argentina y comienzan a invertir en departamentos como una forma de diversificar sus ahorros.
"Los extranjeros que compran en el país suelen tener un vínculo directo con la Argentina. Tenemos muchos clientes que se fueron a trabajar al exterior para ganar en dólares y hoy están adquiriendo propiedades en Puerto Madero para tener un lugar al que volver, mientras las alquilan para obtener rentabilidad", explicó Mercedes Ginevra, CEO de Ginevra International Realty Argentina y Uruguay.
El principal atractivo está en los precios. "Si bien los valores están subiendo y ya se acercan —aunque aún por debajo— a los de 2017, siguen siendo muy competitivos para los inversores", agregó Ginevra. Actualmente, el valor del metro cuadrado en Puerto Madero ronda los US$ 6000, mientras que en Miami asciende a US$ 15.000 y en Punta del Este no baja de US$ 10.000 por m².
"El plus que tiene Puerto Madero es que se convirtió en un sello internacional", sumó la empresaria, quien reconoció que en los últimos meses se incrementaron este tipo de operaciones por una mayor estabilidad política y económica en el país.
Según Daniel Salaya Romera, dueño de la inmobiliaria homónima con presencia en zona norte y también en Uruguay, las inversiones impulsadas por expatriados se multiplicaron recientemente. "Con la demanda inmobiliaria en Miami en baja, un posible estancamiento en España y los altísimos costos de construcción en Uruguay, los inversores del exterior empezaron a focalizarse en la Argentina, aprovechando los bajos precios, la calidad de vida y la mejora en las condiciones macroeconómicas", destacó.
Las elecciones legislativas también fueron un factor de confianza para los extranjeros que prevén años de crecimiento en la economía local. "Hoy el país está barato en términos inmobiliarios, con una proyección de suba de precios de alrededor del 20% para el próximo año", agregó Salaya Romera.
En la misma línea, Adrián Cyderboim, dueño de la inmobiliaria Crecer, con fuerte presencia en el barrio de Palermo, reconoció que muchos expatriados están concretando operaciones. "Muchos clientes venían averiguando y ahora, tras las elecciones, empiezan a cerrar las compras", afirmó.

Para el corredor, el resultado electoral fue determinante. "Hoy los inversores perciben seguridad y estabilidad económica, al menos para los próximos dos años", sostuvo, al remarcar que esa expectativa impulsa el regreso de capitales al mercado inmobiliario local.
Un mercado en plena recuperación
El sector inmobiliario atraviesa un presente más que positivo. Según los últimos datos del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, septiembre batió todos los récords: se registraron 6998 operaciones, un 10% más que en agosto y un 36% por encima del mismo mes del año anterior.
"El resultado de las elecciones tuvo un impacto muy positivo en el mercado. La macro está mucho más ordenada; si esto continúa, comenzarán a llegar fondos internacionales de inversión y eso podría generar una verdadera explosión inmobiliaria", anticipó Salaya Romera, quien prevé "un verano muy activo".
"La perspectiva para el último trimestre del año, históricamente el más fuerte para el sector, es excepcionalmente positiva. El ladrillo vuelve a posicionarse como refugio seguro para la inversión, ofreciendo la certeza que los inversores buscan en momentos de transición económica y política. Esta demanda por la 'garantía del ladrillo' sugiere una tendencia sostenida", concluyó Martín Flachsland, gerente de Marketing de Estudio Kohon.