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Gasoducto Vaca Muerta
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Mientras los últimos doce meses destacaron por los avances en infraestructura y un superávit energético tras más de una década de déficits, las expectativas para el año entrante se enfocan en ampliar estas capacidades, fortalecer las exportaciones y posicionar al país como un jugador estratégico en el mercado global de energía.

13 Diciembre de 2024 07.43

El 13 de diciembre se celebra en Argentina el Día del Petróleo, conmemorando el descubrimiento del primer yacimiento de este recurso en el país. En 1907, en Comodoro Rivadavia, un equipo de perforación que buscaba agua encontró en su lugar una importante reserva de petróleo, marcando el inicio de la industria hidrocarburífera nacional. Este hito histórico se convirtió en la base para el desarrollo de un sector que hoy juega un rol clave en la economía y la energía del país.

El 2024 fue un año de consolidación para la industria petrolera en la Argentina, con cifras que muestran un crecimiento sostenido en la producción de hidrocarburos gracias al desarrollo intensivo de Vaca Muerta. De cara al 2025, las perspectivas se centran en potenciar las exportaciones y mejorar la infraestructura para garantizar la competitividad del país en los mercados internacionales.

Balance de 2024: crecimiento sostenido y nuevos hitos

Un informe de la U.S. Energy Information Administration (EIA) muestra un notable aumento en la producción de petróleo y gas natural en la Argentina, impulsado por la formación de Vaca Muerta. Desde enero de 2021 hasta septiembre de 2024, la producción de petróleo creció un 50% y la de gas natural un 27%, cifras que sitúan al país cerca de los récords históricos alcanzados a principios de la década de 2000.

En septiembre de 2024, la producción promedio de petróleo llegó a 738.000 barriles por día (b/d), un 15% más que en el mismo mes de 2023. Este nivel no se observaba desde 2003. El protagonismo de Vaca Muerta en este crecimiento es indiscutible. En septiembre, el 58% del petróleo y el 74% del gas producidos en el país provinieron de esta formación.

Desde la CEPH, esperan que se duplique la producción de crudo en cinco años y generar una escalada significativa en la producción de gas.
Desde la CEPH, esperan que se duplique la producción de crudo en cinco años y generar una escalada significativa en la producción de gas.

Este desempeño también impulsó las exportaciones: según la EIA, las ventas de petróleo al exterior aumentaron un 33% anual, pasando de 30.000 b/d en 2017 a 128.000 b/d en 2023, con Estados Unidos, Brasil y Chile como principales destinos. El petróleo de esquisto representó aproximadamente el 70% del total exportado.

Fernando Bazán, Economista Senior Abeceb, sostiene que "el 2024 ha sido un año excepcional para la industria petrolera en Argentina, no solo por los resultados en producción y exportación, sino también por un cambio estructural en el marco regulatorio que ha consolidado la confianza en el futuro del sector".

En la misma línea, Daniel Dreizzen, Director de Aleph Energy y ex Secretario de Planeamiento Energético, revela que "considerando la última información disponible de 2024, ya hubo un crecimiento de la producción de petróleo del 12%, y de gas del 6%". En actividad, continúa Dreizzen, hubo 22% más de fracturas, 14% más de pozos conectados, aumentaron las reservas de petróleo y de gas gracias al no convencional.

"También se terminaron importantes obras: compresión del Gasoducto Perito Moreno; reversión del Gasoducto Norte; y se está terminando el Duplicar Plus de petróleo Oldelval. Todo esto permitió cerrar la balanza comercial energética positiva en más de 4 mil millones de dólares luego de 13 años", remarca.

Para el 2024, se proyecta una exportación de 193.000 barriles diarios, cifra que podría crecer más del 250% para 2030, según la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH), llegando a 710.000 barriles diarios en un escenario moderado y 900.000 en uno expansivo. La producción de petróleo también podría casi duplicarse, alcanzando 1,4 millones de barriles diarios para el final de la década.

Vaca Muerta, RIGI y beneficios cambiarios

Desde un punto de vista operativo, el crecimiento de la producción en Vaca Muerta contribuyó a que la producción total del país alcanzara máximos históricos cercanos a los 750 mil barriles diarios en octubre. Sobre esto habla Bazán, quien enfatiza que "este logro fue impulsado por la ampliación de la capacidad del Oleoducto Trasandino (OTASA), que conecta Argentina con Chile".

Por otro lado, la reversión del Gasoducto Norte comenzó a liberar el cuello de botella en la producción de gas, reduciendo la necesidad de importaciones y logrando un superávit comercial energético cercano a 4.000 millones de dólares, tras una década de balances deficitarios", comenta el especialista.

Paralelamente -agrega Bazán-, "herramientas como el Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI) están reduciendo el costo financiero de proyectos clave, como el oleoducto y puerto de exportación Vaca Muerta Sur, así como la planta de licuefacción del proyecto ARG GNL, liderado por YPF". El experto también destaca la eliminación progresiva de derechos de exportación y los beneficios cambiarios: "Están fortaleciendo la competitividad internacional del sector, atrayendo inversiones de largo plazo".

Gasoducto Vaca Muerta
Gasoducto Vaca Muerta.

Esta visión está en sintonía con la postura de la CEPH, donde entienden que la Ley de Bases está destinada a dinamizar las inversiones en el sector, promoviendo principios como la libertad de comercio, precios de mercado y disponibilidad de divisas. Desde la Cámara, esperan que se duplique la producción de crudo en cinco años y generar una escalada significativa en la producción de gas.

¿Cómo jugó el contexto internacional?

En el ámbito internacional, la demanda global de energía sigue en aumento, y el consenso apunta a un modelo de complementariedad entre energías renovables y fuentes tradicionales.

"Este contexto, junto con el riesgo geopolítico y los recortes voluntarios de producción por parte de la OPEC+, ha mantenido -y se espera que mantenga- altos los precios del crudo, beneficiando las exportaciones argentinas. Paralelamente, la transición energética abrió oportunidades en el mercado de GNL, donde Argentina busca posicionarse como un jugador clave mediante contratos de largo plazo en negociación con Europa", refuerza Bazán.

A nivel regional, "el rápido declive de la producción de gas en Bolivia suscitó oportunidades para que Argentina se convierta en un hub energético regional, exportando gas natural a Brasil inicialmente a través de los gasoductos bolivianos, y posteriormente mediante proyectos de infraestructura ampliada, como gasoductos que atraviesen Paraguay o Uruguay", profundiza el especialista.

Perspectivas para 2025

La industria enfrenta el desafío de mantener y ampliar los logros del 2024. Un factor determinante será la mejora a nivel infraestructura, especialmente en la región de Vaca Muerta. YPF, principal operadora del país, señala en un informe que los avances en proyectos midstream están transformando las capacidades logísticas y de exportación del país.

Entre estos proyectos destaca el VMOS (Vaca Muerta Oil Sur), que incluye la construcción de un oleoducto dividido en dos tramos principales. El primero, de 130 kilómetros, conectará Loma Campana con Allen, mientras que el segundo, de 440 kilómetros, se extenderá hasta Punta Colorada. Este proyecto, con un costo estimado de 2.500 millones de dólares y un avance actual del 50%, permitirá evacuar hasta 500.000 barriles diarios para el primer trimestre de 2027.

El impacto económico de estas obras es considerable. Cada día de retraso genera pérdidas estimadas entre 20 y 40 millones de dólares. Además, la posibilidad de exportar crudo mediante buques VLCC (Very Large Crude Carrier) desde Punta Colorada reducirá los costos de transporte entre 2 y 3 dólares por barril, aumentando la competitividad en el mercado internacional. El modelo de negocio del proyecto asegura tarifas equitativas para todos los socios, garantizando la sostenibilidad financiera.

Las refinerías de Luján de Cuyo y Plaza Huincul también jugarán un rol esencial en la integración de las operaciones upstream y downstream. Estas inversiones mejorarán la competitividad de YPF y contribuirán al desarrollo económico de regiones clave como Neuquén, Río Negro y Buenos Aires.

Daniel Dreizzen considera que, para el 2025, el panorama es muy bueno. "Se están lanzando proyectos para construir nuevos oleoductos (VMOS) y proyectos de LNG con barcos. Esto permitirá evacuar más hidrocarburos y, en consecuencia, perforar y fracturar más pozos", cierra.

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