El fuerte crecimiento del dólar de las últimas semanas comenzó a preocupar a los ahorristas e inversores, ya que podría existir un impacto negativo en los precios de la economía real, los cuales, hasta el momento, estaban bajo control.
Concretamente, el dólar mayorista subió un 10% en el último mes hasta los $1.475, mientras que el oficial trepó un 11% hasta posicionarse en los $1.515. En tanto, los tipos de cambio MEP y CCL saltaron un 14% hasta los $1.544 y $1.567, respectivamente.
Según los especialistas, el problema es que parte de este aumento se reflejaría en el índice de precios al consumidor (IPC), que cerró agosto con una suba del 1,9%, tal como ya empezó a mostrarse en la inflación mayorista.
"Hasta ahora, en la inflación minorista no hubo mayores alcances de la volatilidad cambiaria, y momentáneamente no habría grandes traslados hacia precios en septiembre. Sin embargo, parecería ser que la medición más afectada por la danza cambiaria es la inflación mayorista, que en agosto se aceleró al 3,1% desde el 2,8% del mes anterior, según lo comunicó el INDEC", comentó el economista Adrián Moreno.
"Probablemente, este impacto negativo pueda volver a repetirse en la medición mayorista en el noveno mes del año si el dólar no retrocede en breve", añadió.
Por su parte, Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso (LyP), señaló que, como en todo el mundo, cuando las monedas bajan de valor, se ve reflejado en un conjunto de bienes y servicios de la economía, pero en un periodo de entre 9 y 18 meses.
"Más largo cuando tiene más confianza la gente en la moneda y menos cuando tienen menos confianza, como es nuestro caso. Así que debería ser de alrededor de 9 meses", indicó.
Para el economista, era lógico que la suba del dólar que se estuvo viendo en julio que está reflejando en gran medida una pérdida de valor del peso en algún momento empezaría a reflejarse en los precios. "Nosotros ya estamos midiendo que la inflación del mes de septiembre hasta la segunda semana que tenemos relevada da 2%, o sea, que va a estar por arriba de la de agosto. Y con lo que se depreció ya la moneda, podemos decir que esta tendencia va a seguir siendo ascendente", concluyó.
Pensando positivamente, la situación podría mejorar si se aclara el panorama político y se posiciona a favor del oficialismo.
"Creo que estamos viendo en estos días la consecuencia esperable de la tremenda derrota electoral que tuvo el Gobierno el domingo de la semana pasada y también la debilidad que mostró el oficialismo en el Congreso el día de ayer. Esto se cristalizó en una debilidad política que hace que el esquema cambiario y el programa económico pierdan muchísima credibilidad", comentó el economista Federico Machado, de Economía Open.
De acuerdo al experto, esta pérdida de credibilidad lleva a poner en crisis el esquema actual porque se percibe que "el riesgo país no va a bajar, entonces la deuda no se va a poder ´rolear´, por lo que la única forma de pagar va a ser comprar dólares en el mercado". "Si eso sucede, la banda superior no se va a poder sostener porque a la demanda actual del mercado se tiene que sumar una demanda del Tesoro por alrededor de US$ 7.000 millones de acá a enero", finalizó.