Adiós a las bandas: qué va a pasar con el precio del dólar según dos grandes bancos internacionales
El banco francés considera que el repunte reciente responde a factores transitorios y recomienda posicionarse en moneda estadounidense antes de que se reanude la presión cambiaria. También advierte que la corrección será inevitable una vez superado el ciclo electoral.

El banco de inversión BNP Paribas recomendó esta semana volver a posicionarse largo en dólares contra el peso argentino (USDARS), al considerar que la reciente apreciación de la moneda local constituye una oportunidad coyuntural y no un cambio de tendencia. Para la entidad, el proceso electoral que culminará el 26 de octubre con las elecciones legislativas será el punto de inflexión a partir del cual la dinámica cambiaria retomará un sendero de depreciación. 

En paralelo, el banco brasileño Bradesco advirtió que, si las reservas del Banco Central sufren nuevas presiones, el gobierno podría verse obligado a restablecer restricciones cambiarias para individuos, reforzando así la visión de que el alivio reciente es transitorio y frágil.

En las últimas semanas, el peso argentino experimentó un repunte sorpresivo, favorecido por la decisión del gobierno de eliminar temporalmente las retenciones a las exportaciones agrícolas. Esta medida generó un flujo extraordinario de divisas, que alcanzó los USD 7.000 millones en Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE). El mecanismo obligaba a liquidar el 90% de los dólares en un plazo de tres días hábiles, lo que reforzó las reservas y alivió momentáneamente la presión cambiaria.

Sin embargo, BNP advierte que este efecto ya se agotó. "Concluido el beneficio fiscal, los flujos que sostenían al peso llegaron a su fin y el mercado quedó en una posición técnica más limpia, lista para reanudar la tendencia devaluatoria", señala el informe. Para el banco francés, esta coyuntura ofrece una "asimetría atractiva" para quienes se posicionen en dólares de manera anticipada.

El escenario político y la inevitable corrección

El trasfondo es más estructural. BNP Paribas sostiene que, independientemente del resultado electoral, la Argentina deberá avanzar hacia un régimen cambiario más flexible y transparente. "Un peso más débil es inevitable si el marco macroeconómico pretende ser sostenible en el mediano plazo", remarcan los estrategas.

La entidad estima que el tipo de cambio real se encuentra entre 15% y 20% por debajo de su valor de equilibrio, lo que deja un amplio margen para una corrección. La visión de BNP es que el ajuste se concretará una vez concluido el ciclo electoral, cuando la política tenga mayor margen para encarar reformas sin el costo de desgaste inmediato que implican en campaña.

El papel decisivo de Estados Unidos

El informe dedica también un capítulo al paquete de asistencia financiera anunciado por Estados Unidos, que fue interpretado en los mercados como una señal de respaldo político y económico hacia Buenos Aires. La ayuda incluye un swap de hasta US$ 20.000 millones, la posibilidad de compras de bonos soberanos argentinos en dólares y la creación de un fondo de estabilización.

BNP destaca que el diseño del programa busca ganar tiempo más que inyectar liquidez inmediata. Se trata de una estrategia para calmar a los mercados, contener expectativas y evitar que la Argentina atraviese episodios de inestabilidad antes de implementar un programa económico integral. "Está en el mejor interés de Washington que la Argentina construya un marco macroeconómico robusto, que reduzca al mínimo la probabilidad de activar efectivamente los recursos del paquete", afirma el informe.

En otras palabras, la ayuda norteamericana está concebida como una especie de "red de seguridad" que difícilmente se utilice en el corto plazo, siempre y cuando el gobierno avance en las correcciones necesarias.

La visión de Bradesco: riesgo de más controles cambiarios

El análisis de BNP se complementa con la mirada de Bradesco, otro actor financiero de peso en la región, que advirtió sobre los riesgos que enfrenta el Banco Central en caso de nuevas presiones sobre las reservas.

En una nota divulgada este miércoles, el banco brasileño sostuvo: "Reiteramos que, en caso de nuevas presiones consecutivas sobre las reservas del BCRA, el gobierno probablemente daría un paso atrás y reactivaría las restricciones cambiarias para individuos, con el fin de prevenir un deterioro material de sus reservas".

Bradesco también destacó que, de acuerdo con datos oficiales del Banco Central, no se registraron ventas de dólares durante la última rueda cambiaria, lo que interpretan como una señal de prudencia para evitar una mayor erosión del poder de fuego de la entidad monetaria.

La apuesta de mercado de BNP

En este contexto, el banco recomienda una operación concreta: tomar una posición larga en USDARS a través de contratos NDF (non-deliverable forward) con vencimiento en diciembre. La estrategia contempla un precio de entrada en 1.605, un objetivo en 1.845,8 y un stop en 1.508,7, con un refuerzo adicional de US$ 5 millones en caso de que la cotización retroceda a 1.572,9.

La lectura de BNP Paribas es que, con el fin del estímulo agroexportador y el inminente cambio de escenario político, las probabilidades de depreciación del peso superan ampliamente a las de un fortalecimiento sostenido.

Una economía en compás de espera

El análisis de la entidad se suma a una serie de diagnósticos de bancos internacionales que coinciden en que la Argentina transita un "compás de espera" hasta las elecciones. La política cambiaria se mantiene en un delicado equilibrio, sostenido por medidas de corto plazo y por el paraguas financiero de Estados Unidos. Pero los desafíos estructurales, como la necesidad de acumular reservas y ordenar el frente fiscal, siguen intactos.

La visión de BNP es clara: una vez despejado el calendario electoral, el mercado volverá a poner a prueba la consistencia de la política económica. Y en ese escenario, el peso argentino enfrentará nuevamente la presión de la realidad macroeconómica. A ello se suma la advertencia de Bradesco, que recuerda que si las reservas del Banco Central se ven nuevamente comprometidas, el gobierno podría optar por endurecer el cepo cambiario. 

De esta forma, mientras BNP Paribas proyecta un ajuste vía devaluación, Bradesco advierte que el camino también podría incluir mayores restricciones al acceso a divisas, lo que expone la fragilidad del esquema actual y la encrucijada a la que se enfrenta la Argentina en los próximos meses.