Un nuevo informe de HSBC alerta sobre crecientes riesgos para la estabilidad del peso argentino (ARS) y los equilibrios macroeconómicos de cara a las elecciones legislativas de octubre. Bajo el título "LatAm FX Focus - ARS: Starting to Slide", el análisis detalla cómo la estrategia del Gobierno de mantener un tipo de cambio real fuerte podría estar llegando a su límite, al deteriorarse las cuentas externas y acumularse tensiones inflacionarias y políticas.
El dilema del tipo de cambio real
HSBC remarca que, en términos reales, el peso argentino es actualmente la moneda más fuerte de América Latina. Este "sobreajuste" del tipo de cambio ha sido una herramienta eficaz para contener la inflación, sobre todo en bienes transables. Pero el costo comienza a notarse: las exportaciones pierden competitividad, el turismo emisivo crece (64% interanual), el receptivo cae (24%), y la cuenta corriente pasaría a déficit (-1,5% del PBI en 2025). "La fortaleza del peso en términos reales está afectando las cuentas externas", advierte el banco, que estima que el saldo comercial caerá por debajo de los USD 10.000 millones hacia fin de año.
Reservas escasas y riesgo de corrida
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) desaprovechó la temporada alta de ingresos del agro en el segundo trimestre para comprar dólares. En cambio, vendió US$ 1.900 millones en el mercado de futuros en mayo, y mantiene reservas netas apenas positivas, infladas en parte por deuda en pesos pagadera en dólares.

HSBC alerta sobre un riesgo latente: que los argentinos comiencen a dolarizarse en la previa electoral, especialmente ahora que se levantaron los controles cambiarios. "Podría darse un quiebre del peso en la banda cambiaria si la demanda de dólares se acelera y el BCRA no tiene munición suficiente para intervenir", señala el informe, en referencia a antecedentes como la crisis asiática de los años 90 o la rusa de 2014.
Pronósticos cambiarios y estrategia oficial
El banco proyecta que el tipo de cambio oficial llegue a 1.300 pesos por dólar hacia fines del tercer trimestre y a 1.350 para fin de año, por debajo del techo de la banda (estimado en 1.500), pero con riesgos crecientes de perforar ese límite. La apreciación real del peso y la falta de reservas dificultan defender el valor nominal si se desata una presión devaluatoria. HSBC sugiere que podría haber cierto interés inversor en apostar al carry trade (tomar riesgo en pesos) en el corto plazo, aprovechando las altas tasas y la relativa estabilidad, pero advierte que el panorama a mediano plazo es altamente incierto.
Economía: recuperación con freno
Aunque el PBI creció 5,8% interanual en el primer trimestre de 2025, el informe marca señales de desaceleración. En mayo, la expansión fue del 5%, por debajo del consenso de mercado. El fin de la temporada de cosecha y un tipo de cambio real poco competitivo podrían golpear el dinamismo en el segundo semestre. La buena noticia para el Gobierno es que los salarios reales -especialmente en el sector informal- han mostrado recuperación, lo que sostiene el consumo. La administración Milei también apuesta a un posible acuerdo comercial con EE.UU. como motor exportador.
Clave política: elecciones de octubre
Las elecciones de medio término del 26 de octubre serán decisivas para el futuro del programa de reformas. La Libertad Avanza lidera las encuestas con más del 40% de intención de voto, y podría ampliar su representación parlamentaria, aunque difícilmente alcance mayoría propia.
HSBC enumera tres reformas prioritarias si Milei logra mayor respaldo legislativo:
- Laboral: para reducir la informalidad y flexibilizar contrataciones.
- Previsional: para sostener un sistema en envejecimiento.
- Tributaria: eliminando impuestos distorsivos como las retenciones.
No obstante, el presidente perdió la facultad de legislar por decreto, enfrenta conflictos con gobernadores y el Congreso, y aún pesa sobre su gestión la disputa judicial internacional por YPF.
HSBC concluye que la estabilidad actual del peso es frágil y depende de múltiples factores. La elección podría ser un punto de inflexión: si Milei obtiene un triunfo claro y logra mantener la inflación bajo control, podría haber mayor margen para dejar deslizar el tipo de cambio. Pero si se deterioran las expectativas o sube la demanda de dólares, el BCRA podría enfrentar una crisis cambiaria sin margen de maniobra.