Arminera es la feria más grande de la minería argentina y este año se espera una presencia récord con unos 25.000 participantes y casi el doble de superficie respecto al año pasado, números que dan cuenta del buen momento que atraviesa uno de los principales motores a futuro del país.
En la previa del evento, Roberto Cacciola, presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), dialogó con Forbes respecto a las necesidades del sector y las perspectivas de cara a los próximos años.
¿Cuál es la expectativa de la Arminera de este año, teniendo en cuenta todo lo que vino pasando en la industria?
Vamos primero con datos físicos. Va a ser una Arminera que es más o menos en tamaño un 80% mayor que la del 2024, con 300 stands y con mucha actividad también dentro del evento en materia diversa, porque va a haber distintos actores que van a estar participando. Algunos temas salientes del evento es que dentro de esta diversidad tenemos participación de embajadas, tenemos participación de gobernadores, tenemos participación de las autoridades mineras de las distintas provincias, también se suma IDEA, se suma WIM. Hay un montón de eventos que se van a dar en el transcurso de la feria y tenemos la expectativa de que se lleven una idea fuerte respecto de este proceso de convertir en realidad lo que durante mucho tiempo fue potencial. Entonces el evento entendemos que va a atraer un gran interés. De hecho, todos los espacios para stands fueron comercializados, o sea que la feria va a estar a full. Esperamos una altísima participación también por parte de universidades, de escuelas y demás que puedan visitar los distintos stands y que eventualmente participen de distintas actividades. Así que la expectativa es muy grande y estamos tratando de que haya una presencia federal importantísima. Otro tema para resaltar es que hay 16 países presentes en la feria, van a estar representados 16 países y en total 11 provincias, de las cuales tenemos 9 previsto que participen en paneles específicos para contar temas concretos de cada una de esas provincias.
¿Cuánta gente se espera que vaya?
Nosotros tenemos la expectativa de que vayan más de 25.000 personas. Nuestra expectativa es esa, veremos si se puede alcanzar, porque creemos que este es un momento importante para la minería y la difusión y el conocimiento es fundamental. En la anterior Arminera estuvieron cerca de 15.000, tenemos una expectativa de crecimiento un poco vinculada también con el crecimiento de la cantidad de participantes directos.
¿Hay algún mensaje en el que van a hacer foco en el evento de este año?
Hay varios mensajes. Unos tienen que ver con la gestión en sí misma que lleva adelante la Cámara y el relacionamiento con el Gobierno nacional y con las provincias. Entonces hay un trabajo público-privado muchísimo más intenso que en el pasado. Nosotros definimos tres palabras fundamentales: acompañar (tanto a la Nación, como a los socios, como a las provincias), proponer (porque de alguna manera detectamos necesidades y lo que corresponde es que propongamos) y a partir de esa propuesta gestionar. Y esto va a ser un poco el centro de las disertaciones que tienen que ver específicamente con cuestiones mineras, pero a eso sumale todo el resto: temas de financiación, temas de presentación de proyectos, el tema de referentes internacionales de por qué invierten en Argentina.
El año pasado el gran tema era la aprobación del RIGI. Ahora que ya salió, ¿en qué se enfocan este año como pedido ante las autoridades nacionales?
Nosotros el RIGI lo entendemos como una herramienta fundamental claramente por el pasado. El pasado hizo que necesitáramos un RIGI. Si no hubiera habido un pasado complejo y con incumplimientos, hubiera sido natural que las inversiones hubieran fluido. Entonces el RIGI viene a dar certezas sobre cuestiones que fueron complicadas sobre todo en los últimos 20 años. Entonces nosotros auspiciamos que prontamente se avance con los proyectos que ya se han presentado para solicitar la adhesión al RIGI, también sabemos que hay varios proyectos y de gran importancia que están trabajando para presentarse en el RIGI. Y después tenemos los aspectos específicos que hemos trabajado respecto de esta posibilidad de extender el concepto manteniendo los valores y los requisitos del RIGI, extenderlo al concepto de ampliación de vida útil. Y después hay temas vinculados también con economías regionales mineras para poder avanzar en la eliminación de retenciones que sería una gran medida en estos momentos de complejidad en materia de costos para las empresas.
¿Tienen expectativas de anuncios de inversión importantes para este año?
Creo que los anuncios importantes se han dado. Esta semana se habló del mayor proyecto minero de toda la historia que es el anuncio que hizo Lundin respecto de los proyectos de Josemaría y Filo del Sol, donde la inversión es multimillonaria. Y el anuncio fundamental en este sentido ha sido que están trabajando para preparar el ingreso al RIGI, lo cual es un dato importantísimo en un momento bien estratégico también, porque convertiría a la provincia de San Juan en un polo de inversión minera sin precedentes en el país y con la posibilidad de generar empleo, infraestructura, desarrollo de proveedores, capacitación. Nos encantaría que en el marco del evento haya algún anuncio por parte del Gobierno nacional respecto del avance de estos pedidos del RIGI.
¿Te parece que los proyectos de cobre podrían empezar a construirse a fin de este año o principios del 2026?
Se me ocurre que el tema de Josemaría y Filo del Sol va a tener un desarrollo importante de inversión el año que viene vinculado con los trabajos iniciales de construcción. Yo creo que otros que ya han presentado el RIGI y que están esperando la autorización también van a tener un proceso de construcción importante el año que viene. Hablo del caso de Río Tinto por Rincón, hablo del caso de Gualcamayo. Asumiendo que las aprobaciones salen relativamente rápido. Nadie va a presentarse al RIGI para perder tiempo, el que se presenta al RIGI es porque tiene certezas de que va a iniciar en un periodo cercano la construcción, porque también los plazos del RIGI no son muy largos, entonces consecuentemente con la decisión de presentarse, de tener la autorización, el proceso de construcción va a ir adelante.
Otro de los desafíos es el tema de la infraestructura, con esta política del Gobierno de no hacer obras, ¿cómo piensan que se puede resolver esto de la falta de rutas, de ferrocarriles?
Cuando hay una definición tan fuerte como es la del Gobierno nacional de que no va a intervenir lo más seguro es que cumpla con lo que dijo, entonces podrá haber cuestiones particulares en las que participe, pero en términos generales diría que el escenario que se te presenta es que tenés que avanzar con un Gobierno nacional que te dice que se corre. Entonces te queda el tema de la relación proyecto, provincia y empresa dedicada específicamente a tema de infraestructura. Y ahí los mecanismos son variados. Lo que queda claro es que se abre un período de buscar alternativas que sean lógicas, razonables y que permitan el desarrollo paralelo de los proyectos mineros y de las obras de infraestructura. No es que los proyectos mineros van a ir primero y después va a ir la infraestructura. Y tampoco va a ser al revés, porque, si no, te quedás afuera de RIGI. Y además hay casos en que se está conversando, se está hablando y se está avanzando.