El mercado cambiario continúa recalentándose y preocupando a los ahorristas, en medio de un contexto de incertidumbre protagonizado por las elecciones legislativas de octubre y el fallo contra YPF.
En concreto, durante la jornada de este martes, el dólar oficial saltó hasta los $1.300 por unidad, el nivel más alto del año. Por su parte, el dólar blue creció hasta los $1.350. En tanto, los MEP y CCL avanzaron hasta los $1.286 y $1.290, respectivamente.
De esta manera, el dólar oficial está cada vez más cerca del techo de la banda cambiaria, que a mediados de julio ronda los $1.420, frente a los $1.400 iniciales de abril. Y en lo que va del año, la divisa acumula un incremento de casi el 24%.
Ante la situación, los especialistas del mercado creen que, además del temor que está generando la decisión de la jueza Preska, hay varios factores que están impulsando la demanda de los dólares y, por ende, sus precios.
En primer lugar, hay algunos productores que estarían accediendo al dólar oficial, mientras que ciertos exportadores aprovecharían el mercado financiero para hacerse de divisas utilizando los pesos obtenidos por sus liquidaciones en el Mercado Libre de Cambios. Si bien la normativa impide comprar dólares en ambos mercados simultáneamente, no prohíbe liquidar en uno y operar en el otro.
En tanto, habría un aumento estacional en importaciones energéticas. Pese al crecimiento en la producción de Vaca Muerta, las importaciones de GNL se mantienen apenas un 15% por debajo de los niveles de 2024.
Además, el componente estacional de estas compras sigue intensificándose y alcanzaría su punto máximo habitual en septiembre. Desde la implementación del nuevo esquema cambiario el 14 de abril, los importadores tienen acceso inmediato al MULC, lo que también influye en esta dinámica.
Por otra parte, habría comenzado una dolarización electoral anticipada, ya que el calendario podría haberse adelantado con el desdoblamiento electoral en la provincia de Buenos Aires, previsto para el 7 de septiembre.
Históricamente, en contextos sin cepo cambiario, la formación neta de activos externos por parte de personas físicas se duplicó o triplicó antes de los comicios, independientemente del ciclo económico o del signo político del gobierno.
Por último, se teoriza sobre el cierre de posiciones de carry trade ante mayor volatilidad cambiaria. La creciente inestabilidad del tipo de cambio habría llevado a algunos inversores a desarmar posiciones en pesos. La expiración de las Lefis y la posterior reconfiguración del esquema de tasas impactaron con fuerza en los rendimientos de corto plazo, especialmente en las tasas de caución y Lecaps, restándoles atractivo frente al dólar.