Empresas en default: aunque no hay efecto contagio, crece la preocupación por la seguidilla de firmas que no pueden pagar sus deudas
Aumento de costos en dólares, caída de demanda y el nuevo contexto macro que diluye ganancias financieras que producían las distorsiones económicas, los factores comunes detrás de los incumplimientos

Algunas de las empresas más importantes del país están atravesando una delicada situación financiera, motivo por el cual anunciaron que no pagarán sus deudas, afectando a miles de inversores.

Durante la última jornada de abril, Generación Mediterránea reveló que no realizará el pago de los intereses correspondientes a sus bonos corporativos en dólares Clase XXXIX (MR39), Clase XL (MR400) y Clase XLI (MR41).

Por su parte, Albanesi, que forma parte del mismo grupo, también indicó que no abonará los intereses de las obligaciones negociables Clase XIX (LECK) y Clase XX (LECLO).

Y en la última rueda, la papelera Celulosa Argentina dio a conocer que no podrá afrontar el pago de sus obligaciones negociables que vencen este mes ni de los cheques de pago diferido. 

Por lo tanto, ahora entraría en un periodo de gracia de 30 días en el que tendrá que negociar con los acreedores las nuevas condiciones, al mismo tiempo que la Comisión Nacional de Valores (CNV) le abrirá un expediente para analizar la situación. En este caso, la empresa mencionó como motivos una caída de las ventas de más del 30% en el mercado doméstico, un fuerte aumento de los costos fijos y un gasto de capital de entre el 35% y el 45%.

Además, hizo referencia al "incremento de la percepción de riesgo sistémico en el mercado financiero por eventos como el concurso preventivo de la firma Los Grobo y el default de Red Surcos, en un principio, y luego la incertidumbre que se generó en relación a los tiempos y el contenido del acuerdo de facilidades con el Fondo Monetario Internacional, dada sus posibles consecuencias para la política cambiaria y monetaria".

 

En tanto, se aclaró que todos los recursos que quedan disponibles se volcarán "estratégicamente para asegurar la operación y la continuidad laboral, priorizando el normal abastecimiento a los clientes".

En este marco, muchos ahorristas e inversores comenzaron a preocuparse porque confían en las obligaciones negociables como generadoras de rentas y resguardo de valor.

"Es una situación que pone nerviosos a muchos inversores. Y esto está generando que en muchas otras plazas muchas personas busquen vender obligaciones negociables que creen que están muy apalancadas o que tienen riesgo de estar en la misma situación de las empresas mencionadas. Entonces, está habiendo caídas en los precios en muchas compañías", relató el asesor financiero Fernando Villar.

La situación podría normalizarse pronto, ya que los especialistas del sector consideran que no hay nada que temer dado que no se espera un "efecto contagio".

"A los inversores los tenés migrando de un lugar a otro o simplemente queriéndose quedar en efectivo tranquilos hasta que pase este periodo de incertidumbre y puedan volver a invertir en ON que sepan que tienen una cierta seguridad y que les van a pagar las rentas o el capital en el tiempo", añadió.

De hecho, analizando los balances de estas compañías, se observó un gran peso de deuda, por lo que se sabía que podían entrar en suspensión de pagos, lo que no sucede con otras sociedades en mejor posición.

Lo concreto es que el número de empresas que anunciaron el no pago de sus obligaciones fue creciendo desde que Red Surcos inauguró el conteo. Se sumaron en las semanas siguientes Los Grobo y Agrofina. Más allá de que cada caso tiene sus características puntuales, un contexto común subyace a las hasta ahora 6 compañías. El cambio de ciclo económico. 
La estabilización macroeconómica diluye las ganancias financieras que producían las distorsiones del viejo régimen al tiempo que la acelerada inflación disimulaba ineficiencias. En el mismo sentido,  la calma cambiaria desalentó a los inversores que otrora tenían un apetito voraz por activos dolarizados al tiempo que la apreciación del peso aumentó los costos en dólares.