En el cierre del 61° Coloquio de IDEA, realizado en Mar del Plata, referentes agroindustriales realizaron un encuentro para exponer la actualidad del sector. El mismo fue liderado por Juan Farinati, CEO de Bayer Cono Sur, y todo los presentes coincidieron en un doble diagnóstico: mientras las tensiones comerciales globales y el avance tecnológico abren oportunidades para el agro argentino, la falta de infraestructura y la inestabilidad macroeconómica siguen siendo los principales obstáculos para competir a escala internacional.
"Tenemos muchas oportunidades y tenemos que aprovecharlas"
"Es un sector fundamental, aunque esperamos que algún día pierda relevancia porque eso significará que los otros sectores del país están creciendo más", sostuvo Ignacio Lartirigoyen, al abrir la conversación. El empresario apuntó a la necesidad de seguridad jurídica, estabilidad macro y reducción de costos logísticos como condiciones básicas para atraer inversiones.
"Estamos más contentos cuando sabemos qué nos depara el futuro. Hay que consolidar la macro, bajar regulaciones y reducir costos logísticos. Mejorar rutas, accesos a puertos y trenes. Usar trenes es una manera barata de reducir costos, pero necesitamos que las rutas sean viables", afirmó el empresario.
Además, reclamó un plan sistemático de eliminación de retenciones y destacó el impacto positivo de la conectividad satelital: "Con Starlink hubo un avance impresionante para mejorar la conectividad rural. También necesitamos más acuerdos comerciales para competir en igualdad de condiciones y avanzar con los biocombustibles: aumentar los cortes sería clave para generar valor agregado".
En lo que respecta a las retenciones, Farinati destacó que el Gobierno viene cumpliendo su promesa de bajar las retenciones. "Está claro que desde el año pasado bajaron 20% y eso es positivo. Para nosotros está clarísimo que el Gobierno tiene que bajar las retenciones, es lo que se comprometió a hacer y es lo que viene mostrando. Entonces ahora nuestra expectativa es que siga haciéndolo, que la tendencia continúe".
Innovación, digitalización y el rol de la IA
Para Marcos Bradley, CEO de Syngenta, el agro argentino está viviendo una transformación tecnológica silenciosa: "El sector tiene un componente de innovación tremendo. Hay mucha colaboración y redes que comparten conocimiento. La digitalización y la inteligencia artificial ya están presentes para ayudar al productor a ser más eficiente y sustentable".
Bradley resaltó que el país forma parte de una región clave en la producción mundial de alimentos, pero advirtió sobre la necesidad de políticas de largo plazo: "Brasil está ganando terreno. Necesitamos continuidad y previsibilidad para seguir creciendo". Para contextualizar esto, durante el encuentro se brindaron datos para completar el potencial de crecimiento: hay estudios que explican que Argentina puede crecer en sus exportaciones hasta en un 74%, sería u$s35.000 millones más como sector.
Brechas de productividad y marcos regulatorios
Desde Corteva, Juan Lariguet compartió un estudio de la Universidad de Nebraska que analiza la brecha de productividad agrícola a nivel global: "En maíz, Argentina podría cerrar más del 95% de la brecha con la tecnología que ya existe. Esto nos indica que estamos en igualdad de condiciones en innovación que el resto de los países productivos, principalmente nos tendríamos que comparar con Estados Unidos y Brasil", aseguró. Aunque también advirtió: "En soja, en cambio, seguimos trabados por una regulación que lleva más de cuatro décadas y limita la innovación".
Obra pública y competitividad
La infraestructura fue un eje central del debate. "Las rutas están deterioradas y hoy la obra pública está prácticamente parada", reconoció Lartirigoyen. "La idea del gobierno es que se reactive con inversión público-privada, pero es un pasivo que debemos resolver."
El agro, señalaron los empresarios, enfrenta una estructura más atomizada que otros sectores estratégicos como el energético: "El campo tiene 80 mil productores. Coordinar esa red es mucho más complejo que en oil & gas. Pero es necesario si queremos solucionar los cuellos de botella de infraestructura", resumieron.
Una oportunidad geopolítica
Para Bradley, los cambios en el comercio global pueden jugar a favor de Argentina: "Tenemos una posición geopolítica privilegiada. Cualquier cosa que pase en el norte puede beneficiarnos. Cuando comenzaron las tarifas entre EE.UU. y China, muchos compradores chinos vinieron a buscar productos argentinos. Si sabemos aprovechar esas ventanas, podemos venderle al mundo."
El desafío: pasar de potencial a ejecución
Durante el desayuno también participaron ejecutivos de Adecoagro (Mariano Bosch y Diego del Carril), CN Grupo (Eduardo Gómez Naar), Grupo Benetton (Agustín Dranovsky), Milicic S.A. (Federico Lufft), NUSEED S.A. (Rubén Dicún) y Tempra S.A. (Gustavo Armendáriz).
Los referentes coincidieron en que el agro argentino combina capacidad productiva, tecnología y capital humano para crecer, pero necesita previsibilidad, infraestructura y reglas claras. La oportunidad está sobre la mesa: la pregunta es si Argentina podrá transformarla en desarrollo sostenido.