Entre la resiliencia y la fragilidad: por qué la economía de EE. UU. parece fuerte, pero podría tambalear en cualquier momento
El último trimestre del año muestra cifras robustas, aunque debajo del crecimiento asoman tensiones: inflación que persiste, empleo que se enfría y decisiones de la Reserva Federal que podrían sacudir las carteras.

A fines de 2025, la economía de Estados Unidos muestra una paradoja: por un lado, resiste las dificultades; por otro, evidencia una fragilidad que podría desestabilizar tanto a los mercados como a las familias. En el segundo trimestre, el crecimiento llegó a una tasa anual del 3,8%. Sin embargo, la Reserva Federal sigue enfrentando tensiones por una inflación que no termina de ceder y un mercado laboral que comienza a mostrar signos de enfriamiento.

Para muchos, las cifras generales resultan alentadoras. Los indicadores agregados superan las proyecciones de la mayoría de los economistas, en parte por el impulso de la inteligencia artificial sobre la productividad y por el gasto persistente de los consumidores. 

Pero debajo de esa superficie, el panorama es más difuso. La inflación todavía se mantiene por encima del objetivo del 2% que busca la Reserva Federal. El desempleo no cae con fuerza, aunque ya se perciben señales de debilidad en el mercado laboral. Además, los mercados de crédito se manejan con cautela. Como advirtió el presidente de la Reserva Federal de Richmond, Thomas Barkin: "la Reserva Federal está atracando un barco en la oscuridad sin faro".

Jerome Powell, presidente de la FED

Para inversores y administradores de patrimonios familiares —como quienes leen esta misma página de Forbes— la incertidumbre actual representa riesgos, pero también posibles oportunidades. La combinación de inflación moderada y crecimiento sostenido podría sostener el precio de las acciones en el corto plazo. Sin embargo, la Reserva Federal podría verse forzada a tomar una decisión drástica: bajar la tasa para apuntalar el empleo o dejarla sin cambios para contener la inflación. Cualquiera de las dos opciones generaría una fuerte volatilidad en los mercados. El recorte de tasas de octubre sugiere que los funcionarios priorizan la creación de empleo, aunque todavía no se descarta un nuevo ajuste monetario.

¿Qué implica esto para tu cartera y tu balance? 

  • Primero: revisá tus deudas y, si no sos un inversor profesional, mantené la diversificación. Los bonos podrían ofrecer rendimientos más altos si la inflación repunta, mientras que las acciones ligadas al avance de la productividad —sobre todo en sectores tecnológicos y de inteligencia artificial— pueden seguir por encima del promedio del mercado. 
  • Segundo: prestá atención a la publicación de datos sobre empleo y crédito. La próxima decisión de la Reserva Federal podría apoyarse en cifras débiles y provocar movimientos bruscos en los precios de los activos. The Conference Board advirtió que la economía "entra en la recta final de 2025 en medio de una mezcla de alivio y renovada incertidumbre".

No dejes que el optimismo tape la realidad de fondo. Para las oficinas de gestión patrimonial y los inversores con altos patrimonios, la etapa de aplicar una estrategia simple de "comprar y mantener" parece haber quedado atrás. Hoy, el riesgo macroeconómico es alto, y la clave del éxito pasa por una gestión activa de la liquidez, la deuda, la distribución de activos y la situación fiscal. 

Jerome Powell - Reserva Federal

La historia de 2025 no será la de un auge pleno, sino la de una resiliencia compleja. Si lográs manejar bien el contexto, podrías encontrar el punto de entrada más conveniente antes de que arranque la próxima fase del ciclo económico.

 

Con información de Forbes US.