En plena transformación del sistema financiero argentino, existe una empresa poco conocida por los usuarios pero sin la cual el funcionamiento de todos los medios de pagos no sería posible. De la vieja y poco atractiva cámara compensadora de cheques físicos, hoy COELSA es protagonista clave de la reconversión hacia medios de pago digitales. Nacida en 1997, la compañía evolucionó para convertirse en el nexo tecnológico entre bancos, fintechs y organismos públicos. Esa pequeña gran revolución se inició con la llegada de Atilio Velaz, en plena pandemia.
Desde 2020, bajo una nueva gestión que buscó un enfoque más ágil y, sobre todo, multidisciplinario, COELSA aceleró su transición digital El punto de inflexión se produjo en 2019 con el desarrollo de echeq, un cheque 100% electrónico creado junto al Banco Central. Único en el mundo, permite hasta 100 endosos digitales con trazabilidad total, lo que redujo los rechazos por falta de fondos a menos del 1%. Lo que en ese momento se había proyectado para tres años se logró en tres meses, asegurando la continuidad de la cadena de pagos en plena pandemia.
"Gracias al echeq, nunca se cortó la cadena de pagos", resalta Atilio Velaz, el presidente de COELSA, factótum de la profunda transformación de la cámara, desde los servidores hasta los escritorios. La compañía liquida hoy operaciones de marcas como Mastercard, American Express y redes de pago, conectando a todo el sistema financiero. Su reinvención no solo actualizó la infraestructura de pagos, sino que es un pilar fundamental para garantizar la continuidad de la cadena financiera, especialmente entre PyMES, que utilizan el cheque como medio de pago preponderante. De hecho, fueron el actor clave para que de 10.000 echeqs mensuales se pasara en poco tiempo a más de 1 millón.
Para lograr esa reconversión, Velaz impulsó un cambio en imprescindible en la cultura de trabajo, migrando de un modelo de batch (conjunto de operaciones en lote) a uno de inmediatez, impulsado por pagos QR, transferencias instantáneas y nuevos hábitos de consumo. El 95% de las operaciones son inmediatas, reflejando el crecimiento vertiginoso de los medios de pago digitales en Argentina.
Es que los usuarios cambiaron y en las oficinas de COELSA esos cambios se registran al instante. Por caso, Velaz destaca que los picos de consumo se adelantan al jueves, los domingos son días activos de pagos y las promociones generan comportamientos diferenciados según la región. Por ejemplo, en el conurbano bonaerense las compras se concentran en horarios más tardíos, mientras que en el interior del país se realizan temprano. Esta información, que surge del análisis de transacciones, ofrece una radiografía sociológica más precisa que cualquier encuesta de consumo.
La tecnología detrás de este fenómeno es clave. El alias bancario permitió simplificar las transferencias y fomentar la interoperabilidad entre cuentas. En la Argentina, cada persona tiene en promedio siete cuentas: cuatro bancarias y tres virtuales, lo que se reparte en 38 millones de argentinos con al menos una cuenta bancaria y 29 millones de argentinos con al menos una cuenta virtual.
Este dato refleja no solo la bancarización creciente, sino también la diversificación de herramientas financieras. Las billeteras digitales —como MercadoPago, MODO y otras apps bancarias— permiten operar sin efectivo, fondearse desde múltiples fuentes y acceder a beneficios personalizados. Las nuevas generaciones, especialmente los centennials, adoptan múltiples billeteras con naturalidad.
En ese crecimiento de un nuevo ecosistema de pagos digitales, la interoperabilidad del código QR ha sido una conquista clave en América Latina, pero su permanencia está siendo desafiada por el avance del contactless (NFC) Velaz, distingue dos realidades con claridad: "Si vos ves Asia, es QR. Si vas a Europa o a Estados Unidos, es NFC. Es una cuestión cultural".
El QR ha ganó terreno en América latina por su simplicidad y por no requerir intermediarios financieros. "Lo que más crece en el mundo hoy son los pagos cuenta a cuenta. No pongo un instrumento en el medio, emito una transferencia directa desde mi cuenta a la del comercio", señala Velaz. Esta modalidad evita el uso de tarjetas de débito o crédito, lo que resulta especialmente relevante en segmentos de la población que no acceden a productos bancarios tradicionales.
En Argentina, el 75% de quienes usan QR pertenecen a los segmentos C y D, según datos compartidos por Velaz. "Son personas que no acceden a una tarjeta de crédito o que directamente no quieren tenerla. Pagan con lo que tienen en la cuenta", agrega. Esta dinámica ha permitido una inclusión financiera más amplia, donde incluso pequeños comercios y profesionales independientes aceptan pagos digitales. "Libertad para operar, libertad para elegir", destaca Velaz, un slogan que eligió hace 6 años para representar el espíritu de la compañía, hoy totalmente a tono con los tiempo.