Caputo iniste en que las bandas no se van pero el mercado duda hasta dónde se sostendrán
El dólar oficial cerró en $1.425 tras una nueva suba, incluso cuando el Tesoro de Estados Unidos a cargo de Scott Bessent volvió a intervenir comprando pesos.

El ministro de Economía Luis Caputo afirmó durante el Coloquio IDEA que el Gobierno no asumirá una devaluación como vía para recuperar competitividad, lo que despertó dudas dado que, si se acaba el "poder de fuego" para contener el precio del dólar, entonces no quedaría más opción y las consecuencias serían graves. Sin embargo, el mercado coincide en que, de momento, no hay que preocuparse.

Este jueves, el dólar oficial cerró en $1.425 tras una nueva suba, incluso cuando el Tesoro de Estados Unidos a cargo de Scott Bessent volvió a intervenir comprando pesos. En total, la adquisición fue por más de US$ 800 millones en la jornada. No obstante, la demanda de dólares sigue siendo inusualmente alta.

"Una parte importante de las compras en el mercado cambiario no es puramente 'especulativa', sino que responde a importaciones adelantadas y a la dolarización de ahorros individuales. Esto hace que la señal del Tesoro estadounidense sea fuerte, aunque insuficiente por sí sola. Se necesita algo de liquidez para aliviar la presión sobre la moneda", indicaron desde Max Capital.

Para Martín Polo, estratega jefe en Cohen Aliados Financieros, todavía hay un gran colchón por parte del Tesoro estadounidense para contener el tipo de cambio en el rango actual y acelerar las ventas cuando llega al techo de la banda, incluso si los resultados electorales de octubre defraudan.

El mercado se pregunta cuánto durará el poder de fuego del Gobierno para contener la suba del dólar.

"Si el 27 de octubre hay un sell-off total y se te van US$ 3.000 millones, está la plata. El tema es estar en un contexto en el cual podés estar sosteniendo algo artificialmente que no te conduce a ningún lado, solamente a financiar la dolarización de carteras", expresó el ejecutivo.

En los hechos, el Tesoro de Estados Unidos ya desplegó varias intervenciones y confirmó que compró pesos en el mercado argentino para contener el dólar. Se habla de una línea de financiamiento y swap por hasta US$ 40.000 millones, que incluiría una facilidad de US$ 20.000 millones que se sumaría al swap ya anunciado.

Ese respaldo es significativo, en especial en un país con reservas presionadas y un elevado apetito de dólar local. El apoyo externo puede darle al Gobierno margen para intervenir, aliviar tensiones cambiarias de corto plazo, y contener la volatilidad. Sin embargo, ese "margen" tiene límites:

  • En primer lugar, no es infinito ni gratuito. Si el déficit de pesos (o la emisión o el desequilibrio estructural) sigue sin control, las intervenciones consumen recursos rápidamente.
  • Además, las condiciones del apoyo externo pueden estar sujetas a resultados electorales o condicionalidades políticas. Como sugieren desde Adcap Grupo Financiero, "el Gobierno tiene margen porque tiene al Tesoro de Estados Unidos atrás".
  • En tanto, la maniobra cambiaria actual no asegura que la presión desaparezca: la intervención debe ser permanente o reiterada, lo cual genera costos financieros (costo de carry, riesgo de agotamiento) y riesgos de crédito.