Su nombre en sí se convirtió en un ícono no solo de la moda contemporánea sino del mundo editorial que domina desde hace más de 40 años. Un tiempo en el que una de las británicas más famosas e influyentes del mundo ha sabido cosechar tanto admiración como odio por su carácter feroz a la hora de tomar decisiones no solo corporativas arriesgadas sino también sobre aquello -y con detalle- que vestirá al mundo los próximos días, meses o años.
Es noticia, Anna Wintour, una de las figuras más emblemáticas y poderosas de la industria de la moda, ha decidido dar un paso al costado tras casi cuatro décadas al frente de la edición estadounidense de Vogue. La noticia, confirmada esta semana por Condé Nast, la empresa matriz, ha generado un fuerte impacto en los círculos de moda y medios, dada la influencia que Wintour ha ejercido desde 1988.
La editora británica de 75 años -no solo es un faro para la moda sino para la industria editorial- anunció su decisión en una reunión con el equipo editorial, según reportaron medios especializados como Women's Wear Daily y Fashion Week Daily, y fue confirmada al Wall Street Journal por Condé Nast. Sin embargo, Wintour no se retira del todo: continuará como directora editorial global de Vogue y como directora global de contenido en Condé Nast, supervisando una cartera de marcas que incluye títulos de renombre como Vanity Fair, GQ, Wired y Glamour, entre otros, con excepción de The New Yorker.
Roger Lynch, CEO de Condé Nast, explicó que desde 2020 Wintour ha estado desempeñando tres roles simultáneamente dentro de la compañía, y que "tiene sentido que dé un paso atrás en la dirección de Vogue EE.UU. para poder dedicar tiempo a todas las áreas que necesitan de su liderazgo".
El gigante editorial anunció también que ya está en búsqueda de un nuevo "jefe de contenido editorial" para la edición estadounidense, aunque han reconocido que no se ha definido un calendario para la transición.
Un legado que transformó la moda y la cultura
Desde que asumió la dirección de Vogue EE.UU. en 1988, Wintour revolucionó la revista y el sector editorial de moda. Su primera portada fue un hito: una modelo con una camiseta Christian Lacroix de U$S 10.000 combinada con jeans de U$S 50, una imagen que rompió con la tradición de "primeros planos estudiados y elegantes" y que fue considerada un "salto de fe" por la propia Wintour. Esta portada marcó el inicio de un cambio radical en la estética de Vogue, que empezó a apostar por la luz natural y escenarios al aire libre, diferenciándose de la rigidez de ediciones anteriores.
Bajo su liderazgo, Vogue no solo recuperó lectores frente a competidores como Elle —que lanzó su edición estadounidense en 1985— sino que se consolidó como un referente cultural global. Además, Wintour ha sido coorganizadora y figura central del Met Gala desde 1995, un evento benéfico para el Costume Institute del Museo Metropolitano de Arte que se ha convertido en la noche más importante del calendario de la moda mundial.
De periodista a icono cultural
Anna Wintour inició su carrera en 1970 en la revista británica Harper's & Queen y se trasladó a Estados Unidos en 1975 para trabajar en Harper's Bazaar. En la década de 1980 fue editora de moda en New York Magazine y luego directora creativa de Vogue antes de asumir la jefatura de la edición británica y, finalmente, la estadounidense.
Su imagen —con su característico corte bob y gafas oscuras— trascendió el mundo editorial para convertirse en un ícono popular. Se presume que fue la inspiración para el personaje de Miranda Priestly en la novela y película El diablo viste a la moda (2006), donde Meryl Streep interpretó a una editora de moda implacable, basada en Wintour.
Un nuevo capítulo para Vogue y Condé Nast
Este cambio en la dirección de Vogue EE.UU. se produce en un momento de transformación para la industria editorial, que enfrenta desafíos como la digitalización acelerada y nuevas formas de consumo de contenido. La continuidad de Wintour en roles globales asegura que su visión y experiencia seguirán guiando la evolución de la marca a nivel mundial.
La búsqueda de un nuevo líder para Vogue EE.UU. abre la puerta a una renovación que podría reflejar las nuevas tendencias y demandas del mercado, sin perder la esencia que convirtió a la revista en un referente durante décadas.
Como concluye el CEO Roger Lynch, "Anna Wintour es una fuerza transformadora que ha definido la moda moderna y seguirá siendo clave para el futuro de Condé Nast y Vogue en todo el mundo".
Con esta transición, la industria de la moda se prepara para un cambio generacional, mientras honra el legado de una de sus figuras más influyentes. Anna Wintour, tras casi 40 años al frente de Vogue EE.UU., deja una huella imborrable y abre camino a nuevas voces que continuarán escribiendo la historia de la moda global.