El RIGI de cobre por US$ 3.600 millones que va a inspirarse en una de las minas más modernas del mundo
Con un sistema electrificado y automatizado, será uno de los tres más grandes de Argentina.

Ni Canadá, ni Australia, ni Europa. La mina de cobre que está entre las más modernas del mundo y que va a inspirar a uno de los principales RIGI mineros de la Argentina está ubicada en el corazón de África. 

Kansanshi es el proyecto minero insignia de Zambia, la mayor instalación de procesamiento metalúrgico en todo el continente africano y la fundidora de cobre más grande del mundo por fuera de China.

Con una inversión de 1.200 millones de dólares, acaba de ser reformada por completo y su expansión hasta 280.000 toneladas de cobre y 150.000 onzas de oro al año será tomada como ejemplo por Taca Taca, una de las iniciativas más importantes del boom minero argentino que está a punto de aplicar al RIGI.

En este caso, el proyecto salteño triplicaría los números de inversión al ser construido desde cero (greenfield) y tendrá un nivel de exportaciones en torno a los 2.500 millones de dólares al año a partir de la producción de 250.000 toneladas de cobre, 125.000 onzas de oro y 3.500 toneladas de molibdeno.

En la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) estiman que su construcción comenzaría en 2026, sería el primer proyecto de cobre a gran escala en entrar en operación (2029) y el de mayor vida útil con un plazo de al menos 32 años.

Proyecto Taca Taca

El espejo de Zambia

Forbes viajó al centro del continente africano para conocer la mina de la cual se guiará la construcción de Taca Taca, donde se destaca la incorporación mayoritaria de equipamiento electrificado y una automatización de procesos clave para reducir riesgos de seguridad por tener que operar en la puna salteña a casi 4.000 metros de altura.

Kansanshi cuenta con ocho taladros giratorios completamente electrificados, 60% de excavadoras eléctricas, las primeras palas eléctricas Hitachi EX5600-7E de África, seis palas hidráulicas de 550 toneladas totalmente electrificadas y el camión eléctrico más grande del mundo con un costo de cinco millones de dólares.

Pero lo más interesante que será replicado en Salta es su sistema de asistencia de Trolley con 8 kilómetros de líneas guía electrificados que abastecen a más de 80 camiones, ahorran el 90% del combustible y permiten duplicar la velocidad de los vehículos (de 11 a 22 km/hora).

Sistema de Trolley para camiones eléctricos

Al igual que en Zambia, el origen de esa electricidad está proyectado que provenga de parques fotovoltaicos, donde se tendrá que concretar una gran inversión en líneas de alta tensión para conectarlos con el proyecto. 

Otra similitud con el país africano es el desafío logístico por la enorme distancia que existe entre las operaciones y los puertos de exportación. De ahí que, en un principio, se contemplaba una inversión de 300 millones de dólares entre renovación de vías y compra de material rodante para volver a poner operativo el ramal C-14 del Belgrano Cargas y llevar la producción a Chile. Una idea que queda en stand by a la espera de cómo se resuelva el proceso de privatización de trenes que está en marcha.

La experiencia zambiana también genera grandes expectativas en cuanto a la consolidación de proveedores y el impacto en las comunidades locales. La región vio un crecimiento vertiginoso, donde la población se triplicó, el PBI se multiplicó por siete y el 84 % del gasto de proveedores se destinó a compañías registradas en el país.