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Negocios

Axel Kuschevatzky y Cindy Teperman revelan los secretos de Infinity Hill, la productora que resuena en Hollywood

Agustín Jamele

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Fundaron la empresa poco antes del covid. En medio de la pandemia desarrollaron Staged, una serie que ganó prestigio a nivel global, y ahora llegaron a los Oscar con Argentina, 1985. Cómo trabajan y en qué proyectos se embarcan.

26 Marzo de 2023 15.55

Hace algunos años, el productor Axel Kuschevatzky y el director Santiago Mitre se encontraron en un bar. Habían trabajado juntos en producciones como La patota, nueva versión del film protagonizado por Mirtha Legrand en 1960, y querían volver a repetir la experiencia. “Inmediatamente la primera idea fue Ricardo Darín de Strassera y Peter Lanzani de Moreno Ocampo. “Fue parte de la primera conversación”, recuerda el productor sobre aquel momento fundacional de la película que le dio a la Argentina su octava nominación al Oscar. En aquella reunión ninguno de los dos pensó en los premios. En ese momento, el único objetivo era llevar a cabo el proyecto para reflejar la vida y experiencias de quienes protagonizaron el Juicio a las Juntas, uno de los procesos legales más relevantes para la historia del país y de los DD.HH.

Tanto Kuschevatzky como Mitre dieron por sentado que a Darín, con quien mantienen una larga relación profesional y de amistad, le podía interesar la idea. Pero sabían que él no solo se sumaría como actor sino también como parte del equipo creativo.

 

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Axel Kuschevatzky y Cindy Teperman son fundadores de la productora Infinity Hill (Foto: MariteDeJesus)

 

Fue así como las piezas necesarias para llevar a cabo la película empezaron a encastrar y dieron como resultado un film que llevó a sus realizadores y a toda la Argentina a lugares impensados de la industria audiovisual.


 

DETRÁS DE ARGENTINA, 1985


La videollamada termina de conectarse y Kuschevatzky, desde su casa en Los Ángeles, y Cindy Teperman, momentáneamente en Madrid, no se saludan. No es necesario. “No solamente somos socios, somos muy amigos, una familia”, asegura Teperman, quien tiene una extensa carrera como productora y participó en más de 15 largometrajes entre los que se incluyen Gilda, Perdida y Animal.

A finales del 2019, Kuschevatzky y Teperman, junto a Phin Glynn, crearon Infinity Hill, una productora de películas y series con base en Buenos Aires, Los Ángeles y el Reino Unido. Con apenas tres años de vida, la compañía ya generó decenas de proyectos y obtuvo prestigiosos premios internacionales.

 

 

Según consultó Forbes Argentina con distintas fuentes del mercado, una película como Argentina, 1985, que superó el millón de espectadores en salas, ronda los US$ 5 millones para ser producida de inicio a fin. A eso se suman presupuestos de marketing que pueden ser similares al costo de realización.
 

- ¿Cómo se vive una temporada de premios?

A.K.: La gente tiende a pensarlo desde un lugar inmediatamente emocional de sentirse parte de algo. O en algún lugar hay una lectura desde la autoestima. Pero, cuando tenés una productora, abre otras puertas que son las más interesantes y que no tienen que ver con sentirse querido, sino como validante. Una nominación a un premio global te genera una exposición internacional muy fuerte. Es como una suerte de certificación de que lo que hacés está por encima del promedio y, cuando tenés esa suerte de certificación, empezás a tener charlas con gente que tres meses antes soñabas con tener.
 

- ¿Cómo es el modelo para realizar una película así?

A.K.: Ya en la primera charla estábamos tres de los cuatro productores y, cuando desarrollamos el proyecto, empezamos a buscar quién sentíamos que podía entenderlo y tenía la capacidad de acompañarnos. El modelo tradicional argentino tiene que ver con los fondos públicos, que no queríamos porque teníamos ganas de que nadie pudiese interpretar el fondo público como algún tipo de restricción ideológica. La verdad que nunca lo es, pero la gente sí lo lee. Así que fue una llamada muy rápida a Amazon que desde que tuvimos la primera charla hasta que nos dijeron “la queremos” pasaron dos días, algo que en este universo en el que nos movemos es impensado.

 

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Ambos cuentan con una larga trayectora como productores de películas y series (Foto: MariteDeJesus)


 

- Al participar Amazon Studios, la película se estrenó en cines pero al poco tiempo también en Amazon Prime, el streaming. Eso generó que algunos exhibidores no la llevaran a sus salas. ¿Cómo vivieron eso?

A.K.: Nos hubiese encantado que todos los cines exhibieran la película en la Argentina. También entendemos que no todos leen los movimientos que hay en el universo de distribución y exhibición. Cindy te lo puede decir, somos amigos de los exhibidores, incluyendo a los que no pasaron la película, y como productores siempre vemos a los exhibidores como socios, no como el enemigo ni alguien con quien tenemos mil diferencias irreconciliables. Martín Álvarez Morales, por ejemplo, que es el gerente general de Hoyts Cinemark, es una persona que adoramos, con la que nos encanta trabajar.

C.T: Personalmente estoy agradecida por la relación que se formó entre las productoras La Unión de los Ríos, de Santiago Mitre, Agustina Llambí Campbell y Santiago Carabante; Kenya, de Ricardo Darín, el Chino Darín y Federico Posternak; Infinity Hill y Amazon, que se sumó a la par. Estamos muy contentos porque apostaron al proyecto; contar con una plataforma así fue muy importante. Estamos viendo otra forma de exhibir cine porque cambió un poco todo con esta nueva generación.

- ¿Cambia la forma de consumir audiovisual?

- A.K.: Desde que estrenamos hasta acá hubo un montón de cambios porque son casi semanales. Netflix pasó de no querer estrenar películas en cine a estrenar en cine en el mismo período que nosotros. Hay estudios y plataformas que dan un período de exhibición exclusivo a los cines de 45 días y otros dos semanas. En Uruguay, Argentina, 1985 desde que se estrenó en septiembre nunca se fue del Top 10, a pesar de estar en la plataforma. Y en Argentina la mayor parte desde el estreno hasta hoy también estuvo dentro del Top 10 o de las películas que seguían teniendo exhibición en cine. Quizás le estamos teniendo miedo a algo que no es tan así como pensábamos. Esta idea de que si la película está en la plataforma nadie la va a ver nunca más en el cine. Seguro que tiene que haber un período de exhibición exclusivo –yo creo que las películas hay que pensarlas para el cine–, pero eso no quiere decir que después las cosas no coexistan.

 


 

LIDERAR UNA EMPRESA


Infinity Hill tiene base en Buenos Aires, el Reino Unido y Los Ángeles. “Somos argentinos y defendemos la argentinidad en los proyectos, pero hay una cuestión casi pragmática porque Cindy pasa mucho tiempo en Buenos Aires y Phin es inglés. Y en Los Ángeles es donde todavía se siguen tomando gran parte de las decisiones del cine y la TV del mundo así que hacía falta estar cerca porque es donde te llaman y te piden reuniones todos los días”, detalla Kuschevatzky

En ese sentido, la consultora Ibisworld estima que el mercado mundial de producción y distribución de películas estará valorado en más de US$ 77.000 millones en 2023. De ese total, alrededor de US$ 30.000 millones corresponden a EE.UU., donde Hollywood sigue siendo una gran meca del cine que produce cientos de films al año con costos de producción que parten de cientos de miles de dólares hasta cientos de millones.
 

- Ahora que tienen su propia productora, ¿cómo trabajan a la hora de realizar un proyecto?

A.K.: Hay películas que iniciamos de cero, que es una idea o charla nuestra y están sostenidas por la admiración con un director, un guionista, un actor u otra productora. También hay proyectos que alguien desarrolló de los que queremos ser parte. A veces alguien te trae un proyecto que está muy en su principio o muy avanzado. No hay reglas, pero siempre tenemos una cosa de mucha hermandad. Hacer un proyecto de una serie o de una película toma años. Argentina, 1985 desde la idea hasta que se terminó pasaron casi cuatro años. Es como tener un hijo, llevarlo al jardín y que hable.

C.T.: Además, tratamos con varios proyectos a la vez. En Argentina, 1985 pasó eso aunque fuese especial porque nos envolvió con amor y pasión. 

- Quizás uno lee: productora de cine, Hollywood, Oscar, y piensa que la productora “está hecha”. ¿Cómo es el negocio de producir contenido audiovisual?

A.K.: Infinity Hill es una compañía que tiene casi tres años y medio, que en tiempos de vida de cualquier compañía es nada. Nada. Logramos un montón de cosas, pero es parte de un sistema en el cual hay que mover la rueda. Las empresas tienen costos fijos y tienen que invertir para seguir generando. Compramos derechos y contratamos gente todo el tiempo. Las productoras de cine y televisión son grandes generadoras de fuentes de trabajo. Aunque cuando se contrata a un equipo para hacer una película se los contrata por un período determinado, es una fuente de trabajo enorme. Una película como Argentina, 1985 dio trabajo a más de 5.000 personas.

 

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Axel Kuschevatzky y Cindy Teperman (Foto: MariteDeJesus)

 

- ¿Cómo es ese proceso?

C.T.: Vamos contratando a medida que vamos haciendo las películas. Se arman los equipos película a película, generalmente.

A.K.: Nosotros todo lo tenemos tercerizado, contabilidad, legales, etc. Cuando se hacen películas o series se expande, porque se contrata gente por trabajos específicos, y después se vuelve a reducir, que es un poco lo que decía Cindy. Ahora, nuestra teoría es que las productoras lo mejor que tenemos para aportar tiene que ver con el proceso creativo y con el conocimiento. En los años 90 –yo vengo de la tele–, todas las productoras eran gigantescas y tenían 300 o 400 empleados. Eran como fábricas, y cuando llegó la crisis del 2000 despidieron gente, colapsaron, redujeron la capacidad de producción. En lo personal, siempre miré esas situaciones preguntándome: “Pero si todas estas productoras lo mejor que tienen para hacer justamente es lo creativo, ¿por qué no se contraen o se expanden de acuerdo con cuántos proyectos tienen?”. Y mucha de nuestra lógica en la forma de trabajar viene de eso, de estar atentos al contexto o la naturaleza de cada proyecto.

- ¿Qué les genera que con poco tiempo la productora haya logrado tanto?

A.K.: Más allá del trabajo y los logros, una cosa que me gustaría agregar es que somos un equipo donde el 50% somos varones y el otro 50% son mujeres y madres. Nos encanta la posibilidad de tirar abajo esta vieja noción que separa la vida personal de la profesional.

C.T.: He tenido rodajes con bebés. Entonces todos estamos siempre haciendo el equilibrio entre lo profesional y lo personal y orgánicamente. Todo este proceso y forma de trabajar genera posibilidades como que una gran productora argentina como Victoria Alonso participe de Argentina, 1985. Nos da mucha felicidad.

A.K.: Esas son las cosas en las que creemos. Te diría que esta combinación nos da una perspectiva enriquecedora, de diversidad, de curiosidad, de querer conectar con los demás. Volviendo a tu primera pregunta, para nosotros los premios, además de que son muy divertidos –y ocasionalmente la comida está bien; no necesariamente siempre–, tienen algo lindo de ser parte de otra conversación y poder ayudar a que el cine argentino y latinoamericano también sean parte de esta conversación y que haya una mirada que empiece a buscar directoras y directores de la región que por ahí hoy no están en el radar, porque es una industria que tiende a mirarse mucho a sí misma y no necesariamente hacia afuera. Entonces poder ayudar desde ese lugar es muy gratificante.


 

La productora 


Durante los últimos tres años, Infinity Hill estuvo involucrada en más de una docena de proyectos. “El objetivo es tratar de hacer entre cinco y seis películas y un par de series internacionales”, afirma Kuschevatzky. Ambos explican que todos los productos en los que participan son especiales para ellos pero algunos tienen un lugar destacado en su corazón, como la serie británica Staged, estrenada en 2020. “Nos sacó un poco de la angustia y la depresión del principio de la pandemia, que es cuando todos descubrimos que no podíamos controlar lo que nos pasaba”, recuerda el productor. 

 

 

Protagonizada por David Tennant y Michael Sheen, quienes hacen de sí mismos, narra la historia de los dos actores intentando ensayar por Internet para una película que quedó en suspenso por la pandemia. “Si bien está ambientada en esa época, nadie dice la palabra Covid y fuimos el primer, si no el único, contenido que abordó el tema desde el humor”, detalla Kuschevatzky sobre la serie que fue adquirida por la BBC y tuvo un éxito tan grande que para su segunda temporada contó con Ewan McGregor, Cate Blanchett y Phoebe Waller-Bridge, entre otras estrellas invitadas. “Pasamos de que no nos atendieran el teléfono a que nos llamaran para trabajar con nosotros”, dice entre risas el productor. 

Desde entonces, Infinity Hill trabajó en films como La caída, de Lucía Puenzo; Granizo, con Guillermo Francella; El gerente, con Leonardo Sbaraglia; y Nasha Natasha, el documental de Natalia Oreiro. A eso se suman series por estrenarse este año, entre las que se encuentran La hija de Dios, con Dalma Maradona, y Las Islas, sobre la Guerra de las Malvinas, con directores y guionistas argentinos y británicos.

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